miércoles, 28 de marzo de 2012

Cani arrabiatti



Pep varió un poco el esquema para incluir un centro de campo más fornido (con Keita y Busquets) y una delantera insólita con Alexis e Iniesta por banda. La elección de jugadores puede que no fuera errónea pero sí que me lo pareció el planteamiento, Iniesta volvió a demostrar que no es un delantero de banda y que donde más daño hace es en la posición de media punta mientras que Alexis (pese a tener dos claras oportunidades incluyendo una que terminó en penalty) naufragó por la parte izquierda dando la sensación en muchas ocasiones de no lograr entenderse con ninguno de sus compañeros.

Pese a este pequeño desbarajuste los primeros 45 minutos fueron para mostrarlos en una escuela de fútbol, los dos equipos presentaron sus armas, el Barça con el control de la pelota y la combinación en corto que, pese a la nutrida y correosa defensa local, consiguió generar variadas ocasiones de gol, el Milán por su parte tiró de velocidad y profundada apoyándose en Seedorf y buscando siempre el peligro de sus hombres de ataque aunque para ser justos sus ocasiones vinieron casi siempre de absurdas pérdidas de balón por nuestra parte (pese a lo cual la defensa mostró un nivel soberbio durante todo el partido). También hubo otras variables como un vergonzoso estado del césped (ninguna novedad) y arbitrajes cobardicas (ídem) pero estas cosas también hay que enseñarlas en las escuelas.

La segunda parte se inició de un modo bien distinto, durante los primeros minutos pareció que el Barça acusaba más el esfuerzo que su rival y en el transcurso de ese período el Milán llegó a dominar el partido aunque con poca mordiente en ataque (en virtud una vez más de nuestra brillante defensa). El encuentro pedía a gritos un cambio de jugadores y casi todos los aficionados teníamos en mente sustituir a Keita (hay una clase de partidos en los que el jugador africano tiene una influencia notable pero el de hoy no ha sido uno de ellos) por Cesc con el objetivo de recuperar el control del juego (el hecho de que el fichaje estrella de este año no saltara al campo resulta bastante desconcertante) y sustituir a un inexistente Alexis por un jugador rápido de banda, en este caso Tello de manera que Iniesta pudiera pasar al centro y juntarse más con Messi y Xavi. Al final sí salieron Keita y Alexis pero por el mencionado Tello y por Pedro, la entrada del primero de ellos supuso un soplo de aire fresco para el equipo, el canterano abrió el campo por su lado obligando a los italianos a caer a su derecha (nuestra izquierda) para tapar el nuevo peligro generándose así los espacios suficientes para que volviera el dominio y las ocasiones de gol, en concreto dos muy claras, una de Puyol (que terminó por cierto en otro penalty también en las rojas narices del árbitro y de ese mamporrero que han colocado en la línea de fondo) y otra del propio Tello tras una de las escasas ocasiones en las que Messi pudo crear peligro en la segunda parte.

El equipo no ha estado quizás tan brillante como en ocasiones recientes pero también se ha enfrentado al rival más duro de todos los posibles y la consecuencia ha sido un partido áspero y muy disputado. El empate a cero no es un mal resultado pero tampoco es un buen resultado, la vuelta será igualmente áspera y disputada pero notoriamente más dramática, al menos se jugará en un terreno perfecto para el ejercicio del balompié y es que podremos perder la eliminatoria pero nunca la clase. Allí nos veremos.

sábado, 24 de marzo de 2012

Jornada XXX



Durante la semana se había especulado sobre quién jugaría de lateral derecho tras la absurda expulsión de Alves. Al final Pep optó por un 3-4-3. A esto se unió la ausencia (esta vez por rotación) de Xavi, como siempre que ocurre esto las funciones del verdadero capitán del equipo fueron asumidas a medias entre Iniesta, Cesc y Thiago.

