lunes, 26 de julio de 2010

Time enough at last

Se cuenta que tras su exitoso debut Valdano (por aquel entonces entrenador madridista y valedor de la joven promesa) le dio a Raúl una charla sobre los peligros de la fama y sobre la excesiva adulación a la que podían entregarse los aficiondos y sobre cómo estas circunstancias podían influir en el comportamiento de un jugador de 17 años. El muchacho pareció entenderlo pero al día siguiente el MARCA en su portada una fotografia del delantero subido a lomos de un elefante.

domingo, 11 de julio de 2010

Tangerine Dream



Como siempre que se habla de una final, especialmente si se gana, no es procedente hablar de juego o tácticas. Pero no quiero dejar de hacer referencia a lo que se vio anoche sobre el campo.

Se decía que el fútbol le debía un título a Holanda, nunca he sido partidario de este tipo de reflexiones, ni tampoco de que se habla de venganzas, revanchas y cosas por el estilo (se ha llegado incluso a mencionar la Guerra de Flandes en una nueva muestra de que casi todo lo referido al fútbol, y que rebase a lo que sucede en el campo entre 22 hombres, suele ser basura). Pero si algo se le debía a Holanda sería sin duda a aquella naranja mecánica de Cruyff, Neskeens, Resenbrink y Nanninga que asombró al mundo, cambió la historia del fútbol y consiguió la hazaña de ser recordada por delante incluso de la ganadora del mundial del 74. Es posible también que el deporte rey le debiera algo a aquella segunda gran generación orange de los Gullit, Reijkaard, Koeman y Van Basten.




Pero a la Holanda de anoche nadie le debe nada. La selección naranja renunció al fútbol qué la había hecho célebre y optó por una táctica destinada a darle por fin un título, vendió su alma para obtener la victoria y el diablo no cumplió el trato. Los holandeses plantearon un partido a la italiana con un equipo que lo fía todo al talento de dos jugadores de ataque (la pareja Scnheider-Robben que bien es cierto estuvieron a punto de hacer que su equipo se llevara el gato al agua) en medio de un combinado de medianías que pivotaba en torno a un centro de campo más destructor que constructor. Así pues se dedicaron a parar el buen hacer inicial de España con juego duro, en ocasiones incluso violento, que por desgracia consiguió desactivar nuestro ataque y aislar a nuestros puntas.



De un partido que podía haber sido una nueva muestra de dominio se pasó a un juego equilibrado y tenso en el que cualquier cosa podía ocurrir y en el que Holanda se mostraba más cómoda que España. Por fortuna los holandeses fallaron en sus ocasiones y España se recuperó durante la prórroga (gracias sobre todo a la afortunada inclusión de Cesc) para demostrar quién era el equipo que verdaderamente buscaba la victoria. Una combinación de centrocampistas llegó hasta Iniesta que una vez más marcó un gol para la hisotria. A veces el fútbol hace justicia y ayer ganó el mejor.



Ayer se vivió una jornada para el recuerdo, una historia de película que incluso tuvo una imagen final de película



Me alegro por muchas cosas, por el clima de sano patriotismo que se vivió incluso en sitios en el que tal cosa parecía impensable (incluido el lugar en el que vivo), porque España ganó haciendo el fútbol que merece ser la guía de las generaciones futuras dentro y fuera de nuestro país y sobre todo por todos aquellos que como yo, arrastrábamos un largo historial de decepciones históricas. Por ellos, por Cardeñosa y su no gol, por Arconada y su dolorosa caída en desgracia, por Michel y su gol nunca concedido, por Eloy y su penalty fallado, por Michel nuevamente y su cabeza de tortuga ante aquel lanzamiento de falta, por Luis Enrique y su nariz rota, por aquellos cuartos de final robados por el taimado egipcio, y por los que sufrimos viendo todas estos infortunios. El sueño se hizo realidad.

sábado, 10 de julio de 2010

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miércoles, 7 de julio de 2010

Lerdenihainten Hemorroiden





No estaba excesivamente nervioso antes de comenzar el partido. El hecho de llegar a toda una semifinal de los Mundiales de fútbol cubría con creces el expediente esperado, cualquier cosa que viniera a partir de ahí sería bienvenida y caer frente a una de las selecciones más potentes de esta edición tampoco hubiera sido ningún deshonor.

Pero a medida que se empezaba a desarrollar el partido me dije a mí mismo que no podía escapársenos esta oportunidad y mi sensación de conformidad se fue al cuerno. Creo que he presenciado todos los partidos de Alemania durante este Mundial y siempre le había visto muy seguro, excepto quizás en aquel partido contra Serbia en el que una sucesión de golpes inesperados (expulsión y gol en contra) sembraron las únicas dudas sobre cómo se comportarían los germanos cuando las cosas no les vinieran dadas desde el principio. Quizás esos goles que les adelantaron frente a las, en teoría, potentes Inglaterra y Argentina les pusieron las cosas demasiado fáciles y (salvo, repito, en la excepción serbia) impidieron al propio equipo reflexionar sobre su forma de resolver partidos como el de esta noche.

Por otro lado España había tenido que vérselas durante toda la competición contra combinado muy físicos y correoso, partidos a cara de perro, de lucha y presión en todo el campo con un marcador siempre corto y en ocasiones incluso en contra. Todavía no nos las habíamos tenido que ver contra una potencia, equivalente o en teoría superior a la nuestra, que no planteara un encuentro donde no hubiera que tener puesto continuamente el mono de trabajo y donde por fin apareciera el juego que nos ha hecho célebres y que todo el mundo esperaba.

