sábado, 28 de junio de 2014

AY MI BRASIL SIL SIL

Post de comentario general sobre los partidos de octavos de final. El glorioso equipo brasileño que jugó el Mundial de 1982 tenía un matruco como delantero centro llamado Serginho que desentonaba como una cucaracha en un pastel de bodas. Pero al menos el matruco tenía detrás a Sócrates, Eder, Zico, Junior y compañía. Ahora la canarinha tiene dos matrucos llamados Fred y Hulk (no me digan que no tienen nombre de matones de película de Bruce Lee) pero detrás tiene a un grupo de muleros que nivela la mediocridad, destaca Neymar eso sí pero ha vuelto a demostrar que es un jugador de 45 minutos. En resumen el peor partido visto hasta ahora aunque me alegro de que Brasil haya pasado, eso sí, van a sudar tinta sólo para llegar a la final, y no digamos para ganarla.
Tuve que ver el Colombia vs Uruguay en un bar (había evitado esta practica que me disgusta muchísimo durante la primera fase porque pero estamos en cuartos) lo que me permitió compartir la velada con las aficiones de ambos equipos lo cual fue una experiencia interesante. No había visto ningún partido de Colombia y me pareció un equipo muy lejos del estilizado tecnicismo de los tiempos de Maturana pero bastante físico y rápido aunque algo tosco pero con mucha presencia en todas las demarcaciones del campo, muy al estilo sudamericano. Además cuenta con un goleador implacable que ha marcado el hasta el momento mejor tanto de la competición. Uruguay se vio muy superada en todo momento y contaba además con el hándicap psicológico de la penosa cuestión molar que amenaza con convertirse en el paradigma del campeonato. Brasil temía un cruce con los charrúas por la vieja leyenda del Maracanazo pero sinceramente creo que lo van a pasar peor con la animosa Colombia, sobre todo si ambos equipos vuelven a jugar como lo hicieron ayer.
Dado que no me aboné a Gol Televisión (error imperdonable para un fanático de los Mundiales como soy) he tenido que ver el partido en condiciones indignas y tras múltiples avatares de consecuencias insospechadas para ustedes. No puedo decir que lo haya visto pues como se debe para poder comentar pero sí conseguí ver lo suficiente como para darme cuenta de qué manera el equipo mexicano, que se adelantó al comienzo de la primera parte, cometió el error de no ir a por el segundo gol (algo que no hubiese sido demasiado difícil teniendo en cuenta los grandes espacios que los holandeses dejaron a la espalda de su ataque) sino de tampoco intentar controlar el encuentro concentrándose así en la nefasta táctica de encerrarse atrás y rezar para que no le metieron un gol. Al final le metieron dos y el segundo tras uno de esos penaltis como mínimo discutibles (está claro que ha contacto pero Robben se tira como si hubiese recibido un tiro de escopeta). Mis simpatías iban con México pero una vez más ganó el más listo.
Definitivamente no me gusta el fútbol americano, una forma de jugar estilo “pollo sin cabeza” que personalmente me trastorna: mucho fondo físico, mucha bravura, mucha garra pero también mucho chutar desde cualquier ángulo, muchas pérdidas de balones absurdas y mucho juego en general de patio de colegio. Ayer noche no iba con ningún equipo en especial pero acabó agradándome más la selección griega y su intento de jugar algo a la pelota que el mareante bregar de los ticos. De todos modos estaba claro que era un duelo de cenicientas entre dos equipos simpáticos y cualquier resultado nos hubiera parecido bien a los neutrales, al final la tanda de penaltis inclinó la balanza por los centroamericanos, me alegro por ellos aunque creo que la broma ha durado demasiado y es hora y sería absurdo que los voluntariosos costarricenses no se quedaren en cuartos.
Podríamos decir otro tanto de lo sucedido esta tarde en Brasilia con la diferencia de que Francia se ha pasado un 70% del encuentro sin saber de qué iba la fiesta, Nigeria ha dominado durante ese período de tiempo aunque, como suele ser habitual, se ha mostrado muy candorosa en ataque y no se puede decir que haya tenido verdaderas oportunidades, Francia ha parecido despertar en cierto momento y darse cuenta de que se le venía el partido encima y ha empezado a jugar y a atacar con mucha más cabeza que las superáguilas aunque bien es cierto que sus dos goles han venido por fallos estrepitosos y calamitosos. ¿Veremos un partido de cuartos entre Francia y Alemania y además en el aniversario de Verdún y esas vainas? Pronto lo sabremos.
Por el momento el mejor partido de entre los que he visto, nuevo duelo entre la velocidad y la profundidad representada por Argelia y el control representado por Alemania aunque hay que reconocer que los teutones estuvieron durante un buen trecho a merced de los norteafricanos, el problema es que mientras ese dominio argelino no se manifestaba en ocasiones claras de gol, en cambio Alemania sin hacer repetimos en absoluto un buen partido fue capaz de hacer una impresionante cantidad de ocasiones de gol. Al final se materializaron dos curiosamente transformadas por dos de los peores jugadores germanos. En fin, ya tenemos el duelo franco alemán en cuartos y hoy quedará ya completo el cuadro. Esperemos que Argentina esté en él.