Nada más pitar el árbitro el comienzo del juego se vio que estábamos ante uno de esos partidos correosos y antipáticos. Como suele ocurrir en esas ocasiones el césped era sólo apto para el pastoreo de langostas africanas, una táctica curiosa la de hacer que el campo esté lo más impracticable posible, algo que al final acaba por perjudicar tanto a un equipo como al otro, por poner un ejemplo en este tipo de terrenos es tremendamente difícil hacer un contraataque, el arma favorita (prácticamente la única) de los equipos que se enfrentan a nosotros.

De todos modos el partido era bastante malo, la combinación del estado del terreno y la presión física de los jugadores mallorquines nos impedía hacer nuestro juego, y uno de los escasos defectos de este equipo es que cuando no nos dejan hacer nuestro juego no sabemos hacer ningún otro. Un ejemplo fue la primera parte de Iniesta en la que el manchego se empeñó en conservar la pelota y tratar de driblar cuando el terreno pedía pases cortos y retener el balón lo menos posible, Messi como de costumbre estaba muy marcado y además se mostró poco capaz de conectar tanto con un intrascendente Cesc como con los sobreexcitados (y al mismo tiempo paradójicamente lentos y débiles) Alexis y Pedro.

Dadas las circunstancias el primer gol (que al final ha sido adjudicado a Messi) fue un verdadero alivio pero aparte de eso no hubo nada más, el partido seguía por los mismos derroteros y todo hacía pensar que la victoria estaba muy lejos de estar asegurada.

A poco de la reanudación tuvo lugar un suceso tan brusco como el del anterior partido, en este caso se trató de la expulsión de Thiago (tras una primera amarilla dudosa y una segunda inexistente). A pesar de que se mantenía la ventaja estaba claro que era un punto de inflexión y la clave era cómo afrontarlo, tras unos minutos de desconcierto en los que el Mallorca (aun sin crear oportunidades reales) dio muestras de ir con decisión a por el partido, la cuestión era qué cambios se iban a introducir. El primer impulso parecía el de reclamar la presencia de Xavi para templar el juego y la posterior añadidura de Tello o Cuenca para dar mayor profundidad a un avance por banda que hasta ese momento se había revelado inexistente. Pero Pep optó en primer lugar por volver a la defensa de cuatro sacando a Montoya por el irrelevante Cesc, fue un movimiento inteligente porque el canterano contribuyó a cimentar la zaga al mismo tiempo que daba al equipo la incursión por banda que estaba necesitando.

El segundo cambio ya me pareció algo más discutible, no porque Pedro no necesitara ser relevado sino porque no me parecía que Keita fuera lo que necesitara el equipo. Afortunadamente Pep volvió a acertar y la consolidación del centro de campo permitió entre otras cosas que Iniesta redimiera su mala actuación de la primera mitad y se erigiera (junto con Messi) en el salvador de la mini crisis. El equipo volvió a coger la pelota para mantenerla e ir cercando lentamente el área rival hasta que llegó el segundo gol tranquilizador. La posterior entrada de Tello sirvió ya únicamente para seguir reforzando las buenas sensaciones que transmite este jugador.

Al final la cabeza fría se interpuso al a histeria (y en este hemos vuelto a dar una lección) y se consiguió sacar adelante un difícil compromiso. Si al final nos llevamos el gato liguero al agua (y a este respecto soy tan reservado como Pep) será gracias a encuentros como este.

martes, 20 de marzo de 2012

Jornada XXVIII

Hablamos mañana que me voy a tomar una aspirina.

domingo, 18 de marzo de 2012

Jornada XXVII




Todavía bajo el shock de las malas noticias sobre la enfermedad de Abidal y el fallecimiento de Basora y también en parte (salvando las abismales distancias) por el hecho de que nos ha tocado el peor equipo posible en el sorteo de cuartos de final de la Champions (mientras que a los otros les ha caído en suerte la cenicienta chipriota a quién sin duda el tiburón blanco vapuleará por partida doble), el Barça se presentó en el Sánchez Pizjuan con el que viene siendo su equipo titular de las ultimas semanas (incluyendo a Mascherano, ya un habitual de la defensa dándole la alternativa a cualquiera de los dos centrales) con la excepción de la obligada ausencia del lateral francés que fue cubierta por Adriano.

