Varg ¿Qué decías de la madre de Valdés?
Después de tres partidos seguidos sin ganar ¿Se puede decir que estamos ante un bache en el, hasta el momento, arrollador juego del Barça?.
Pues no lo sé pero lo cierto es que estos tres partidos han tenido en común que una metedura de pata (de la defensa o del portero sobre todo) han propiciado una situación de nervios y de injustificada tensión que perjudica muchísimo al equipo.
El Barça salió con una alineación que contaba con la seguridad de Puyol en la banda y Márquez en el centro (siempre mejor como defensa libre y no como central aunque hoy no ha cometido errores) con lo que a Piqué se le vio bastante más apoyado e incluso se desenvolvió bien con el balón en los pies. En el centro de campo jugaron Touré, Busquets y Xavi. El primero excelente aunque un par de pérdidas de balón comprometidas nos pusieron los pelos de punta pero bueno, el Barça está acostumbrado a jugar siempre al filo del abismo y si esos fallos no compensan el increíble trabajo de este jugador en prácticamente todas las demarcaciones del campo es cuestión de opiniones. Busquets hoy no ha tenido tanto protagonismo como otras veces, quizás sean ciertas esas opiniones que dicen que no deberían jugar juntos.
El resto del equipo era el habitual en los encuentros “clase A” y el partido de hecho se estaba desarrollando según lo previsto (siendo el Barça uno de los pocos equipos de Europa que juega siempre al ataque independientemente de las circunstancias y eso aún sigue siendo motivo de orgullo al menos para mí) hasta que ha ocurrido ese “algo” que ha metido al equipo en un bache.
Y ese “algo” ha sido una nueva “valdesina” (termino equivalente a aquellas míticas “buyadas” con las que el portero de Betanzos nos alegraba la vida de vez en cuando) que me parece especialmente grave porque parece causada no ya por un despiste o por un mal día sino por un grave defecto técnico de nuestro portero. Una vez más hay que decir que son estos detalles los que nos demuestran que Valdés está lejos de ser un crack y un equipo como el Barcelona necesita un crack en la portería. Y la afición está empezando a perder la paciencia. Veremos que dice la prensa mañana.
Lo cierto es que el Olympic que había salido a verlas venir en estos primeros compases del juego se animó bastante y durante un largo período de tiempo se dedicó a presionar al Barça en todas las líneas, arrebatándole la pelota e impidiéndole jugar cuando la tenía, atacando con peligro (de la mano de Benzemá que estuvo muy activo en esta fase del juego), protegiendo la peligrosa banda izquierda culé y anulando a Messi y a Etoo.
Al equipo le costó mucho sacudirse este dominio local y sólo fue al final de la primera parte y al comienzo de la segunda cuando el Barça empezó a controlar de nuevo el partido, más que nada porque el Olympic bajó el pistón convencido de que el uno a cero no era mal resultado y de que ahora la cosa iba de no encajar un gol.
De todos modos este mayor dominio no se traducía en ocasiones, Messi seguía inoperante por banda izquierda. Es posible que el argentino esté algo bajo de forma o es posible también que, siendo como es el jugador más estudiado por los estrategas de los equipos contrarios, se haya encontrado la forma de anularle sencillamente envolviéndolo en una manta de defensas, en cualquier caso esperemos que sea algo temporal. Messi trató de cambiar su suerte cayendo al centro y dejando la banda a Etoo algo que casi nunca suele salir bien como se volvió a demostrarse hoy. Es en esta demarcación, lejos de la portería y de la zona de cinco metros donde se suele mostrar letal (prueba de ello fue esa jugada en la que estrelló un balón en el palo en la primera parte ) cuando el camerunés deja patente su poca calidad técnica y sus limitados recursos. Y como de costumbre faltó de nuevo la figura de Iniesta para tratar de conectar al centro de campo con la delantera, algo que intentó hace Busquets con pobres resultados.
Al final la solución vino de la forma más insospechada: de lo alto y no estoy hablando precisamente de la Moreneta. Es esta una forma de atacar la portería contraria que no es precisamente el fuerte de nuestro equipo con la excepción de Marqués que fue precisamente el que tocó hacia la derecha para que Henry (flojo, descentrado y ausente durante casi todo el partido por cierto) conectara un segundo cabezazo y pusiera el bendito empate en el marcador.
Cualquier otro equipo hubiera aprovechado para bajar el pedal y defender ese resultado pero el Barça sin lanzarse tampoco en tromba sobre la portería lionesa, siguió buscando el segundo gol que dejara sentenciada la eliminatoria algo que ni siquiera estuvo a punto de ocurrir.
Lo mejor, el resultado, un empate a uno con partido de vuelta en casa es toda una garantía de que, si no hay una debacle, la eliminatoria está superada aunque hay que decir que tampoco se han despejado del todo las dudas de los últimos partidos. La ausencia de Iniesta y el pequeño bache (físico o psicológico) de Messi junto con las imprudencias defensivas y esos ataques de ansiedad (que lamentablemente forman parte de nuestra idiosincrasia y no hablo ya sólo de los jugadores) que bloquean al equipo han tenido la culpa.
Pero bueno seguimos líderes en la liga y viento en popa en la Champions y eso es lo que importa, quizás ganar un gran partido contra el Atlético el fin de semana que viene (unido a una desastrosa y masiva derrota madridista mañana) nos devuelva ese pequeño punto de confianza que hemos perdido.