Imposible decir quién se va a llevar el gato al agua en estos mundiales, con la única excepción de la rocosa Holanda no se ha visto ninguna Selección que no haya mostrado debilidades manifiestas y a la que no le haya costado un infierno llegar a la siguiente fase por muy débil que fuera a priori el rival que tenía enfrente.

 No sería justo decir que Argentina ha hecho hoy un mal partido, se podría decir que Di María y Lavezzi han estado especialmente desafortunados o que Higuaín ha ejercido de ariete-palo como en los tiempos más rupestres del balompié -de tal manera que durante muchas fases del juego había dudas sobre si todavía en el campo- pero en resumen la albiceleste se ha comportado como lo que es: un mazacote de mediocridad que se agrupa en torno a un crack que muchas veces consigue sacar el partido adelante por sí solo, vamos un poco como Brasil salvando las diferencias.

 De ese modo hemos visto una primera parte soporífera en la que Argentina ha dominado sin ningún provecho y una segunda en la que ese dominio ha traído fases de verdadero peligro para la portería suiza (con Messi como gran protagonista) alternadas con contraataques helvéticos sin demasiada fortuna. En la primera parte de la prórroga en cambio los argentinos han acusado más el esfuerzo mientras que Suiza trató de estirarse un poco buscando la sorpresa aunque era evidente que su objetivo era, posiblemente desde el comienzo del partido, tratar de alcanzar los penaltis.

En ese momento apareció Messi para hacer lo que se le pide: desequilibrar en medio de un conjunto penosamente equilibrado en su adocenamiento, y lo hizo también ejerciendo una función que prácticamente nadie más hace en su equipo y que sin duda le ha restado brillantez a su juego en otras encuentros de su selección: ejercer de enganche el medio campo y la delantera, un espacio amplio y casi siempre desierto, esta función (que en el equipo que le paga los asados hacen entre dos y tres jugadores como mínimo en cada partido) le resta verticalidad a un jugador nacido para moverse siempre en los linderos del área pero repito, que en esta selección (y en las otras en las que ha sido convocado con anterioridad) es imprescindible que lleve a cabo esta labor de engarce, y repetimos que fue eso exactamente lo que hizo, cuando ya se bordeaba el drama de los penaltis, salvando una vez más los muebles de su querida Argentina.

Una nueva huida hacia adelante de un equipo que avanza a trompicones hacia el próximo cruce que saldrá del último partido de la jornada, veremos que tal le va entonces.



Nuevo duelo entre la clase media (Bélgica) y la clase obrera (EEUU) del fútbol mundial y uno de esos partidos en los que uno no tiene afinidad ni animadversión por ninguno de los dos contrincantes, con lo que se puede ver el encuentro de la forma más relajada y diletante posible.

 

A los equipos que se enfrentan en eliminatorias directas se les puede dividir entre aquellos que quieren evitar los penaltis y aquellos que quieren llegar a ellos como única forma de salvar dicha eliminatoria. Anoche se vio claro que era el equipo europeo el que quería llevar la iniciativa en este caso de manera que, tras algunos intercambios de golpes iniciales, se empleó a fondo en poner cerco a una selección norteamericana que únicamente se dedicaba a defenderse como buenamente pudo mientras las ocasiones de gol se sucedían de forma consecutiva.

 

Hubiera sido lógico y justo que los belgas al final se llevaran el gato al agua pero sólo un ignorante o un ingenuo no sabe que en el fútbol no hay justicia ni lógica y así, casi al final del encuentro, EEUU pudo ser el que se llevara la victoria cuando falló una ocasión clarísima de gol. Se inició una vez más la prórroga con la misma tónica que el partido previo pero en esta ocasión Bélgica logró por fin el ansiado gol al que al poco rato siguió un segundo tanto que parecía sentenciar la eliminatoria. Pero fue en ese momento cuando el equipo americano pareció por fin despertar del K.o. técnico al que había estado sometido todo el encuentro y tras meter un gol consiguió meter también el miedo en el cuerpo a los diablos rojos mas al final terminó por dejar este Mundial aunque, como se suele decir de los perdedores simpáticos, con la cabeza bien alta.

