martes, 24 de febrero de 2009

Varg ¿Qué decías de la madre de Valdés?


Después de tres partidos seguidos sin ganar ¿Se puede decir que estamos ante un bache en el, hasta el momento, arrollador juego del Barça?.

Pues no lo sé pero lo cierto es que estos tres partidos han tenido en común que una metedura de pata (de la defensa o del portero sobre todo) han propiciado una situación de nervios y de injustificada tensión que perjudica muchísimo al equipo.

El Barça salió con una alineación que contaba con la seguridad de Puyol en la banda y Márquez en el centro (siempre mejor como defensa libre y no como central aunque hoy no ha cometido errores) con lo que a Piqué se le vio bastante más apoyado e incluso se desenvolvió bien con el balón en los pies. En el centro de campo jugaron Touré, Busquets y Xavi. El primero excelente aunque un par de pérdidas de balón comprometidas nos pusieron los pelos de punta pero bueno, el Barça está acostumbrado a jugar siempre al filo del abismo y si esos fallos no compensan el increíble trabajo de este jugador en prácticamente todas las demarcaciones del campo es cuestión de opiniones. Busquets hoy no ha tenido tanto protagonismo como otras veces, quizás sean ciertas esas opiniones que dicen que no deberían jugar juntos.

El resto del equipo era el habitual en los encuentros “clase A” y el partido de hecho se estaba desarrollando según lo previsto (siendo el Barça uno de los pocos equipos de Europa que juega siempre al ataque independientemente de las circunstancias y eso aún sigue siendo motivo de orgullo al menos para mí) hasta que ha ocurrido ese “algo” que ha metido al equipo en un bache.

Y ese “algo” ha sido una nueva “valdesina” (termino equivalente a aquellas míticas “buyadas” con las que el portero de Betanzos nos alegraba la vida de vez en cuando) que me parece especialmente grave porque parece causada no ya por un despiste o por un mal día sino por un grave defecto técnico de nuestro portero. Una vez más hay que decir que son estos detalles los que nos demuestran que Valdés está lejos de ser un crack y un equipo como el Barcelona necesita un crack en la portería. Y la afición está empezando a perder la paciencia. Veremos que dice la prensa mañana.

Lo cierto es que el Olympic que había salido a verlas venir en estos primeros compases del juego se animó bastante y durante un largo período de tiempo se dedicó a presionar al Barça en todas las líneas, arrebatándole la pelota e impidiéndole jugar cuando la tenía, atacando con peligro (de la mano de Benzemá que estuvo muy activo en esta fase del juego), protegiendo la peligrosa banda izquierda culé y anulando a Messi y a Etoo.

Al equipo le costó mucho sacudirse este dominio local y sólo fue al final de la primera parte y al comienzo de la segunda cuando el Barça empezó a controlar de nuevo el partido, más que nada porque el Olympic bajó el pistón convencido de que el uno a cero no era mal resultado y de que ahora la cosa iba de no encajar un gol.

De todos modos este mayor dominio no se traducía en ocasiones, Messi seguía inoperante por banda izquierda. Es posible que el argentino esté algo bajo de forma o es posible también que, siendo como es el jugador más estudiado por los estrategas de los equipos contrarios, se haya encontrado la forma de anularle sencillamente envolviéndolo en una manta de defensas, en cualquier caso esperemos que sea algo temporal. Messi trató de cambiar su suerte cayendo al centro y dejando la banda a Etoo algo que casi nunca suele salir bien como se volvió a demostrarse hoy. Es en esta demarcación, lejos de la portería y de la zona de cinco metros donde se suele mostrar letal (prueba de ello fue esa jugada en la que estrelló un balón en el palo en la primera parte ) cuando el camerunés deja patente su poca calidad técnica y sus limitados recursos. Y como de costumbre faltó de nuevo la figura de Iniesta para tratar de conectar al centro de campo con la delantera, algo que intentó hace Busquets con pobres resultados.

Al final la solución vino de la forma más insospechada: de lo alto y no estoy hablando precisamente de la Moreneta. Es esta una forma de atacar la portería contraria que no es precisamente el fuerte de nuestro equipo con la excepción de Marqués que fue precisamente el que tocó hacia la derecha para que Henry (flojo, descentrado y ausente durante casi todo el partido por cierto) conectara un segundo cabezazo y pusiera el bendito empate en el marcador.

