lunes, 30 de junio de 2008

Diez segundos




España ha ganado la Eurocopa. Hacia 24 años que no llegaba a una final y 44 años que no la ganaba. Un balance muy pobre (hasta ahora pues con esta victoria somos, mira tú por donde, la segunda selección que más veces ha ganado este torneo) para un país con tanta tradición futbolistica. Las razones habría que buscarlas en otros aspectos alejados del ámbito meramente fubolistico y aunque siento aversión por esas teorías sobre “el miedo a ganar” y otras por el estilo lo cierto es que resultaba muy difícil no tener la sensación de que el problema estaba ahí. De tal modo que, a pesar de ser la mejor selección que había jugado hasta ese momento la Eurocopa, la duda estaba si los jugadores que saltaron ayer al campo lo harían ausente de los complejos y de la larga historia de calamidades que arrastraba el nombre de su selección: el no-gol de Cardeñosa, el fallo de Arconada, el penalti de Eloy, la decapitación de Michel, el no-gol de Julio Salinas, las narices sangrantes de Luís Enrique, el penalti de Raúl, el penalti de Joaquín,…

Durante los primeros quince minutos Alemania tuvo la intención de arrollar con su empuje a España y durante todo eso tiempo no se pudo hacer otra cosa que tratar de tapar el avance germano. En esa fase del partido un escalofriante descuido de Sergio Ramos nos puso a todos los pelos de punto e hizo que volvieran a surgir la duda reseñada arriba.

Pero todo terminó en cuanto que España cogió la pelota y empezó a subir con el balón jugado, las malas vibraciones si bien no se apagaron, al menos quedaron reducidas al mínimo en cuanto tuvimos la tranquilidad de que estaba pasando lo correcto, o al menos sabíamos que en todos los partidos anteriores una vez empezábamos a jugar así el gol era cuestión de tiempo. Así llegó una internada de Iniesta (que completamente liberado de tiranías de posición y marcaje y volcado en el ataque tuvo una gran actuación) que a punto estuvo de acabar en gol en propia meta y un remate de Torres al palo.

La idea del ataque español parecía o bien apoyarse en pases en profundidad a Torres (que podía intentar el remate, o retener al balón buscando devolver el pase hacia las incorporaciones de segunda línea) o bien llegar con el balón jugado por parte de alguno de los interiores buscando de nuevo un tiro o una cesión.

En el minuto 32 por fin la fórmula funcionó. Un bello pase interior de Xavi (que ayer jugó el mejor partido de su vida de principio a fin) llegó a los pies de Torres que le tiró un autopase a su marcador, le superó por rapidez y fuerza y tocó el balón por encima de Lehman. Un gol imposible tras una jugada que de haber terminado mal hubiera provocado nuevos murmullos en contra del pecoso. Pero Torres y Aragonés saben bien lo que el pecoso puede y no puede hacer. Torres es un jugador de 10 segundos todo el tiempo que necesita para fabricar un gol, como un autentico nueve. Para un espectador no habitual de fútbol (y que diablos para mí también tengo que reconocerlo) esa forma de jugar a ráfagas puede resultar irritante y poco productiva pero cuando llegan esos diez segundos no hay nadie que pueda hacerlo mejor. Y lo hizo, y cumplió, ya no tenía que hacer nada más pero siguió jugando en solitario en la punta clavando a la defensa alemana y dando sensación de peligro. Dentro de 44 años se recordara esta Eurocopa como la de “el gol de Torres” ¿Qué más puede pedir un futbolista?-

A partir de ahí los nervios no nos abandonaron del todo (los alemanes son muy putas y todo aquel que viera los mundiales del 82 y el 86 lo sabe) pero lo cierto es que, aparte de algunas oportunidades puntuales, la selección germana no daba sensación de peligro en cambio los españoles se pasaron toda la segunda parte paseándose por el campo rival, llegando al toque, merodeando el área buscando con calma y sangre fría un segundo gol que no llegó de puro milagro. Hubiera sido bonito que Sergio Ramos y Marcos Senna hubieran metido sus goles pero no lo hicieron por muy poco. Mientras tanto habían dejado el campo Cesc, Silva y Torres sustituidos por Xabi, Cazorla (que se movió mucho en la posición del extremo) y Guiza que volvió a ser la única referencia en ataque haciendo la misma labor que Torres y permitiéndose además regalar una bella cesión de cabeza que no terminó en gol por un pelo.