 

Finaliza la fase de octavos y ahora vienen un par de días de descanso tras lo cual vienen unos cuartos de destino totalmente imprevisible pero que sin duda resultaran, precisamente por eso, igual de apasionantes. Allí estaremos.  


  

martes, 24 de junio de 2014

AUSTRALIAN BLONDE

Micrófono abierto

miércoles, 18 de junio de 2014

PITEATE UN FLAITE









Tonigh tears tomorrow reflexión




Al final no voy a hacer un comentario demasiado amplio porque entre otras cosas no sabría qué decir y es que todavía sigo sin explicarme bien qué ha pasado.


 


Únicamente mencionar que sí que se hicieron cambios, se trocó a Piqué por Javi Martínez aunque eso no impidió que la debilidad defensiva volviera a estar presente aunque no de manera tan dolorosamente ridícula como en el primer partido, en la delantera se optó por hace acompañar a Costa (que en todo el partido y tal como sucedió contra Holanda, mantuvo esa expresión de estupor permanente y que es sin duda uno de los grandes fiascos de esta desgraciada edición) por Pedro manteniendo así la dualidad táctica (o más bien la contemporización táctica ya muy reseñada en esta y otras ocasiones en la descripción del carácter del seleccionador) de la que hablábamos el pasado viernes, tampoco sirvió de nada.


 


Pero lo más grave para mí ocurrió en la zona ancha del campo, yo puedo entender la decisión de sustituir a Xavi Hernández pero lo que no comprendo es que se le quite  a cambio de no poner a nadie en su lugar, el reclamado Coque no salió y se eligió la opción de intentar que Iniesta hiciera de Xavi, y tal y como suele ocurrir siempre que se hace tal cosa (nosotros los culés lo sabemos bien) al final se consigue que Iniesta ni haga de Xavi ni pueda tampoco hacer de Iniesta. Para mí un grave error de planteamiento que echó el partido por la borda en los primeros 45 minutos.


 


A pesar de la animosa (y un tanto patética) arenga de los locutores de Mediaset (que han visto cómo se les ha ido al garete buena parte de su inversión) estaba claro que la cosa tenía muy poca solución y aunque en los primeros 15 minutos de la reanudación se intentó reaccionar (con dos ocasiones de gol, una de ellas muy clara) dicho intento se acabó por diluir en el agobio y la confusión ya descritas.


 


Termina la participación del combinado nacional en Brasil 2014 y termina también un ciclo triunfal de seis años de duración, se sabía que esto iba a llegar más tarde o más temprano pero la caída ha sido muy dura, nuestros jugadores van a descubrir ahora (si no lo sabían ya) lo rápido que se pasa del infinito al cero y viceversa en nuestro país. Lo que queda ahora es plantearse una renovación de los seleccionados (pensando ya en la Eurocopa rusa de dentro de dos años suponiendo que al final se juegue en dicho país) y plantearse con más cuidado si el modelo de juego a seguir debe también variar claro que lo primero sería preguntarse asimismo si debe ser este Seleccionador (que siguiendo la misma idiosincrasia nacional antes mencionada ha sido renovado antes de empezar nuestra participación en este Mundial) el que la lleve a cabo.


 


Y eso es todo, gracias por estos seis años inolvidables y hasta siempre. No habrá comentario del próximo partido entre otras cosas porque no voy a verlo aunque habrá post de micrófono abierto y por supuesto foto de maciza australiana.


 


Del resto del Mundial se comentará lo que sea digno de mención. Yo en particular voy con Brasil (iría con Argentina si tuviera alguna posibilidad) ¿Y ustedes?





sábado, 14 de junio de 2014

SPIN DOCTOR



Estoy intentando averiguar qué ha pasado, la crónica en breves momentos. Mi intención era escribir la crónica nada más terminar el partido pero la confusión era tal (hablo a nivel personal, por lo que pude escuchar después y como suele ser habitual, había gente que ya sabía perfectamente lo que había pasado y es más ya lo habían predicho aunque no puedan demostrar esa afirmación de ninguna manera) que en lugar de eso me dediqué a jugar al “Kingdom Rush Frontiers” durante dos horas seguidas.


Y ahora, tras un par de horas de reflexión ¿sabemos qué ha pasado? Pues a ver si lo averiguamos.


Para empezar Del Bosque resolvió la habitual controversia sobre si jugar con un punta claro o con eso que se ha dado en llamar un falso 9 de la manera habitual en él: tratando de contentar a todo el mundo. Así pues el equipo saltó al campo con Diego Costa en el centro de la delantera, en teoría para tratar de aprovechar envíos largos a su espalda del dúo Xabvi e incluso de Piqué y Sergio Ramos, al mismo tiempo decidió también acumular en poco espacio de terreno al de Terrassa junto con Silva e Iniesta manteniendo así dos alternativas de ataque posibles.