Cualquier otro equipo hubiera aprovechado para bajar el pedal y defender ese resultado pero el Barça sin lanzarse tampoco en tromba sobre la portería lionesa, siguió buscando el segundo gol que dejara sentenciada la eliminatoria algo que ni siquiera estuvo a punto de ocurrir.

Lo mejor, el resultado, un empate a uno con partido de vuelta en casa es toda una garantía de que, si no hay una debacle, la eliminatoria está superada aunque hay que decir que tampoco se han despejado del todo las dudas de los últimos partidos. La ausencia de Iniesta y el pequeño bache (físico o psicológico) de Messi junto con las imprudencias defensivas y esos ataques de ansiedad (que lamentablemente forman parte de nuestra idiosincrasia y no hablo ya sólo de los jugadores) que bloquean al equipo han tenido la culpa.

Pero bueno seguimos líderes en la liga y viento en popa en la Champions y eso es lo que importa, quizás ganar un gran partido contra el Atlético el fin de semana que viene (unido a una desastrosa y masiva derrota madridista mañana) nos devuelva ese pequeño punto de confianza que hemos perdido.

sábado, 21 de febrero de 2009

JORNADA XXIV



En principio un partido entre el líder y el colista a los que separa no sólo una distancia abismal en puntos sino también en juego y en calidad individual era como para no verlo y buscar algo mejor que hacer la tarde-noche de un sábado. Pero pasan dos cosas: la primera es que viene siendo ya habitual que todos los equipos contra los que nos enfrentamos se empeñen en hacer el partido de su vida contra el Barça (para, a continuación, volverse gelatina contra el Real Madrid a la semana siguiente con lo que habrá que concluir que los blancos ganaran 0-4 dentro de siete días) como si fuera un objetivo colectivo del fútbol español bajar de su pedestal al equipo que mejor juego está haciendo este año. En segundo lugar los partidos contra el Español tienen un plus aparte de heterodoxia en el que ha pasado, pasará y seguirá pasando cualquier cosa.

El Barça comenzó a meter la pata mucho antes de que el arbitro pitara el comienzo del partido, en primer lugar Etoo y sus tácticas de negociación, en segundo lugar metiéndose en un incomprensible cruce de piques verbales con los pericos que no le podían traer ningún beneficio y que, en caso de desastre, podía volverse en su contra.

Y cuando empezó el partido las cosas no mejoraron, primero se lesiona Abidal obligando a Guardiola a perder un cambio que después necesitó desesperadamente, después el equipo se deja enredar en guerra sucia con el Español (como de costumbre nada que objetar con respecto a los pericos, por mucha rabia que de. Los equipos en el fondo del pozo tienen que dejarse las uñas para poder escalar las paredes) que trató de interrumpir el partido de todos los modos posibles formando una tangana prácticamente en cada jugada. Una guerra de nervios en la que también lograron implicar al árbitro que se dejó intimidar y expulsó a Keita por una entrada en la que una tarjeta amarilla hubiera sido ya rigurosa.

Las cosas se ponían muy mal para un Barcelona que además tan sólo dispuso de una ocasión clara de gol que Henry falló de forma penosa.

En el descanso nuevo cambio, el más lógic: entra Busquets y sale Henry. De repente el Barça pasa a jugar con dos delanteros. En ese momento pareció que el mismo Dios caprichoso (y madridista) de hace dos temporadas decidió volver a dejarse ver y así en cinco minutos el Español marcó dos goles, el primero tras un pase mal defendido dentro del área y el segundo tras un fallo garrafal de Valdés que volvió a demostrar por qué, siendo un buen portero, nunca será un grande. Para colmo los dos de Iván de la Peña que hacía años que no marcaba ni en los entrenamientos y además a esas alturas el Real Madrid, que ya no sólo gana los partidos sino que además lo hace jugando bien, le acababa de pasar por encima al Betis.

En fin, peor imposible e imposible también tratar de analizar con racionalidad lo que pasó a partir de ese momento. Ya sólo quedaba tirar para adelante y tratar de salvar el partido a la desesperada. La cosa se agravó, más si cabe, con el último cambio de Pep, este ya mucho menos entendible, prescindir de Etoo en cualquier circunstancia puede ser poco recomendable futbolísticamente y peligroso psicológicamente (y más con lo que había pasado durante la semana) pero hacerlo para dar entrada a Gudjonsen (que como de costumbre estuvo irrelevante) dejando así al equipo con un solo delantero es algo que no tiene explicación.