Así llegaron los últimos minutos. Sinceramente creo que los únicos que no estaban nerviosos eran los propios jugadores porque yo (y supongo que el resto de aficionados) estaba que no me llegaba la camisa al cuerpo pegando respingos cada vez que se fallaba una clara ocasión de gol y maldiciendo cuando se perdía la pelota. Supongo que, acudiendo de nuevo a esa mentalidad fatalista antes mencionada, no acababa de creerme lo que estaba pasando, supongo que esperaba que al final sucediera algo que diera al traste con aquello, incluso el bueno de Camacho insinuaba que “aunque llegáramos a la prórroga estábamos mejor que ellos”. Y en eso llegó el final.

Bueno, qué decir, sinceramente pensaba que me moriría sin ver esto. Pero lo he visto, España ha ganado la Eurocopa y lo ha hecho tras ganar todos los partidos de la fase final, y lo ha hecho además no sólo siendo la mejor en todos y cada uno de ellos sino además jugando un fútbol que admiro y respeto y considero una de las pocas cosas que aún merecen la pena en este ingrato deporte. Me alegro por todos y cada uno de los miembros de este equipo de estrellas pero sin una estrella pero sobre todo por un entrenador que nunca me había caído bien pero que se ganó mi respeto a raíz del affaire Raúl (y no lo digo porque yo sea anti-raulista que no anti-Raúl) por el que fue acosado de una forma inhumana (incluyendo persecuciones en coche) lo mismo que por elegir una arriesgada forma de jugar al fútbol contra la opinión de esa caverna cejijunta y cazallosa que gruñía reclamando la vuelta de la furia, el sudor sobaquero y los “ueos” y que supongo que ha contribuido también a que, a pesar de su dureza de carácter, haya tomado la decisión de no seguir con la Selección sabiendo que las santígüelas volverían a la carga al menor desliz. Que le vaya bien en Turquía, se va por la puerta grande.

Me complace por último, ver como nuestros jugadores demostraron en la celebración posterior la misma clase que demostraron durante toda la competición, me refiero al gesto de Sergio Ramos con Antonio Puerta y sobre todo el de Palop poniéndose la zamarra de Luís María Arconada, un gesto simbólico que saca a España del infierno de la autocompasión y que, unido al hecho de que era Platini el que entregaba la copa, lo convierte en algo digno de un final de película. Es una lastima que nuestra afición en ocasiones no demuestre la misma clase y que nuestra prensa jamás lo haga, y digo esto por un incidente que pensaba mencionar aquí pero que he decidido dejar para otro día. Hoy es el día de celebrar esto, la Eurocopa de 2008, cuando fuimos campeones.

domingo, 29 de junio de 2008

.

viernes, 27 de junio de 2008

Advierto a Rusia por tercera y última vez...



No vi los partidos contra Grecia ni contra Suecia así que la única referencia que tenía (aparte del partido que jugaron contra nosotros naturalmente) era el partido contra Holanda donde los rusos habían sujetado a las estrellas orange y luego les habían machacado al conratataque.

Así pues parecía que Rusia había impuesto su mayor presencia física y su profundidad y velocidad contra un equipo que hacía un fútbol semejante al nuestro pero ¿era esto verdad?. De Holanda sí que había visto varios partidos y, quizás porque se había puesto siempre por delante, no me pareció que jugaran como España (que se caracteriza por tratar de tener siempre la pelota independientemente de quien vaya por delante en el marcador) sino que más bien se dedicaba también a la contención y el contraataque.

De este modo se suponía que íbamos a ver a una Rusia diferente de la del partido de la primera fase y resultó que fue la misma, y nosotros también.