El comienzo del partido estuvo presidido por la indefinición, algo habitual en el comienzo de una competición como esta, en un principio se trató de aprovechar la verticalidad de Costa con los reseñados envíos largos pero el hispano brasileño además de sufrir un eficaz marcaje, pareció estar algo superado por su inclusión de entrada en su primer partido oficial (algo que también se había notado en los amistosos previos) así como por la hostilidad del público local que no dejó de chiflarle con saña cada vez que la pelota se acercaba a tres metros suyo.

El equipo español decidió muy pronto cambiar esta táctica y empezar a tocar la pelota en corto aplicando el juego combinativo que les ha hecho célebres a nivel mundial, este hecho unido a la inacción de la selección holandesa (que tan sólo había tenido un acercamiento a la portería española aunque ya en ese momento empezó a vislumbrarse la inseguridad defensiva que traería la debacle posterior) provocó que los nuestros se adueñaran pronto del partido y comenzaran a poner crear verdadero peligro, de una de esas jugadas de combinación señaladas (que tuvo lugar precisamente entre Iniesta, Silva y Xavi) vino el penalty provocado por Costa (que en honor a la verdad creo que no fue tal) y el primer y único gol español.

El juego de la Selección no era espectacular pero era bueno, e incluso brillante a ratos, de tal manera que oscureció algunos aspectos negativos como el hecho de que todo el juego de ataque cargaba siempre por la banda izquierda mientras que la derecha estaba totalmente desaprovechada (Azpilicueta no se decidió a abordarla hasta bien entrados los primeros 45 minutos).

El partido parecía controlado e incluso estuvimos a punto de aumentar la ventaja con otra gran jugada de toque que Silva no definió por muy poco. En ese momento llegó la clave del encuentro, un pase largo que entró por nuestra banda izquierda que culminó con un brillante remate de Van Persie, tanto que no dejo ver con claridad la parte de culpa que en el gol del empate tuvieron Piqué, Ramos y Casillas, el trío desafortunado protagonista de lo que vendría después

El gol además vino en el peor momento, no tanto por ser lo que se suele denominar como “gol psicológico” -cuando el humedecido combinado nacional ya paladeaba el agua del vestuario-, sino porque no dejó tiempo a calibrar la reacción de nuestro equipo, quizás si ese gol hubiese tenido lugar en el minuto 35 de la primera parte Del Bosque podía haber deducido que era menester hacer cambios en el descanso, pero opino que no hubo tiempo para eso por lo que saltar al campo tras la reanudación fue una decisión lógica con la que yo mismo estuve de acuerdo.

A los diez minutos de empezar dicha reanudación y sin que en ese intervalo sucediera nada que nos hiciera pensar que estaba pasando algo fuera de lo común, Robben pinchó un pase largo y tras romperle la cintura a Piqué (un geito que los culés conocemos bien) plantó el 1-2 en el marcador, y sin que hubiese tiempo de que nadie empezara a calentar llego el 1-3 aunque tras una falta a Iker en el área pequeña. En 15 minutos (descontando el tiempo de interrupción del descanso) se había pasado de tener un partido en el bolsillo a ir con un marcador que parecía ya definitivo.

La verdadera debacle se produjo en ese momento, Del Bosque trató de meter algo de mordiente arriba dando entrada al voluntarioso Pedro y a la incógnita Torres por el superado Diego Costa y por Xabi Alonso, a pesar de que el canario protagonizó una jugada con su ímpetu habitual, que terminó en un gol anulado por fuera de juego, se trató tan sólo de un espejismo, el resto del encuentro se tradujo en un doloroso vagar por el campo de unos jugadores cansados, confundidos e incapaces de reaccionar al tiempo que los holandeses volvieron a marcar en otras dos ocasiones (una de ellas tras un clamoroso fallo de Casillas) y pudieron haberlo hecho en al menos otras tres.

Por fin concluyó el calvario con un resultado que ni el más pesimista de los españolistas y ni el más optimista de los anti españolistas había podido prever. Pero ¿qué había pasado? En el post anterior a este (al menos nosotros sí tenemos pruebas de ello) habíamos comentado las dudas que se planteaban con un combinado cuya columna vertebral era un equipo con unos jugadores y un estilo de juego que se declaraba que había entrado en decadencia. Lo que pienso de nuestro seleccionador ahora es lo mismo que he pensado (y comentado) siempre: es un hombre cuyo carácter contemporizador se impone por encima de cualquier otra lógica táctica o estratégica, no voy a criticarle por eso, es posible que ese carácter sea el que nos ha hecho campeones del Mundo hace cuatro años, pero es posible también que ese carácter sea el que nos haya llevado a este desastre.