El resultado es que el Barça no volvió a hacer ninguna jugada de peligro usando el juego combinado de ataque, sobre todo porque cuando Messi tenía la pelota se veía rodeado de hasta cinco blanquiazules. El único recurso se redujo a colgar balones sobre el área, una táctica que está más que demostrado que no nos conduce a nada bueno (el gol de Touré vino de un rechazo producto del único fallo defensivo del Español). Creo que lo peor de todo el partido, al margen de la lesión y la expulsión, es que no se vio a nadie que tuviera la decisión de echarse al equipo encima como había estado haciendo Iniesta en los últimos partidos. La triste conclusión es que el Español nos ha vuelto a joder.

Lo bueno que tiene hacer una primera vuelta como la que hicimos es que te proporciona una buena protección contra partidos como el de hoy. El colchón ya no es tan grueso como antes pero sigue siendo colchón y siete puntos son una gran diferencia que a principio de temporada hubiéramos firmado tener en la jornada 23, si nos centramos en eso y en el hecho de que en algún momento era lógico tener un bajón (por más que haya sido en unas circunstancias tan frustrantes como las de hoy) no tendremos problemas.

Nos espera una semana con jornada de Champions y un partido contra el Atlético de Madrid, así que ante todo mucha calma. Si nos dejamos afectar por la presión mediática mesetaria (que ya era muy activa con doce puntos de diferencia y que ahora se volverá ensordecedora) no estaremos demostrando mentalidad de campeones, y eso es tan importante como jugar bien.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Entresemana

Dado que por primera vez en mucho tiempo no tenemos ninguna competición que anime el aburrimiento entre un domingo y el sábado siguiente vamos a tratar dos temas candentes que preocupan a la comunidad culé.



El primero de ellos tiene que ver con Samuel Etoo que por si no lo sabían termina contrato este año. El hecho de que el camerunés esté mareando la perdiz sobre su renovación puede obedecer a su peculiar carácter siempre a la búsqueda desesperada de atención, a que quiere jugar al me-voy-no-me-voy con vistas a un regateo económico o a que realmente tiene pensado irse.


Yo creo que un poco de las tres cosas pero principalmente la primera, quizás el camerunés no perdona que durante el verano pasado el club tratara de traspasarle ante la manifiesta intención de Guardiola de no contar con él. Quizás no se actuara con demasiada delicadeza ni tampoco con demasiada inteligencia puesto que al no poder efectuar dicho traspase el jugador no estaba en las condiciones anímicas más idóneas para empezar la temporada. A pesar de eso hay que reconocer que Samu ha cumplido tanto o más que otros años, a estas alturas ha marcado ya 23 goles y de seguir así quien sabe si podría llegar a batir la mítica marca de Hugo Sánchez. A mí personalmente nunca me ha gustado su juego pero el trabajo de Etoo es marcar goles y eso lo hace mejor que nadie. En estas circunstancias me parece de suma importancia que el delantero siga en nuestro equipo aunque no sé si será más un problema de dinero o del orgullo herido del león indomable que además siempre ha vivido a la sombra de otros cracks con más reconocimiento que él, primero Ronaldinho y luego Messi y en ocasiones ambos a la vez.

De todos modos tanto si se quiere ir como si no lo cierto es que hay que ir pensando en fichar a otro delantero porque además no hay que olvidar que Henry tiene ya treinta y dos brejes y para los jugadores, como para los perros, los años pasan más deprisa. ¿Alternativas? Se oyen muchas, la más verosimil sería la de Villa pero la verdad, aún reconociendo sus cualidades, tengo que decir que no lo veo de azulgrana, no creo que encaje bien aquí aunque con la desesperada situación que atraviesa el Valencia podríamos tenerlo por cuatro gordas.

Yo sinceramente apostaría por otra clase de ariete, uno más joven y con más velocidad y potencia al estilo, al estilo de Torres o del quizás más asequible Fernando Llorente al que he seguido bastante estos últimos años, quizás el pecoso tiene más gol que Llorente pero el bilbaína tiene más posibilidades de recalara aquí.. Cristiano Ronaldo también responde a esta clase de delanteros pero sinceramente me da asco la idea de verle con la camiseta del Barça puesta.