Tras el habitual intercambio de golpes con el que empezó el partido el Barça, una vez más, consiguió apoderarse del mando del partido y usando su innegable superioridad técnica (no podría ser de otra manera con Cesc, Xavi, Iniesta y Messi jugando en un espacio de no más de treinta metros) logró echar al equipo local del encuentro sumando dos goles (Xavi de falta con la colaboración de Palop y Messi en una nueva genialidad) en poco más de diez minutos. A esta poderosa escuadra atacante se unía un Pedro nuevamente sin fortuna de cara al gol pero con una progresión cada vez más prometedora.

Se llegó al descanso con dos a cero que pudieron ser más porque el Barça era dueño y señor del partido y el Sevilla sólo inquietó la portería de Valdés en virtud de un par de imprecisiones de éste y de un preocupantemente desquiciado Piqué. En la segunda parte el Barça bajó el pistón, no había necesidad de mantener el ritmo de la primera parte cuando había que volver a jugar el martes, así pues se les fue dando el relevo a Cesc, Xavi y Adriano (este último después de un error que dejó la banda derecha convertida en un vacío sideral) por Keita, Puyol y Alexis. El chileno jugó poco pero tuvo ocasión de poner el tres a cero en el marcador, no lo hizo pero al menos empezó con éxito una recuperación que se antoja imprescindible para las duras semanas que nos quedan.

En conclusión parece que al fin el Barça recuperar la forma después de un largo bache en el que entró en diciembre a raíz de la lesión de Villa, la lastima es que esto se consigue cuando ya hay una brecha casi insalvable con el líder de la clasificación.

domingo, 11 de marzo de 2012

Jornada XXVI



Cuando el árbitro pitó el final del partido en Pamplona estaba claro que sería muy difícil que la liga se le escapase al Real Madrid. Desde entonces el único interés del torneo de la regularidad (al menos para nosotros) ha sido mantener la tensión competitiva de cara a los compromisos en los que sí estamos vivos amen de evitar una desagradable situación para la que algunos ya están haciendo cálculos (me refiero a la posibilidad de que el máximo rival se proclame campeón o peor aún que tengamos que hacerle el pasillo en nuestra propia casa). Por añadidura la ausencia del casi habitual partido de entresemana permitía a Pep salir al jugar con el mejor equipo posible descontando ausencias por lesiones y sanciones.

Pese a todo no se puede decir que el Barça saliera con las pilas cargadas al 100%, a la ya señalada mengua de motivación por la diferencia de puntos se unía el hecho de tener que jugar un desagradable partido contra un rival bronco y en un terreno de juego más propio del pasto de burros. No era pues lógico que el equipo se esforzada demasiado y de este modo y sólo a medio gas se consiguió una victoria rotunda sin apenas pasar apuros en la propia meta. De entre los jugadores titulares destacar el gran partido de Cesc que no sólo dio una asistencia de gol y propicio el penalty que significo la consecución de otro, sino que además hizo una excelente labor en el mediocampo, una demarcación en la que no estaba brillado precisamente. El resto de los jugadores estuvo a su nivel habitual (incluyendo Pedro cuyo nivel habitual en lo que llevamos de año resulta desesperanzador) para un partido de trámite antes de que el próximo fin de semana llegue otro encuentro que sin duda atraerá mucho más nuestra atención (la de los espectadores y la de los jugadores).

miércoles, 7 de marzo de 2012

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domingo, 4 de marzo de 2012

Jornada XXV



De todos los partidos en los que el Barça podría prescindir de Messi posiblemente un encuentro en casa frente al penúltimo clasificado sería la opción más aceptable. Si al final no se hubiese conseguido la victoria no hubiese sido admisible mencionar entre las causas de dicho desenlace la ausencia del astro argentino.