La primera parte (algo que ya suele ser también bastante habitual de la selección) estuvo caracterizada por la indefinición. Ambos equipos se repartieron la posesión de la pelota aunque parecía que España la subía con más sentido aunque ambos equipos se mostraron bastante romos. Villa y Torres estuvieron muy marcados de manera que en esta primera parte el ataque español, aunque subía bien la pelota hacia el área opuesta, concluía siempre en pases hacia la nada desde la banda y tiros a media distancia sin demasiado peligro.

La buena noticia es que todos los jugadores estaban a un gran nivel incluido los hasta ese momento discutidos Iniesta y Sergio Ramos que por una vez hizo un partido impecable en ataque y sin un solo error en defensa. Todos excepto Torres que tampoco tuvo hoy una buena actuación ni con el apoyo de Villa ni menos cuando se quedó solo delante. En general lo encontré torpe y precipitado.

La lesión de Villa propició la entrada de Cesc en un cambio, una vez más, discutible. Me refiero al hecho de jugar con un solo delantero (4-4-1-1) sobre todo cuando ese delantero, como se ha dicho, no tenía su mejor día pero una vez más Zapatones dio en el clavo. España conquistó el centro de campo como no podía ser menos teniendo a Senna, Xavi, Cesc, Iniesta y Silva en ese medio campo. Casi nada. España apostó una vez más por tocar el balón con sentido y profundidad y buscar el pase magistral en el borde del área (un poco al estilo Barça si me lo permiten) de una de esas combinaciones mágicas (con Iniesta que volvió a ser una vez más uno de los mejores asistentes del mundo) vino el primer gol.

A partir de ahí Rusia se fue (con perdón) directamente al carajo y España se hizo dueña del partido sin ninguna oposición haciendo del toque y de la triangulación un verdadero arte. Con Senna y Xavi haciendo de soporte (ayudado por los adelantados laterales) y con Cesc comandando el ataque y Silva e Iniesta con libertad para buscar el último pase. Si algo inquietaba en esta fase del juego era que ese dominio no se concretaba en otro gol que diera la tranquilidad. Por fin el desafortunado Torres fue sustituido por Guiza que recibió otro súper pase de Fabregas y metió el típico gol de delantero asesino: toque y desvío engañando al portero ruso como a un chino.

A partir de ahí todo terminó. Vino después el tercer gol (del que me alegré especialmente porque hizo justicia al gran Silva) como podían haber venido siete más si hubiésemos querido.

No fue el mejor partido de España que he visto aunque sí fue la segunda parte mejor que he visto en mucho tiempo. Algo que me complace además de por lo obvio porque demostró que la clase de fútbol que me gusta también puede ser competitiva y ganadora. El domingo la final. Supongo que Villa no podrá jugar y que de entrada saldremos con la misma estructura que tuvo España tras la sustitución del asturiano. Esto es con Cesc como enganche y con la posibilidad de sumar a Guiza si las cosas se ponen feas algo que espero que no sucede porque somos superiores a Alemania. Allí nos veremos.

jueves, 26 de junio de 2008

A los que no les guste el futbol ni el tabaco son unos infelices






Como la otra vez, demasiado nervioso para escribir. Mañana por la mañana hablamos

lunes, 23 de junio de 2008

Im looking for my shadow




España no peleaba contra Italia ayer. O al menos no únicamente contra Italia. España (y no me refiero a los jugadores que disputaron el partido sino a todo el país) peleaba contra sí misma y contra una legión de agoreros, pesimistas y profesionales de la estética del fracaso que ya tenían escrita sus lamentaciones con semanas de antelación.

Y no puedo hacer ningún reproche porque yo mismo formaba parte de esa legión. Nunca quise que nos tocara Italia en cuartos por muy mal que estuviera jugando y por muy de chiripa que se hubiesen clasificado. De hecho la experiencia nos dice que cuanto peor empiezan los azzurri más alto llegan después. Pero, repito, el mayor problema no eran ellos sino nosotros. Tal y como Gonzalo Suárez había apuntado en su columna el mismo día del partido la lucha entre Italia y España era, a nivel psicológico, una lucha entre un equipo con miedo a perder y un equipo con miedo a ganar.