Analizándolo fríamente Del Bosque puso sobre la hierba un equipo con varios jugadores que se han caracterizado esta temporada por su intermitencia en el juego ya sea por razones físicas, tácticas o simplemente inexplicables, hablamos de Casillas, Piqué, Jordi Alba, Xavi Hernández, Xabi Alonso etcétera, jugadores que combinaban con otros que habían hecho temporadas discretas (Iniesta, Busquets) y todo ello al servicio de un ariete en su primer partido oficial con la Selección. Esto hace pensar que el de Salamanca parece en ocasiones sobre todo preocupado por no disgustar a ninguna de las vacas sagradas del vestuario y optar asimismo por mantener en el combinado a jugadores más valioso por su nombre y su trayectoria que por encontrarse en un estado óptimo a nivel físico y mental. A esto habría que unir la condición de un equipo muy cansado por la acumulación de partidos de un temporada tan exigente como otra cualquiera y por el hecho sorprendente de haber elegido un lugar de concentración con una diferencia de temperatura de 20 grados respecto a las localidades donde se han de jugar los partidos.

Todo esto será echado en cara al entrenador y a sus jugadores por algunos que llevaban esperando mucho tiempo para alzarse y por otros que simplemente hablan en función del resultado sin entrar en más consideraciones. Pero lo peor es que parte de esas críticas parecen tener bastante fundamento independientemente de la tradicional inquina y chaqueterismo nacional.

La cuestión es qué va a pasar ahora, empezamos la competición con una derrota como hace cuatro años aunque aquello (algo que he recordado al repasar las crónicas de entonces) fue un accidente del que no se podía extraer ninguna consecuencia táctica, esto que pasó ayer es algo muy distinto. Perder el primero partido nos obliga no sólo a ganar los dos partidos que nos quedan sino a hacerlo goleando en al menos uno de ellos, el deseo de evitar ser segundos para evitar el cruce con la selección brasileña parece ahora paradójicamente el objetivo a alcanzar.

¿Qué debería hacerse en aquello que nos atañe directamente? Posiblemente de no haberse producido la derrota de forma tan humillante (en resultado y juego) Del Bosque sería poco partidario de un cambio radical, ahora es posible que el buen hombre tenga que ir en contra de sus principios debido a la presión que deberá soportar. Me parece imposible que se juegue el segundo partido con otro portero por más que Casillas parezca que sí ha acusado la injusticia que se ha hecho con él en las dos últimas temporadas, e incluso veo complicado que se sustituya asimismo a la pareja de centrales, los cambios vendrán a buen seguro en la zona ancha y en la delantera, es posible que Costa no vuelva a saltar al campo salvo como revulsivo, el mismo destino al que parece abocado Torres, a buen seguro se volverá a plantear un dúo atacante con un delantero de banda (Pedro) y un falso 9 (Villa), también veo poco probable que Silva e Iniesta (que al menos en la primera parte fueron de lo mejor de nuestro equipo) salgan del once inicial aunque se optaría por introducir a Mata o Cazorla a la menor debilidad, atrás se clama por deshacer el tradicional doble pivote por la parte de Busquets e introducir a Koke por Xavi Hernández aunque sigo pensando que los cambios vendrán más bien por la delantera y la media punta.

Ya veremos.


martes, 10 de junio de 2014

OTRA VEZ, CON MÁS SENTIMIENTO



Fiel a la cita que con carácter bianual tiene este blog (que recordemos es un spin off futbolero del blog primigenio) aquí llegamos con una nueva cita mundialista, como suele ser habitual empezaremos por un repaso de las ediciones de las que guardo memoria personal hasta llegar al momento presente. ¡Vamos pallá!.



ARGENTINA 1978
El Mundial que nunca debió celebrarse. Unos meses antes había tenido yo mi primer y dramático contacto con la selección nacional durante la fase de clasificación en el partido contra Yugoslavia, la célebre “Batalla de Belgrado”, la del botellazo a Juanito (nuestro Jake LaMotta particular) donde los serbios dieron un adelanto de la mala leche que gastaban.



Ya en Argentina y con Kubala de seleccionador empezamos perdiendo con Austria por dos a uno. Luego vendría un empate con Brasil donde se produjo uno de los hechos más recordados de la leyenda negra de nuestro equipo: el no-gol de Julio Cardeñosa, un hecho que marcaría para siempre la vida de este futbolista y por el que todavía hoy casi treinta años después le siguen preguntando. Luego vendría una inútil victoria con Suecia y para casa sin pena ni gloria





ESPAÑA 1982



Nuestro Mundial, se supone que todo estaba preparado no para que ganáramos sino para que por lo menos quedáramos entre los cuarto primeros, incluso Pablo Porta llegó a decir “por lo menos nadie dirá que fracasamos por culpa de los árbitros”. Eran los años de la eclosión del fútbol vasco y en el combinado nacional había que yo recuerde hasta cinco jugadores de la Real Sociedad.