A la ausencia de Messi se unió la de Busquets, el mediocentro canterano fue adecuadamente sustituido por Keita que mostró un tremendo derroche físico recuperando balones y tratando de ayudar en la distribución del juego, además marcó un golazo. Con la delantera pasó algo diferente, el trío atacante estaba compuesto por Cesc, Cuenca y Pedro, al primero se le aplicó un marcaje individual que lo dejó más seco que un hueso en el Desierto de Gobi, el segundo apenas pudo aportar un par de pases sin destinatario y en cuanto a Pedro…lamento mucho decir que está muy lejos del impresionante nivel demostrado en temporadas anteriores, las lesiones y la presión por la llegada de nuevos fichajes junto con la progresión de otras figuras de la cantera le está pasando factura, mucho me temo que todo esto terminará en cesión.

Con todas estas circunstancias el dominio del Barça (desprejuiciadamente cedido por el Sporting) apenas se materializó en oportunidades, con el equipo empeñado en lanzar pases interiores e intentar paredes imposibles y con las bandas totalmente cerradas. Con Xavi aun en modo de bajo consumo (y aun así sigue siendo imprescindible) fue Iniesta el encargado una vez más de echarse al equipo a los lomos y tratar de buscar ese desequilibrio que el equipo estaba necesitando. Por fin al filo del descanso (y cuando ya el aficionado tenía más en la cabeza cuales era los cambios adecuados) la insistencia del equipo en el juego de combinación dio sus frutos y una internada por la izquierda de Adriano terminó en cesión a Iniesta que remató a placer.

Podía haber sido uno de esos partidos en los que al Barça le cuesta abrir el marcador pero que luego acaba resolviendo con comodidad pero no hubo tal. Nada más empezar el segundo tiempo sucedió lo inconcebible, en apenas cuatro minutos el equipo se vio con un hombre menos y con el encuentro empatado. No había opción a seguir reservando jugadores con vistas al encuentro de vuelta de la Champions, puede que no sea muy práctico seguir luchando por esta liga pero estamos en un deporte donde lo emocional lo es todo, y batallar por una competición perdida es algo que exige la afición. Sabiendo que una derrota era lo mismo que un empate Pep puso toda la carne en el asador sacando a Tello y Alexis por los inoperantes Cesc y Pedro cambiando a un claro esquema 3-3-3 sin tratar de cubrir la vacante en defensa. El equipo se lanzó a tumba abierta mejorando mucho en el aspecto ofensivo (gracias entre otras cosas a la profundidad de Tello, un jugador que estimo que debería ser titular en perjuicio de Cuenca) aunque al final fue un hombre de la segunda línea como Keita el que transformó ese gran gol del que ya hemos hablado. Con el marcador nuevamente a favor Guardiola sacó a Cuenca por Puyol para apuntalar la defensa, el 3 a 1 de Xavi (después de un gran pase de Iniesta) puso por fin la anhelada tranquilidad que volvió a romperse minutos más tarde con la nueva lesión de Alexis.

El equipo y la afición celebraron un triunfo que repetimos tiene más de emocional que de práctico y que deja al equipo nuevamente en cuadro tras las bajas de Pique y Alexis. Al menos Messi descansó.

Como este blog es devoto de Guardiola, suele seguir sus enseñanzas siempre que puede, incluido el no hablar de los árbitros. Pero lo de ayer me ha parecido lo bastante grave como para hacer un comentario. La jugada clave fue la expulsión de Piqué desde luego, puede ser discutible si el delantero sportinguista tenía el balón controlado cuando se produjo el incidente y si en realidad fue una falta provocada por dicho jugador, pero al menos en este lance Velasco Carballo tiene el beneficio de la duda. Lo grave fue en cambio los tres penaltis no pitados al equipo local, es posible incluso –estirando al máximo la buena fe- que no viera el empujón a Keita y unas manos muy claras en el área asturiana (por más que su trabajo sea precisamente ver estas jugadas, o al menos sus asistentes sí deberían verlas), pero el clarísimo derribo a Alves en la primera parte que tuvo lugar en sus mismas narices no tiene ninguna disculpa, no quiso o no se atrevió a pitarlo. Pero así y todo considero prudente que la actitud del club siga siendo el silencio de Pep o cuanto menos los esporádicos balbuceos de Rossell. Las declaraciones de Piqué lo único que hacen es perjudicarnos.

Nos vemos entresemana en Champions.