Otros nombres que se mencionan son los de Benzemá y Ribery que tampoco desentonaría si Etoo decide quedarse ya que seguimos sin tener un verdadero delantero de banda. En fin esperemos que los directivos del club estén haciendo su trabajo porque de verdad que vamos a necesitar a alguien.




La otra noticia inquietante es la nueva lesión de Iniesta. Por lo visto esta vez será sólo por un par de semanas pero me pregunto si la sobrecarga de partidos está empezando a causar efecto (primero el capi y ahora Iniesta). Durante los próximos tres partidos (Español, Olympic y Atlético de Madrid) no será posible pues el centro de campo Xavi-Iniesta que tan nerviosa ponía a la cierta parte de la afición culé (entre la que no me encuentro) por lo que supongo que veremos un medio campo con Yaya Touré o Busquets en combinación con Xavi y Keita. La ausencia del manchego reduce también las combinaciones en el ataque que se reducirá al trío titular con las únicas alternativas de Bojan, Hleb y quien sabe si Pedrito al que me gustaría que el mister siguiera probando como hizo al principio de temporada.

domingo, 15 de febrero de 2009

JORNADA XXIII



Tras el clásico disputado en el mes de diciembre el equipo, o mejor diría la afición (yo incluido), se había embarcado en una absurda competencia con el máximo rival para ver quien pinchaba primero, absurda porque con una diferencia de doce puntos se había alimentado una falsa tensión más propia de equipos a los que separaban como mucho dos. En una liga de fútbol los partidos se ganan, se empatan y se pierden. Parece mentira que haya que recalcar esta verdad de Perogrullo, al igual que parece mentira que no seamos conscientes de que es imposible ganar todos los partidos, que yo sepa nadie lo ha hecho jamás. Así pues es de esperar y desear que este empate (perfectamente justificable viendo el partido en sí y totalmente lógico teniendo en cuenta los rivales que se enfrentaban) sea juzgado exactamente como merece.

Ahora vayamos al partido. La alineación del Barca presentaba dos problemas, uno en la delantera y otro en la defensa. El problema en defensa era que jugaran en el centro dos hombres como Piqué y Cáceres, dos defensas que, como se ha dicho ya en anteriores ocasiones, se desenvuelven mejor cuando tienen algún compañero con garantías que les cubra las espaldas. El problema con Piqué, Cáceres y Valdés es que son jugadores buenos en algunas facetas pero incompletos en otras, es el caso de Valdés que es bastante deficiente en el juego aéreo pero muy eficaz en la anticipación y en el mano a mano (ayer volvió a recordarnos de qué manera salvó al equipo en la final de hace dos años y más recientemente en el encuentro con el Real Madrid). Lo mismo cabe decir de Cáceres un defensa que marca muy bien pero que da una tremenda sensación de inseguridad cuando tiene la pelota en los pies. El problema es que el Barca necesita en su demarcación más flojas (y la defensa siempre lo ha sido al menos desde que pasaron los tiempos de Nadal y Abelardo) jugadores que cubran todas las facetas posibles en la defensa de un club de primer orden. De esta indecisión vinieron los dos goles del Betis, uno a balón parado y otro tras un pase por alto. En ambas jugadas se demostró la falta de destreza de la zaga azulgrana a la hora de defender balones aéreos, nos han metido muchos goles así y siempre que hay un balón por alto merodeando por el área ya sabemos que hay peligro. Todo lo contrario que en el área bética donde siempre que se intentó colgar algún balón no se pudo crear ni siquiera la más mínima sensación de peligro.

De todos modos la alineación en la retaguardia podía estar justificada por la lesión de Puyol (ignoro si también se quería reservar a Márquez por la misma causa). Lo que es más discutible es la delantera titular con la que se saltó anoche al Ruiz de Lopera. El problema es que del tradicional 4-3-3 del equipo titular se pasó a una especie de 4-5-1 porque ni Hleb ni Iniesta son realmente delanteros. El albaceteño jugó exactamente como lo hubiera hecho de no haber sido colocado en la izquierda de la defensa, es decir, en la posición de interior izquierdo. En muchas fases de esta primera parte incluso se le podía ver recogiendo balones en el centro de campo para tratar de subir la pelota. Aún así fue sin duda el mejor jugador culé de esta no muy afortunada primera parte o al menos el único que dio alguna sensación de peligro con sus internadas por banda tratando de colocar un pase que nunca llegaba a su destino. De sus botas surgió la jugada del penalti (para mí clarísimo, parece que no tanto para otros como de costumbre) que sin duda salvo al equipo de una derrota. Por cierto que deseo que, en esa ridícula forma de dividirse los lanzamientos de penalti, el sorteo no favorezca a Etoo cuando nos encontremos con una falta máxima a favor digamos en una semifinal de la Champions.