Y aunque a mí esas historias de “miedo a ganar” o de que “el que perdona lo acaba pagando” siempre me han sonado a pamplinas lo cierto es que debía haber algo que explicara el hecho de que España no llegara a unas semifinales de una gran competición deportiva desde hacía 24 años. Algo que no sólo obedeciera a razones deportivas y que, por muchos buenos propósitos que nos hiciéramos, cuando conocimos el cruce de cuartos nos hiciera prepararnos ya para la nueva decepción.

El partido comenzó con Italia presionando muy arriba, una presión que se mantuvo bastante tiempo aunque al final acabó diluyéndose. Al margen de esto dio la impresión de que España pudo jugar por primera vez desde el principio como se supone que venía a jugar, es decir controlando el partido en el centro de campo y moviéndola hacia los delanteros tocando mucho la pelota. De todos modos en esta primera parte las cosas no estuvieron claras para ninguno de los dos equipos, no es que España estuviera mal, de hecho todos los jugadores estuvieron a un gran nivel (excepto Iniesta que sigue sin encontrar el tono por más que intentara jugar de todas las maneras posibles con alternancia en las bandas incluida) especialmente Silva pero tampoco se creó demasiado peligro aunque bastante más que Italia que estuvo completamente inoperante arriba.

El verdadero partido comenzó en la segunda parte cuando Italia cedió la presión y empezó a jugar de forma elástica mientras que España se hizo dueña por completo del centro de campo, y por consiguiente del encuentro. Así empezaron los jugadores de ataque a merodear por área italiana y por fin Villa y Torres empezaron también a recibir balones con la posibilidad de jugarlos. Por el contrario los ataques italianos se veían frenados por la pareja de centrales (Puyol, Marchena) que prácticamente no cometieron ningún fallo lo mismo que Sergio Ramos que si bien perdió algunos balones comprometidos en la zona central durante sus incorporaciones al ataque, hizo un buen partido en defensa que al fin y al cabo es su primera función.

En esto vino el doble cambio de Iniesta y Xavi. Esta forma de hacer los cambios me preocupó un poco, un doble cambio en el minuto sesenta en un partido que tenía muchas papeletas para terminar en prórroga volvió a ser, una vez más, demasiado arriesgado para mi gusto. Supongo que Aragonés quería aprovechar la cada vez mayor debilidad de Italia para potenciar el ataque con Cesc y Cazorla. Pero fue una lastima porque Iniesta por fin estaba empezando a jugar bien y en la zona en la que hace más daño.
De todos modos el cambio al menos no perjudicó al equipo que ataco más y con más sentido. La disminución de efectivos en la zona del medio centro no fue, afortunadamente, demasiado acusada por el equipo gracias a un inconmensurable Senna que para mí fue el mejor del partido. Tendría que verlo otra vez pero creo que el hispano brasileño no falló ni un solo pase, se hinchó a robar balones e incluso tuvo también peso en el ataque en la clásica jugada de la llegada en segunda línea.

La incorporación de Guiza también fue arriesgada y no sólo por las nuevas muestras de desagrado de Torres (que esperemos que no generan la misma absurda polémica de hace dos semanas) sino porque creo que la pareja de delanteros que hasta ese momento había jugado en el ataque español podría haber sido más efectiva en ese momento. De todos modos fueron unos cambios tan discutibles como respetables.

Por la parte italiana la entrada de Camoranesi supuso un revulsivo para Italia que gozó de su mejor oportunidad en las botas del volcánico mediocampista italiano que además llevó el balón hacia delante con mucho más peligro que esta ese momento.

Durante la prórroga España buscó la victoria y no la obtuvo merced a una falta de definición en la última jugada debido al cansancio de Villa y a la precipitación de Guiza y Cazorla.

