domingo, 28 de octubre de 2012

Jornada VIII









Se presumía un partido difícil, sobre un césped en malas condiciones, contra un equipo correoso y con una afición chillona e incansable como si de una barra brava se tratara. Al final se cumplió todo excepto lo primero.

Las novedades en la alineación fueron en la delantera la titularidad de Villa desde un principio, el asturiano inauguró el marcador y en general se mostró más peligroso o al menos más diestro en el juego de banda contra un equipo cerrado atrás. En el medio campo se reprodujo  la que parece ya asentada alternancia entre Cesc  e Iniesta (en esta ocasión le tocó a Cesc). Por lo que se refiere al tradicional desbarajuste defensivo, en esta ocasión se solucionó colocando a Busquets en el centro junto con Adriano y a Song más adelantado con Montoya y Alba por banda. El experimento funcionó bien por más que Busquets me pareció en ocasiones bastante lento a la hora de marcar pero con Adriano (uno de sus mejores partidos) a su vera y con Song por delante lo cierto es que apenas hubo debilidades en defensa, lo que por otro lado posibilitó la subida al ataque de Montoya y Alba con excelentes resultados.

Quitando la novedad defensiva lo cierto es que tampoco fue un partido muy distinto a los de las últimas semanas, la diferencia fue que se marcó pronto y que esta vez entraron los goles que no quisieron entrar antes. De todos modos ya era de tener una tarde de fútbol tranquila, a ver qué hacen hoy los otros.   

martes, 23 de octubre de 2012

Flower of Tito

Poco de qué hablar si exceptuamos el hecho de que la absurda expulsión de Busquets en Lisboa provocó la tan reclamada presencia de Bartra en el centro de la defensa ya que Song tuvo que suplir al de Badia. La actuación de Bartra fue una de las mejores noticias de la noche, estuvo muy bien en defensa e incluso subió a rematar algunos balones de cabeza con bastante peligro, buena noticia repito porque da la sensación de que el canterano volverá a repetir en la próxima jornada de liga al suplir esta vez al también sancionado (y de forma igualmente absurda) Mascherano. Por su parte Song, en su primer partido como titular en el puesto para el que teóricamente fue fichado,  dio menos muestras de seguridad que su compañero y da la sensación de que no será otra cosa que un suplente de garantías tanto para el medio campo como para la defensa.

Por lo demás otro partido teniendo que roer incansablemente el hueso de una defensa de cemento armado que consideraba un empate un buen resultado y una victoria un triunfo para contar a los nietos. Se encontró el Celtic con un gol en propia meta de Mascherano que le supo a gloria, de hecho durante el resto del partido no dejó de buscar córners y faltas cerca del área para aprovechar su potencial aéreo, de resto sus contraataques fueron rápidos pero lamentablemente finalizados. Pero repito que el Barça se vio obligado una vez más a usar sus armas buscando nivelar el partido primero y luego ganarlo, consiguió lo primero al borde del descanso con una gran combinación entre Messi, Xavi e Iniesta que finalmente fue el que remató a gol. Durante el resto del partido (especialmente en la primera parte y en los ultimos veinticinco minutos de la segunda) se siguió buscando esa combinación que muchas veces se estrelló entre la poblada defensa y en otras en las manos de un formidable Foster e incluso en el palo. Al final se consiguió (salvo en la vuelta contra el Real Madrid lo cierto es que la suerte nos ha acompañado siempre en los últimos minutos de muchos de los partidos disputados) pero podía perfectamente haber quedado en empate.

Sólo señalar que en esta clase de encuentros es cuando Alexis y Pedro menos valiosos se vuelven para el equipo por su escasa proyección en ataque ante una defensa tan enconada, está claro que en cuanto Villa por fin se recupere al 100% deberá afrontar estos partidos como titular insustituible. Por lo demás viento en popa en la Champions cuya primera fase está casi en el bolsillo. 
                  

domingo, 21 de octubre de 2012

Jornada VIII

Hace poco leí un comentario muy agudo que teorizaba sobre el hecho de que existen libros destinados a gente que no acostumbra a leer. Extendiendo esa reflexión yo añadiría que existen también películas destinadas a gente que habitualmente nunca va al cine (“Lo imposible” sería un buen ejemplo de esto) y terminaría por decir que existen asimismo partidos destinados a gente a la que no le gusta el fútbol, ayer vimos uno de esos partidos.