Por la parte de Hleb se volvió a constatar su dolorosa inoperancia. No es que ejerciera de falso delantero, es que, como de costumbre es imposible sabe a qué juega, la única certeza con él es que su influencia en el desarrollo del partido va a ser mínima. La conclusión es que ayer en la primera parte sólo se jugó con un delantero y si ese delantero es Etoo (el mejor goleador de Europa ahora mismo siempre y cuando tenga alguien que le asista buenos balones) el resultado en ataque es igual a cero. Como decíamos el único peligro provenía de las irrupciones en área de Iniesta y de algunos pases de Abidal o Alves que casi nunca encontraban rematador. En estas circunstancias se puede decir que se regaló la primera parte. Dosificar a Messi me sigue pareciendo una medida respetable y defendible pero tenemos cuatro delanteros titulares en el equipo y alinear de entrada sólo a uno va en contra incluso de nuestra filosofía del fútbol.

La segunda parte trajo los cambios más lógicos como fueron el relevo de la nada Hleb y de Keita que no fue sustituido por su mal juego (tampoco fue bueno, como en muchas ocasiones se limitó a prolongar la pelota sin tener demasiado influencia y sin tan siquiera crear peligro desde la segunda línea como sí ha hecho otra veces) sino porque era el primero al que, por descarte, se podía sustituir.

El Barca había adquirido algo de moral tras acortar distancias al filo del descanso y salió decidido a buscar el partido aunque Messi, tan decisivo otras veces, se mostró bastante falto de motivación además de que como de costumbre también estuvo muy marcado. Henry tocó bastante la pelota aunque se empeño en realizar una y otra vez la misma jugada (el desborde hacia el interior del área) que una y otra vez tuvo el mismo estéril resultado. El peligro venía una vez más de Iniesta que protegía el balón, trataba de seguir internándose en el área y distribuía el juego por el ataque azulgrana. Hay que decir también que el Betis jugó un gran encuentro, en defensa estuvo perfecto y en ataque seguía contando con gente como Sergio García u Oliveira que apunto estuvieron de finiquitar el partido. Aún así hay que alabar la actitud del Barca que siguió jugando al ataque sin importarle el peligro. Fruto de esta insistencia fue la jugada del empate en la que Messi (que como el Cid puede ganar batallas incluso estando muerto) arrastró a parte de la defensa contraria para permitir que Etoo equilibrara el partido con otra jugada eléctrica de delantero centro clásico.

El empate llegaba faltando seis minutos más el descuento para terminar el partido y parecía perfectamente posible que se volviera a producir una remontada pero lo cierto es que el Betis siguió defendiéndose con acierto y en el tiempo que quedó bien poco se pudo hacer. El empate es un resultado satisfactorio, lo hubiera sido incluso antes del partido pero más teniendo en cuenta como se desarrollo el partido. Cuando termino de escribir esto el Real Madrid va ganando por tres goles de diferencia en El Molinón, desde cualquier punto de vista una diferencia de diez puntos es demasiado grande para dejarse llevar por cualquier sentimiento de presión por más que la absurda prensa deportiva (y no hablo sólo de la prensa deportiva mesetaria) trate de hacerlo. La situación actual no es ni siquiera parecida a la de hace dos temporadas aunque, como en esa otra ocasión, lo que sí es cierto es que sólo el Barca puede conseguir que dicha situación empeoré.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Distracción de entre semana

1. Capello ha logrado una hazaña. Ha conseguido juntar lo peor del juego italiano y lo peor del juego inglés en un solo equipo.

2. No se ha lesionado ninguno de los nuestros (aunque Piqué ha dado un sustito) y además todos han jugado bien aunque Iniesta y Xavi se han fundido, a buen seguro que alguno de los dos no empieza el partido el sábado.