Y apareció. El equipo cogió la pelota desde el minuto uno y no la soltó hasta que terminó el partido (y aun así he leído que el porcentaje de posesión fue de 51% a nuestro favor, increíble ¿verdad?) conquistando el centro de campo con una labor de Xabi Alonso inconmensurable en la destrucción pero deficiente en la construcción. En este punto es justo y necesario reconocer que la táctica del doble pivote aplicada contra un equipo fuerte, que en teoría nos iba a disputar la parcela ancha del campo, ha resultado de una efectividad indudable, quizás era en esta forma de jugar en la que pensaba Del Bosque cuando organizó su equipo, si es así me descubro, sigo pensando que el doble pivote es un estorbo pero visto a dónde hemos llegado estaba claro que el errado era yo.

Con respecto a la principal novedad de la alineación, esto es la inclusión de Pedro en el once inicial, hay que decir que parece que el seleccionador a su vez sí pareció admitir que su insistencia en mantener a Torres en el equipo titular no podía conducir a nada bueno en este partido aunque nadie pensaba que el sustituto fuera el delantero del Barça. No es una decisión que se pueda justificar desde la más pura teoría futbolística pero quizás el mister decidió por una vez fiarse de una corazonada y prolongar las buenas sensaciones que dejó el canario en el partido de cuartos. Lo cierto es que Del Bosque volvió a dar de pleno ya que esta sorprendente novedad descolocó a los alemanes que no tenían previsto ningún plan para parar este atacante (en cambio sí que parecían tenerlo para Villa que estuvo muy secado durante buena parte del encuentro) que se mostró muy activo todo el tiempo que estuvo en el campo, moviéndose por diferentes posiciones, conectando estupendamente con los mediocampistas y buscando siempre buenas alternativas en ataque, en resumen un gran partido de un jugador que reclama a gritos salir de su condición de jugador para un plan B. Lastima de ese último lance con el que cerró su actuación en la que sí que puede que pagara la novatada (en el resto del partido parecía que jugara semifinales del mundial todos los miércoles), afortunadamente todo terminó bien porque de lo contrario podía haberse convertido en la típica jugada que estigmatiza a un futbolista, vive Cardeñosa.

En resumen un partido en el que España borró del mapa a Alemania. ¿Ozil? ¿Podolski? ¿Klose? ¿De verdad han jugado hoy? , sin ánimo de faltar al respeto a los jugadores teutones sólo he visto a un equipo moviendo la pelota contra un grupo de fantasmas blancos que se defendían como buenamente podían. El sentido del juego colectivo y el toque (incluso con un Iniesta al 60%) han aparecido por fin, enhorabuena. España había superado las eliminatorias pero nunca había jugado como una campeona, hoy lo ha hecho.

Hasta aquí el deporte. A partir de aquí…..otra cosa. Pese a la evidente superioridad española había algo irreal en todo lo que estaba pasando, una disonancia inexplicable, el peso de ocho mundiales (32 años) es una carga de la que no es tan fácil librarse, tantas injusticias, tantos ridículos, tantas expectativas inconscientemente infladas, parecía que se iba a repetir una vez más ese odioso dicho de “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Incluso cuando íbamos uno a cero tenía la desagradable sensación de que “ellos” iban a empatar en el último minuto arrojándonos a una prórroga horrible. Y cuando por fin llegó el final….no me lo podía creer, realmente había sucedido, España está en la final de un Mundial de fútbol, dentro de 47 años se seguirá hablando de esto. Y yo lo he visto.


P.D. en homenaje a la vez anterior que le ganamos a Alemania en competición oficial he decidido repetir la foto de cabeza y el video a pié de página que empleamos aquella vez.

Hablamos mañana.

En serio, ahora estoy demasiado impresionado

sábado, 3 de julio de 2010

Comete una paraguaya



Podríamos hablar de muchas cosas. Por ejemplo de la sorpresa que dio Paraguay adelantando sus líneas y presionando en todo el campo cuando se esperaba un repliegue general, o de cómo el equipo guaraní hizo que España cayera en un juego bulboso y espeso a lo que contribuyó el hecho de que el combinado nacional tire 45 de cada 90 minutos por jugar con Torres o que saltar al campo con dos mediocentros es saltar al campo con diez. También habría que comentar la transformación del equipo cuando estos dos jugadores (Torres y uno de los mediocentros) fueron sustituidos por Cesc y Pedro el equipo pareció ganar en profundidad.

También de cómo la locura se ha desatado por fin en este Mundial una vez que hemos terminado con la fase de especulación (véase si no las semifinales de ayer y esa orgia de penaltis pitados y no pitados).O de cómo una nueva combinación con Iniesta como protagonista nos ha vuelto a desatascar el embrollo o de lo mucho que hemos lamentado los cules que no fuera Pedro el que metiera el gol.

Pero todo esto carece de sentido porque hoy resulta que ¡¡¡ESTAMOS EN SEMIFINALES!!! Por primera vez en toda nuestra historia (lo del Mundial de 1950 fue otra cosa). Por fin después de tantos años de ridículos, robos arbitrales y jugamos-como-nunca-perdimos-como-siempre al fin hemos roto la maldición. Estamos entre los cuatro mejores del mundo, cualquier cosa que no hubiese sido llegar hasta aquí hubiese sido un nuevo fracaso, cualquier cosa a partir de aquí será bienvenida.

El miércoles nos espera una Alemania que hoy ha fusilado a Argentina y que es posiblemente el gran rival a batir si queremos seguir haciendo historia, por primera vez en esta edición nos vamos a encontrar con un equipo que no es de entrada un rival inferior a España al que hay que jugar al ataque. Será apasionante estar allí.