Al Madrid el virus FIFA no le afectó un carajo pues por lo visto se deshicieron del Celta sin mayores tropiezos. A nosotros dicho virus nos obligó a dar descanso a Xavi y Pedro, la ausencia del segundo fue cubierta por Tello (con Villa en la otra banda en su primera salida como titular), la ausencia del primero, como suele ser habitual, trató de ser cubierta entre varios jugadores y al final no fue cubierta por ninguno.

De todos modos no parecía que esta circunstancia fuese ningún problema porque en 18 minutos y en base a tres jugadas magistrales coronadas respectivamente por Jordi Alba, Tello y Messi el Barça parecía haber sentenciado el partido, hasta ese momento se había jugado de mitad para adelante, una zona en la que juntando a Messi, Iniesta y Cesc (que una vez más fue ejerciendo su función como atacante la que consiguió que ofreciera otra gran actuación) con Tello, Villa y Alba abriendo las bandas no podían sino pasar cosas como las que se estaban viendo. El partido olía a goleada histórica, tanto que yo había quedado al terminar el encuentro y pensaba que quizás podría adelantar mi cita 45 minutos. Pero con el Barça no hay seguridad ni sosiego que valga.

A pesar de que ayer se repitieron las indecisiones defensivas, en honor a la verdad hay que decir que fue el árbitro Paradas Romero el que metió al Depor de nuevo en el partido con un asombroso penalty que, en primer lugar no era falta y que, en segundo lugar de haberlo sido tenía que haber sido señalada fuera del área. El 1-3 podía haberse convertido en una anécdota pero el Barça se empeñó en dotarla de trascendencia, esta vez sí por deméritos propios, en una jugada que empezó con una mala defensa de un saque de esquina, continuó con Iniesta quitándose de en medio de un modo que en los viejos tiempos  hubiese provocado gritos en la grada poniendo en duda su hombría, y terminó con una nueva valdesina, algo preocupante ya que nuestro portero suele hacer sólo una al año y ya llevamos dos. En fin que se había terminado la tranquilidad.

Fue precisamente en este instante, cuando el partido ya no se jugaba en los tres cuartos de campo del Depor sino que se disputaba por todo el terreno, cuando se echó en falta la mano de hierro de Xavi para gobernar el centro de campo, de este modo el equipo se transformó en un conjunto descabezado, sin rumbo y a expensas únicamente de la genialidad de sus figuras, lo que no es poco. De una de ellas (un pase inhumano de Cesc y una definición asesina de Messi) vino el 2-4 que parecía volver a poner las cosas en su sitio de cara al descanso.

Nada más reanudarse el partido el Depor volvió a acortar distancias en el único gol local que no puede calificarse de error arbitral o de nuestra zaga. Otra vez a sufrir, y por si fuera poco Mascherano vio la segunda amarilla en una nueva canallada arbitral pues el golpe que recibió Riki fue totalmente fortuito. En definitiva un penalty que no era y una expulsión que tampoco lo era, y no hablamos de jugadas dudosas sino de errores de bulto que de, no haber terminado el partido como terminó, podrían haber dado lugar a un escándalo equiparable a los que en su día causaron Guruceta Muro y Brito Arceo.

En este momento del partido Tito pensó que ya era suficiente y en una decisión inédita (tanto en él como en las costumbres del equipo en estos últimos años) encadenó tres cambios en rápida sucesión en una decisión valiente aunque discutible tanto en el ritmo de los cambios (una nueva lesión o expulsión hubiese dejado al equipo con nueve jugadores), como en su composición. Esta vez Tito decidió no optar por una defensa triangular sino que suplió la baja en la zaga dando entrada a Adriano por Villa (que pasó desapercibidos en su retorno como titular), posteriormente Pedro entró por Tello y más tarde Xavi por Cesc.

El equipo se benefició de la entrada de Xavi que tomó una vez más el mando del encuentro, serenó los ánimos y enfrió la elevada temperatura a la que se había puesto el césped. Sin embargo las ausencias de tres jugadores de ataque que fueron suplidos únicamente por uno de la misma demarcación perjudicó el juego ofensivo del equipo y hubiera supuesto un grave obstáculo en el caso de que hubiéramos necesitado más goles (algo que visto lo visto pudo haber sucedido perfectamente).