Pero todo salió mal. Empezamos empatando a uno con Honduras luego siguió una victoria apurada contra Yugoslavia y terminamos la primera fase con una increíble derrota contra Irlanda del Norte lo que motivó que no fuéramos a parar a un grupo relativamente asequible (con Austria y Francia) y cayéramos de cabeza en una matadora eliminatoria triangular con Alemania e Inglaterra. Tocó perder con los primeros y empatar con los segundos por lo que quedamos fuera del nuestro propio Mundial en uno de los más gloriosos ridículos que se recuerdan. Una lastima porque en líneas generales fue un gran Mundial con encuentros maravillosos como el de Italia y Brasil de la segunda fase o la semifinal entre Francia y Alemania.

El desastre trajo como consecuencia una gran depuración del equipo nacional de la que sólo se salvaron Camacho y Arconada (a pesar de sus tremendos errores en este Mundial) y del que por supuesto no se libró nuestro entrenador, el pobre Santamaría. Resumiendo: mofa, befa y escarnio.




MEXICO 1986



Llegamos al Mundial de México con excelentes expectativas. Veníamos de quedar subcampeones en la Eurocopa de Francia dos años antes y la columna vertebral del equipo la formaba una quinta del Buitre en plena apogeo. Entrenaba Miguel Muñoz otro de los grandes jugadores de los cincuenta y sesenta conocido además por tener “una flor en el culo” es decir, una gran dosis de buena suerte que había comenzado con la histórica goleada a Malta.

Empezamos perdiendo con Brasil, un partido que fue escenario de otra de las leyendas negras del combinado nacional: el no-gol de Michel, esto es, un disparo del centrocampista que tras dar en el larguero boto claramente (como demostró una foto muy celebre publicada en Interview) dentro de la portería brasileña. Pero el árbitro australiano no quiso verlo y mister Bambridge entró con honores en la galería de villanos que suelen amargarnos estos acontecimientos.



Pero la cosa no fue tan grave ya que no tuvimos problemas en liquidar a los demás equipos de esta primera fase.

Ya en cuartos arrasamos a Dinamarca con cuatro goles de Butragueño en uno de los mejores partidos que se recuerdan de la selección y que motivó que nuestro equipo empezara a sonar como el candidato sorpresa a conquistar el título. El sueño terminó en cuartos de final en la que tras empatar a uno con Bélgica quedamos apeados en la tanda de penaltis después del fallo del asturiano Eloy. En fin, nuevamente para casa con la sensación de que también había fallado el probablemente mejor equipo que hayamos tenido nunca y con el único consuelo del grito “Eloy amigo, España está contigo” y otras estupideces más con las que los fracasados solemos consolarnos




ITALIA 1990



Esta vez entrenaba Luís Suárez, otra gloria del pasado metido a seleccionador y además el único jugador español que ha conseguido triunfar en el Calcio de los muchos que lo han intentado. Pero las cosas ya no eran como antes, la quinta del buitre estaba en decadencia, incluso tras el nefasto primer partido que empatamos a cero contra Uruguay algunos periodistas tildaron a Michel de “camello jubilado”, pero el gran jugador merengue se desquitó con un “hat trick” contra Corea del Sur y los ánimos se levantaron un poco. En octavos de final otra vez la eterna Yugoslavia. Resultado: 2-1 y Michel volvió a caer en desgracia tras decidir cortarse la cabeza en el lanzamiento de falta que dio la victoria a los balcánicos.




USA 1994



Comienza la era Clemente. Tras una dramática fase previa nos plantamos en los USA con una buena parte del país deseando en su interior que el arrogante vasco se diera de narices contra el suelo. Y parecía que iba a ser así cuando empezamos empatando de forma ridícula contra (otra vez también) Corea del Sur, pero al final conseguimos pasar a octavos tras empatar con Alemania y derrotar a Bolivia. Una vez allí libramos sin grandes dramas de Suiza y nos plantamos en los malditos cuartos en esta ocasión para vernos las caras contra Italia.

Otro partido que pasa a engrosar nuestra leyenda. Perdimos dos a uno después de sendas cagadas de Zubizarreta y Julio Salinas (dos de los buques insignias de Clemente) y de un penalti no pitado tras un fenomenal codazo del italiano Tassoti a Luís Enrique. Ni el guionista más sádico hubiera sido capaz de idear tantas desgracias. Otra vez fuera de juego con el árbitro húngaro Sandor Puhls marchándose a hacer compañía a Bambridge en la galería de villanos.