Llegábamos a los penaltis. España había jugado mejor que Italia y se había merecido con creces la victoria pero todo el que sabe un poco de esto sabe bien que pasar una eliminatoria en ocasiones no tiene nada que ver con merecérselo o no. Los fantasmas de Eloy, Fernando Hierro, Raúl (este hacía más tiempo que estaba presente) y Joaquín sobrevolaron Viena. Pero esta vez el cara o cruz nos favoreció.

Casillas al final resultó ser el héroe del partido no sólo por los penaltis que detuvo sino por la escalofriante parada con el pie y regresando de una salida en falso ante el tiro de Camoranesi lo que me parece muchísimo más meritorio para un portero.

España volvió a pelear contra su sombra pero esta vez ganó. Ya libres de esa mortificante presión nos espera en semifinales Rusia. Allí estaremos.



domingo, 22 de junio de 2008

Illa Illa Illa



Estoy hecho una mierda. Igual que en el 84 y que en el 86 y que en el 90 y que en el 94 (en el 98 no porque ni siquiera llegamos a jugar un partido dramático) y que en el 2000. Pero hoy ha sido diferente.

Estoy demasiado cansado para escribir algo con sentido, mañana habrá analisis con más calma.

P.D. Espero que todos sepan apreciar lo que para un culé significa dar un illa al señor Casilla

miércoles, 18 de junio de 2008

Quimerica laxitud



España clasificada y primera de grupo. Por lógica el tercer partido (tal y como ocurrió hace dos años en Alemania) debería servir para dar descanso a los titulares y probar a los suplentes, esa era la intención de Aragonés y ese era también para mí el principal aliciente.

Me interesaba sober todo saber como estaba Xabi Alonso y la verdad me ha impresionado su el partido que ha hecho, me ha gustado incluso cuando España ha tenido sus momentos más flojos. Para mí es la encarnación perfecta del medio centro clasico que cubre una gran demarcación de terreno, se encarga de controlar la zona ancha conectando con la defensa, distribuyendo el juego y colaborando en el territorio de la media punta. Y además tiene pegada, que gran gol hubiera sido el que estrelló en el palo.

Además del vasco me han gustado De la Red que sobre todo en la segunda parte ha hecho un partido perfecto en la zona de media punta y por último Guiza que es un verdadero asesino del area (una asistencia y un gol, y ambas cosas en jugadas clásicas de ariete).

No creo que Luis cambie su alineación titular pero al menos dispone de buenos recambios si las cosas no van bien el domingo. Estoy convencido de que actualmente su mayor duda es si Iniesta saldrá de titular o lo hará Cesc en su lugar. Pronto lo veremos.


ITALIA ALLA VAMOS

sábado, 14 de junio de 2008

RE VILLA



Esto cada vez se parece más al Mundial: victoria espectacular en el primer partido y nueva victoria en el segundo con algo más de sufrimiento. Esperemos que no acabe igual.

España salió con el mismo equipo titular y comenzó dominando el centro de campo (o más bien ocupándolo ante el abandono sueco) lo que les permitió tocar la pelota todo lo que quiseron, amen de contar con la ayuda de la incorporación de los laterales (sobre todo Ramos) y que, por ejemplo, Silva jugara más suelto en ataque lo que le vino muy bien a España.

Consecuencia del dominio, del control del balón y de la paciencia vino el primer gol de Torres (otro que lo necesitaba después de la ridícula polémica del partido anterior).

Lo que ocurrió a partir de ahí es un poco difícil de explicar. No es que los suecos se lanzaran al ataque en tromba, más bien se limitaron a adelantar un poco sus líneas aunque en ese movimiento el centro de campo español desapareció. España dejó de tocar y Suecia empezó avanzando un poco a trompicones aunque lo más preocupante era como Ibrahimovic recibía el balón en el área y lo controlaba de espaldas a la portería con relativa facilidad. De todos modos no sé si los suecos hubieran acabado marcando de no ser porque Sergio Ramos volvió a fallar. Lo del fútbol total está muy bien pero los porteros están para parar la pelota, los delanteros para marcar goles y los defensas para defender. El sevillano ha jugado bien de la mitad del campo para adelante, ha sido uno de los que más balones ha tocado y ha contribuido mucho a mover la pelota en el campo sueco pero si un defensa no defiende bien a mí no me sirve. Sin bromas, quizás debería jugar de interior.