Una vez más fue Messi el que vino al rescate del equipo ejecutando una de sus diabólicas diagonales con tiro raso y duro al ángulo opuesto que pusieron el 3-5 en el marcador. Pero estaba claro que el de anoche no era un encuentro para respirar tranquilo y acto seguido Jordi Alba ejecutó algo que no puede ser definido ni como cesión ni como despeje pero que tuvo como consecuencia que los esfínteres cules se volvieran a contraer. Ante este cúmulo de despropósitos no quedaba ya otra cosa que conjurarse a San Johann y rezar para que terminara esta tortura de partido que, repito, sólo habrá complacido a esa clase de gente que nunca ve el fútbol pero que te pide que les avises si hay tandas de penaltis.

En fin que sólo queda por decir que no sé cuando moriré pero sí sé cómo: este equipo acabará conmigo.    

domingo, 7 de octubre de 2012

Jornada VII



No ganar siempre es una mala noticia para este Barça pero no perder no ha sido una mala noticia, bueno que el resultado es aceptable, seguimos líderes (co-lideres) a ocho puntos del segundo mejor equipo de España que recordó un poco a la vuelta de la Super Copa de esta temporada: una primera parte muy floja en la que el equipo cuando cogía el balón no daba ninguna sensación de peligro y en cambio sí tenía esa sensación cuando era el Madrid el que cortaba nuestro juego. Se bordeó la sensación de desastre con el 0-1 en el marcador y el Madrid a punto de hacer el segundo pero por fortuna el rocambolesco gol de Messi puso tranquilidad en el campo.

En la segunda parte mejores sensaciones cuando el Madrid ha entregado un poco el partido y el Barça, con Messi e Iniesta muy mejorados, ha empezado a jugar como sabe, en esta ocasión fue el gran gol de Messi el que pronto fue contrarrestado por el segundo tanto de CR7 en una nueva pifia defensiva. A pesar de que, repito, el resultado era aceptable el equipo ha buscado con ahínco el gol de la victoria que estuvo a punto de conseguir por muy poco.

Al Barça le favorecían dos de los tres resultados posibles y ha conseguido el menos malo, ahora habrá que dejar las letras y ocuparse de las cifras porque con todo esto nos estamos olvidando de que el verdadero rival en esta liga está emapatado a puntos con nosotros y no a ocho de ventaja.

martes, 2 de octubre de 2012

A tristeza não tem fim








Victoria con sabor a cebolla por la lesión de Puyol (dolorosa de sufrir y de ver tanto en el aspecto físico como en el moral) y por la inexplicable expulsión de Busquets, un hecho algo menos grave por que esta primera fase está más o menos encarrilada.

El Barça salió con el mismo equipo que el sábado pasado en Sevilla pero el partido fue muy diferente. En los primeros cuarenta y cinco minutos se ha visto un encuentro muy loco, no estamos acostumbrados a ver a nuestro equipo entrando de lleno en un intercambio de golpes y contragolpes contra un rival al que en circunstancias normales deberíamos haber controlado tal y como hicimos  en la última fase del encuentro. Pero sorprendentemente el Barça aceptó el partido rápido que le ofrecia el Benfica y, por más que yo siga prefiriendo el juego habitual, el equipo se defendió bien en está faceta, algo a lo que ayudó el tempranero gol y lo romo que se mostraron los portugueses en ataque. Esta forma de jugar le vino de perlas a Alexis que, gol aparte, ofreció su mejor partido en la temporada y uno de los mejores desde que viste la camiseta, aunque es una lastima que fallara un poco en la definición, lo mismo se puede decir del partido de Jordi Alba que estuvo pletórico.

Por otro lado Xavi decidió dosificarse y descansar en el campo cediendo su labor en parte a Messi que jugó más bien en la posición de media punta aunque por descontado, y además de dar dos asistencias de gol, buscó con el empeño de siempre su propio tanto. A destacar también el gran encuentro de Busquets.

Lo mejor el buen partido de Alexis que ya necesitaba una reivindicación ante la parroquia y lo  peor repito, la lesión de Puyol (producto de su forma de ser y de jugar), un golpe moral para el equipo y su ausencia el único motivo de inquietud para el gran encuentro del próximo domingo