FRANCIA 1998




Llegamos al Mundial francés con Clemente más peleado contra el mundo que nunca y con el único y venenoso apoyo de José María García. Otra vez más el desastre y en la primera ronda. Derrota contra Nigeria, empate contra la rocosa Paraguay y victoria pírrica por goleada contra Bulgaria. Clemente se negó a dimitir y Villar no se atrevió a echarle, más tarde otra derrota contra Chipre (“ojito con Chipre” recordada frase del inefable entrenador vasco) le supondría su salida de la selección con más ignominia aún.


JAPÓN Y COREA DEL SUR 2002



Fin de la era Clemente y principio de la corta carrera como seleccionador del sudoroso Camacho. Tras superar una primera fase de la que no recuerdo ningún acontecimiento especialmente destacable y superar a Irlanda en otro partido del que tampoco recuerdo gran cosa tenemos la gran desgracia de que nos toque en cuartos la anfitriona Corea del Sur. En un nuevo agravio arbitral, dos goles legales anulados y en general un marcado favoritismo hacia el equipo asiático que ya había sido beneficiado en los cuartos de final contra Italia. El malvado en esta ocasión fue el egipcio Ghandour. Empate a cero, prorroga, penaltis, fallo de Joaquín y otra vez a la calle con el rabo entre las piernas. El destino no cambia.




ALEMANIA 2006



Tras la renuncia de Camacho (una de las características del murciano es su tendencia a quitarse de en medio sin que se sepa muy bien por qué como hizo también cuando el Real Madrid le puso al frente de su equipo) ocupó el cargo Luis Aragones entre la desconfianza general de la prensa deportiva por la tendencia del sabio de Hortaleza a un juego de más control y centro de campo dejando a un lado la casta, la garra, el pundonor, la furia y el sudor de huevos característicos de nuestro juego de selección.

Primer partido contra Ucrania donde arrasamos en juego y resultado haciendo que renacieran las esperanzas. En el encuentro contra Tunez además demostramos que también podíamos remontar si era necesario. En este segundo encuentro tuvo que salir Raul a sacar las castañas del fuego y tras marcar el gol del empate el astro madridista tuvo la poca delicadeza de zafarse de los muchos compañeros que quisieron celebra el tanto con él (seleccionador incluido) e ir en busca de sus compinches Cañizares y Michel Salgado. Por aquel entonces la decadencia de Raul no era todavía tan evidente y el delantero no llevaba bien su condición de suplente, nunca se sabrá bien que pasó en esa concentración pero por lo visto el grupito Raul-Cañizares-Salgado incordió tanto a Luis Aragones que decidió no volver a llamar a ninguno de ellos en lo sucesivo. El tercer partido contra Arabia Saudí fue un mero trámite.

En octavos nos tocó en suerte Francia. Para entonces las dudas iniciales ya se habían despejado debido al buen juego del equipo (tres victorias en la primera fase era algo que hacía mucho que no sucedía, o al menos yo no lo recuerdo) y al elevado número de goles transformados. Pero para entonces también y como suele ser tradicional en un país de perdedores nuestro victimismo se había convertido en una intolerable arrogancia. Prueba de ello fue la idea de nuestro diario líder de ventas de calificar a Zidane de "jubilado", y eso que este era "de los suyos". No quiero decir que esta circunstancia contribuyera a nuestra derrota, sólo digo que esto es un ejemplo más de la poca categoría que demostramos cuando estamos cerca de lograr algo grande. En fin, Francia fue superior a España y esta vez nuestra eliminación estuvo más que justificada, sin árbitros cabroncetes de por medio.

SUDAFRICA 2010
Acudimos al Mundial de aquel año tras haber conquistado una competición de fútbol de selecciones nacionales (la Eurocopa 2008), algo que hacía 44 años que no ocurría, la moral estaba por todo lo alto y el estilo de fútbol de control implantado por Luis Aragonés y prolongado por el inteligente Del Bosque estaba en su apogeo como demostraba a nivel de clubes los éxitos del F.C. Barcelona.

El partido de estreno de la Selección significó no obstante un jarro de agua fría sobre las expectativas creadas, el equipo no jugó mal pero escasearon las ocasiones y, tras encajar un gol muy desafortunado, fue incapaz de remontar o simplemente de empatar, perder un partido en la fase inicial de una competición como esta es casi un billete para la vuelta, pero hacerlo contra la selección en teoría más débil era más bien un billete de primera clase.

