domingo, 1 de julio de 2012

IO STAVO CON XAVI!!!!

Ayer por primera vez en toda la Eurocopa se vio el juego que se esperaba que hiciera España y que España quería hacer desde el principio, con lo cual queda zanjado (bueno digamos que al menos durante unas siete semanas) ese atorrante debate sobre el estilo de juego de la selección, en resumen que todos pudimos ver que lo que “fallaba” no era ese estilo propiamente dicho sino su plasmación en el terreno de juego debido al cansancio físico y mental de algunos jugadores y al hecho de que otros mostraban ya ciertos indicios de declive en su carrera profesional.

Pero ayer no se vio nada de eso, ayer no había nadie cansado ni en baja forma, ayer salió bien todo lo que antes había salido no tan bien: Silva parecía venir de un descanso de siete partidos y el gran Xavi que, según sus propias palabras, no había conseguido hasta ese momento dejar su impronta en la competición consiguió liberarse del confuso papel que tenía asignado y mostró su faceta más atacante coronada por dos asistencias de maestro (sinceramente creo que debió llevarse el galardón de mejor jugador del partido).

 Contra todo este arsenal Italia fue aplastada, aniquilada, arrasada de un modo tan integral como no se había visto posiblemente desde la final del Mundial de México 70 que la propia Italia perdió contra uno de los mejores equipos de la historia. Ballotelli no se enteró de nada, Cassano apenas pudo hacer algunos desmarques antes de retirarse a la tienda de oxígeno que debe tener escondida en su banquillo, el gran Pirlo quedó aislado entre una pléyade de centrocampistas pequeños y talentosos y defensas enormes y amenazantes: resumiendo, los italianos no tuvieron ninguna oportunidad. Cierto es que se vieron afectados por una temprana lesión y luego posteriormente reducidos a diez cuando Motta se rompió en la segunda parte, pero sinceramente creo que muy pocos pondrán en duda que incluso con todos sus jugadores al cien por cien la diferencia con lo que al final sucedió hubiera sido escasa.


Y luego los goles claro, extraordinario el primero con ese pase irreal de Iniesta que recogió Cesc el cual, cuando ya sonaban en sus oídos las imprecaciones de los comentaristas de Tele 5 por no haber tirado a puerta, se sacó una asistencia que el renacido Silva mandó a una galaxia de distancia de las manos de Buffon. Y qué decir del dos a cero, para mí el momento en el que Xavi y Jordi Alba se coordinaban para que el segundo recibiera el pase exactamente en el punto límite del fuera de juego es sin duda uno de los más espectaculares que se han visto este año dentro y fuera de la Eurocopa.

 Al acabar el primer tiempo tenía la misma sensación que en la semifinal Italia-Alemania: esto se había terminado. Hubo un intento de reacción al principio del segundo tiempo, materializada en la única oportunidad italiana que surgió de las botasde Di Natale pero fue un espejismo, la ya mencionada lesión de Motta certificó la defunción alpina y el resto fue marear la perdiz y redondear el resultado con dos tantos más que bien pudieron ser siete.

 Triunfo en goles y en juego y confirmación de la pasmosa realidad de que la selección otrora hazmerreír del mundo se ha convertido en la autora de una hazaña jamás conseguida por equipo nacional alguno (sólo la gran Alemania de los setenta estuvo cerca). Si bueno, también está lo de “Paquito el chocolatero” sonando en la tribuna y Sergio Ramos dando capotazos pero ¿qué le vamos a hacer?, somos los amos del balón pero nunca seremos gente con clase.

No sé que sucederá ahora, se me hace difícil pensar que la leyenda continúe y que en el 2014 volvamos a asombrar al mundo pero ¿de verdad alguien se imaginaba hace justo cuatro años que íbamos a conseguir lo que hemos conseguido hoy? Ni Manolo el del Bombo jarto de Valdepeñas. Teniendo en cuenta la media de edad de la Selección posiblemente sólo Xavi (¡ay!) lo tendrá difícil para llegar a esa cita y ahora mismo sólo se me ocurre la Argentina de Messi o el Brasil de Neymar (y eso sólo porque juega en casa) como los únicos combinados nacionales que podrían salirnos al paso.

 En fin me retiro a ver el pasacalle y la posterior celebración (que posiblemente volverán a dar un poquito de vergüenza ajena) no sin antes dedicar unas últimas palabras al Seleccionador Vicente del Bosque. Sigo sin entender el doble pivote y sigo sin saber qué pinta Arbeloa en este equipo pero hay que reconocer que el Marqués de Salamanca ha sabido mantener su criterio contra viento y marea ignorando el desagradable runrún que ha martirizado a la Roja desde el primer partido, y lo ha hecho además manteniendo siempre la sangre fría y ese espíritu contemporizador que nos llevó a todos a pensar que ayer iba a ser Fernando Llorente el delantero que cerrara la participación de España en la Eurocopa. Así que como despedidad baste decir: ole sus bigotes Mister Potato.