3. Golazo de Messi con Argentina

4. Los jugadores del Barça partiendo la pana por toda Europa

domingo, 8 de febrero de 2009

Jornada XXII


Partido clásico del llamado “Equipo A” que presentaba todas sus credenciales con la excepción de Cáceres en la frontal de la defensa haciendo compañía a Puyol que al final del partido tuvo una recaída muscular. ¿Fue prudente la alineación del Gran Capitán?. A toro pasado habrá quien diga que no pero dejar a la defensa con el referente del inseguro Cáceres y algún apaño como poner a Abidal de central (cosa que al final tuvo que hacer) no parecía lo más recomendable. En el centro de campo de nuevo la presencia de los dos interiores, Xavi e Iniesta, lo que indicaba que sería un partido netamente ofensivo.

Y así fue, ante un Sporting que prácticamente no hizo nada a excepción de defenderse, el Barça dominó completamente el encuentro tratando de penetrar la defensa enemiga con cualquiera de sus muchas variantes de ataque. Como de costumbre también, en las primeras fases del juego las opciones vinieron por la banda izquierda debido al esfuerzo de la defensa contraria en tapar la derecha. El dominio era total pero tampoco se traducía en demasiados opciones de gol hasta que una recuperación en la frontal del área local propició una carrera impresionante de Iniesta (impresionante porque no perdió los nervios ni separó nunca la pelota más de tres milímetros de su bota) que combinó con Henry que a su vez asistió a Etoo para el primer gol. Una jugada para mostrar en las escuelas de fútbol como modelo de contraataque.

Tras abrirse la lata las cosas no variaron en ninguno de los dos equipos, el Sporting seguía tratando de defenderse y el Barça recuperando la pelota constantemente para volver a armar el ataque. En una de estas Messi, en uno de los escasos momentos en el que tuvo la libertad suficiente para intentar alguna jugada, sirvió un gran pase a Etoo que volvió a fusilar.

El partido se podía dar prácticamente por acabado. Y más aún cuando tras el descanso el Barça siguió dominando pero ya con las marcas más libres empezó a jugar casi con descaro. En esta fase Busquets e Iniesta se hicieron los amos del campo, el primero robando balones y el segundo moviéndose con entera libertad en la zona del interior y distribuyendo el juego como quería. El tercero era cuestión de tiempo y llegó tras una jugada de anticipación, fuerza y testosterona de un (como suele ser ya habitual) gran Alves que merecía también meter algún gol además de dejarlos en bandeja para los demás.

A partir de aquí los dos equipos dejaron de interesarse por el partido. El Barça además empezó a dar síntomas de cansancio (en especial Messi, ojalará no tuviera que jugar esta semana próxima con su selección) y el Sporting dio el partido por perdido definitivamente. El gol del visitante vino de la única manera que podía venir: un rechace después de una jugada a balón parado pero ni eso estimuló el interés de los hombres de Preciado. Por cierto que la jugada del gol encajado también debería pasarse en las escuelas de fútbol para ver cómo no hay que despejar un balón por alto: es decir, cabeceando hacia abajo para que alguien que venga en la segunda línea tengo el balón franco para rematar que fue exactamente lo que pasó.

Pero como digo todo el mundo había dejado ya la cosa por hecha y se llegó al final del partido sin más contratiempos que la mencionada recaída de Puyol. El único temor que hay a estas alturas en la comunidad culé es que la acumulación de partidos empiece a pasar factura y ya ni siquiera pensando en la liga sino en la Champions. Esperemos que el mister tome sus precauciones cosa que no dudamos que hará.

jueves, 5 de febrero de 2009

Billete sólo de ida



No he visto casi nada del partido, preferí ir a ver Valkiria (y creo que me equivoqué aunque de eso ya hablaremos en otro momento, o a lo mejor no). Por lo visto el partido no ha sido bueno pero al cuerno con eso, lo importante era ganar y dejar más o menos despejada esta pegajosa Copa del Rey de modo que el partido de vuelta no sea un estorbo para lo verdaderamente importante y un resultado de 2-0 era lo mínimo exigible.

La mejor noticia es que por fin hemos marcado de falta, no recuerdo cuándo fue la ultima vez y siendo el Barça un equipo muy susceptible de recibir faltas no es cosa baladí. El que hay visto más que diga algo, yo me despido diciendo que J.J. Santos es un pobre hombre.

domingo, 1 de febrero de 2009

JORNADA XXI



Partido complicado, atravesado y triste. Sobre un terreno cuyo mal estado no dejaba espacio para el pase al hueco ni el toque raso largo (y cuando se intentó no resultó bien) el Barça consiguió casi en seguida dominar el centro de campo donde Busquets y Touré impusieron su anticipación y su fuerza física lo que permitió una distribución del juego bastante fluida al menos hasta que el balón llegaba a las proximidades del área en el que los intentos de penetración de Iniesta y Etoo no encontraban espacio y donde los pases de Henry y Alves por banda no encontraban rematador.