Las cosas se tranquilizaron un poco más tarde cuando se derrotó sin brillantez pero también sin problemas a Honduras dejando así la espinosa cuestión del pase a octavos en un partido a cara de perro con Chile. Al final la cosa no fue para tanto y tras unos primeros compases de un juego bastante correoso España marcó dos goles, una ventaja que, pese al gol chileno, fue más que suficiente para ganar el partido y pasar como primeros de grupo evitando así a Brasil. La crisis se había solventado, la primera fase quedaba atrás y a partir de ese momento era la hora de hacer borrón y cuenta nueva y empezar a jugar esos partidos en los que los errores ya no se pueden solventar.

En octavos nos tocó en suerte la antipática Portugal que al final resultó ser un rival bastante menos peligroso de lo esperado y si no recuerdo mal con un solo gol de Villa no lo quitamos de encima, en cuartos tuvimos la suerte de tropezarnos con Paraguay, o eso pensábamos todos en primera instancia. El equipo guaraní resultó ser un rival muy espeso que amenazaba con llevarnos más lejos de los 90 minutos pactados, al final sin embargo conseguimos marcar y asombrosamente y casi sin darnos cuenta España estaba en semifinales de un mundial sesenta años después. Ni siquiera nos inquietaba la presencia de Alemania (país que en múltiples ocasiones se había encargado de aguarnos la fiesta) en el duelo pre-finalista, un equipo al que ya habíamos desarbolado dos años antes en la final de la Eurocopa. En esta ocasión se vio el mejor partido de España que anuló a los germanos sin contemplaciones por más que el corto marcador pudiera indicar otra cosa, además está claro que ningún equipo merece ganar un Mundial (por más que algunos sí lo conseguido en el pasado) sin dar al fútbol algún momento de contenido épico, nosotros tuvimos aquí el primero de ellos.





Por increíble que parezca España estaba en la final de una Mundial de fútbol, una circunstancia que nadie, y mucho menos los sufridos veteranos aficionados de la roja, podíamos esperar y además con un rival de tono medio como Holanda que se había colado hasta allí de forma igualmente sorprendente, no había favoritos y cualquier cosa era posible.

No fue un gran partido pero esta es una reflexión que sólo se hace en el momento aquel que no está emocionalmente implicado en el resultado y nosotros lo estábamos, España no pudo desarrollar un gran juego debido a la labor destructiva y al juego duro (en ocasiones violento) del rival y el partido se desarrolló de una forma desagradablemente equilibrada con alternativas que en ocasiones estuvieron a punto de decantarse por un triunfo naranjita (providencial Casillas). Cuando finalizaba ya la prórroga y la todavía más desagradable aún suerte de los penaltis (una suerte que insisto sólo gusta a los que no gustan del fútbol) amenazaba el horizonte llegó ese otro momento incorporado para siempre a la, digámoslo también, escasa memoria épica del combinado nacional. Ochenta años de infortunio quedaron borrados en esos escasos segundos, y España conquistaba por primera (y quién sabe si por última vez) toda una final de un Mundial de Fútbol





Y ahora estamos aquí de nuevo ¿y qué pasará este año?. Por primera vez también iniciamos la competición con la condición de campeones e incluso de favoritos (en el entreacto recuérdese que volvimos a ganar una Eurocopa), tenemos el mismo seleccionador y la estructura del equipo es semejante. Pero después de seis años de triunfos consecutivos estamos quizás en un momento de transición que coincide con el tanto tiempo anunciado y ya por fin materializado fin de ciclo del F.C. Barcelona, el equipo que ha sustentado a la roja durante todos estos años. Ya no está Puyol, Xavi está en claro declive e Iniesta viene de una temporada en la que sólo ha brillado a ratos. La discusión está en si el combinado debe continuar, pese a estos inconvenientes, con el estilo que la hizo grande o es menester buscar alternativas al juego, en la delantera repiten Villa y Torres con la incorporación in extremis de Diego Costa como gran novedad de esta edición.

Es razonable pensar que el siempre contemporizador Del Bosque tratará de mantener diversas variantes, sigue manteniendo un nutrido grupo de jugadores habilidosos en el centro de campo (Iniesta, Xabi, Silva, Cazorla, Cesc, Mata con el añadido de Koke) pero está dispuesto a combinar esta opción con el pase largo y el toque buscando la espalda de puntas clásicos como el mencionado Costa o Torres. Posiblemente todo estará en función del rival con el que se juegue. En principio tenemos un grupo inicial de dificultad media-alta con las ya conocidas Holanda y Chile acompañadas de la comparsa australiana, de pasar primeros de grupo el camino resulta a priori bastante asequible al menos hasta el encuentro de cuartos pero repito que el declive del estilo de juego que ha hecho grande a este equipo puede resultar una incógnita que empezará a despejarse el viernes. Sea como sea allí estaremos, otra vez con más sentimiento.