Casi inmediatamente se empezó a echar falta la presencia de Messi pero los culés tenemos que ser coherentes, el jueves pasado exigíamos al mister que el argentino echara una mano en el partido de Copa para evitar una eliminatoria que hubiera sentado muy mal en la comunidad. Y hoy exigíamos que la pulga saliera desde el primer minuto a disputar un partido que se intuía, y con razón por lo que hemos visto, muy difícil. Y no se puede estar en todas partes. La decisión de hacer jugar a Leo el pasado jueves y de que no empezara hoy el partido es tan discutible como si se hubiera tomado esa decisión a la inversa así que opino que simplemente tenemos que confiar en el mister y en su criterio.

Lo cierto es que en esta primera mitad no había forma de perforar la defensa racinguista y no sólo no se marcaba sino que incluso no se creaban ocasiones y nadie parecía capaz de hacer ni lo uno ni lo otro (Iniesta como siempre que juega de delantero no estaba cómodo, Henry estaba muy tapado y Etoo totalmente inoperante).

En la segunda mitad y cuando ya calentaba Messi tuvo lugar la demostración de algo que yo siempre he sostenido: Márquez es un buen líbero y un eficaz recurso para sacar la pelota en defensa pero no es ni ha sido nunca un buen central y cuando se le pone a prueba en esa faceta suele fracasar. Ya en la primera parte, en aquella jugada en la que el Racing estrelló un balón en el palo, en lugar de enfrentar al jugador que llevaba la pelota, lo que hizo fue recular para cubrir un hipotético pase con lo que dejó el camino libre para un tiro a puerta que podría haber acabado muy mal, una jugada insólita para un defensa profesional.

En la jugada del penalti perdió la cara a Pereira y luego le hizo un torpe penalti. Otra jugada de defensa principiante.

Con el uno a cero a favor de los locales se vivió algo parecido a lo que tuvo lugar hace alguna semanas cuando el Osasuna se nos puso también por delante: muchos firmaban ya el empate. Pero por fortuna pasó casi exactamente lo mismo que entonces.

En primer lugar entró Messi por Busquets, un factor que trajo dos consecuencias: para empezar Iniesta se retrasó a la posición de interior y empezó a tocar la pelota con mucho más acierto y peligro repitiendo la asociación con Xavi del pasado jueves; en segundo lugar la entrada del argentino hizo que, la hasta ese momento impecable defensa racinguista, se descompusiera. Los cracks están para eso, para marcar la diferencia, para echarse al equipo a cuestas y para sembrar el pánico en el campo enemigo y esas tres cosas fueron las que hizo Leo, su sola presencia no sólo infundió miedo en los zagueros locales sino que pareció galvanizar a sus compañeros, en especial a Iniesta y a Henry. De un pase de este ultimo vino el remate de cabeza de Xavi, el rebote en el larguero y el Messi oportunista que metió la pierna y consiguió el empate.

A partir de ese momento el Racing se vino abajo definitivamente y el Barça, en sus mejores minutos, empezó a asediar la portería local. El gol de la victoria parecía cuestión de tiempo y por fin llegó a falta de diez minutos, esta vez a los pies de Messi el genio: robo de balón, auto pase con el pecho y tiro cruzado con la derecha. Gol de la victoria en un partido dicifilisimo y por añadidura gol número 5.000 en liga, no se puede pedir más a un solo hombre.

Otro partido tachado del calendario y otra semana más que se salva la presión (más ficticia que real, recordemos que estamos a doce puntos del segundo) de un Real Madrid que lleva seis partidos seguidos ganados.

Conclusiones: seguimos con problemas en defensa donde Piqué, Márquez y Cáceres rivalizan en ver quien ofrece más sensación de inseguridad; centro de campo consolidado con el talento de Xavi, la fortaleza de Touré y la mezcla de talento y fortaleza de Busquets. Delante está claro que Messi es imprescindible lo que no deja de tener su derivación inquietante. El Barça siempre ha dependido en exceso de sus cracks y la ausencia de los mismos por cualquier circunstancia se nota demasiado. De todos modos no vale la pena llorar por problemas que aún no tenemos. Que pase el siguiente.