Tras el gol la cosa no mejoro mucho. España ya no controlaba tanto la pelota y sus avances hacia la portería enemiga eran cortados sin mucha dificultad. En mi opinión Aragonés se volvió a equivocar al hacer caer por banda a Iniesta contribuyendo a que el centrocampista hiciera un partido muy flojo al no conseguir desbordar prácticamente nunca. Al contrario que Silva que se ha hecho un partidazo.

En la segunda parte y ya sin su jugador estrella los suecos buscaron el empate de forma descarada. España volvió a tener la pelota y se dedicó a moverla buscando el gol sin descanso con el refuerzo de Cesc y Cazorla (que entraron faltando casi media hora para el final del partido lo que me pareció una temeridad puesto que España ya había hecho un cambio en la primera parte), tocando la pelota y tratando de conectar con los delanteros cosa que no resultó fácil puesto que las pocas veces que lo conseguían la defensa y el gigantesco portero sueco desbarataban las ocasiones, algunas de ellas muy claras.

Cuando ya se palpaba el empate (un resultado no muy bueno pero tampoco muy malo) una genialidad de Villa decidió el encuentro. Cuando cualquier tuercebotas hubiera corrido perpendicular a la portería y hubiera mandado un pelotazo al exterior de la red el asturiano tocó hacia el interior del área y sólo ante el portero colocó la pelota con frialdad. Villa había estado muy desaparecido en la primera parte pero en la segunda se había partido el pecho buscando el gol o la asistencia, al final se vio recompensado.

Ha sido un partido duro pero al menos ha servido para que España sufriera jugando a contra marcador (o sea que mientras empataba atacaba como si estuvieran perdiendo lo que me parece perfecto) y mostrara cómo hay que jugar contra un equipo que se defiende masivamente. Al final clasificación asegurada y posiblemente como primeros grupo pensando ya en el cruce de cuartos. No creo que se pueda pedir más.

Antes de terminar quisiera cagarme en Canal Cuatro que ha cortado la transmisión una milésima de segundo después de que el arbitro pitara el final para encadenar una inagotable serie de comerciales. Vale que viven de eso pero se puede hacer con más clase. Si España llega a la final y la gana ¿harán lo mismo?. En fin.

martes, 10 de junio de 2008

VIVA VILLA



Después de un largo preámbulo ambientado por “El canto del loco” y por los singulares comentarios de Cayetano Martínez de Irujo empezó el primer partido de la Eurocopa para España. El equipo titular no tuvo grandes sorpresas, aunque en los últimos días se había hablado mucho sobre la zona del centro de campo y sobre la no inclusión de jugadores como Cesc o Xabi Alonso en esa demarcación.

Y la verdad es que en un principio pareció que lo que se estaba viendo daba la razón a los críticos. Durante los primeros quince o veinte minutos el comienzo fue muy confuso. A pesar de tener cuatro centro campistas y que España está definida como un equipo de toque el juego no fluía por esa zona del campo. Xavi y Senna tenían mucho trabajo sosteniendo el armazón, robando balones y defendiendo en el medio campo, Iniesta había caído a banda donde sinceramente nunca he pensado que pudiera hacer nada positivo y Silva no aportaba nada en el ataque quizás siguiendo instrucciones de Aragonés que no parece fiarse mucho de la defensa. Así pues el ataque se apoyó en pases largos que buscaban a Fernando Torres y en el buen hacer de Villa, que solía partir desde la posición del interior por cualquiera de las dos bandas flanqueado en ocasiones por Capdevila (Sergio Ramos no se dejo ver mucho en esta fase del partido seguramente también siguiendo ordenes de Zapatones), y que con sus movimientos creaba gran inquietud en la defensa rusa.

A mí lo de los pases largos no me apasiona mucho pero es justo reconocer que tenemos a uno de los mejores jugadores del mundo para recibir dichos pases. Ya había dicho Torres que era consciente de que sólo iba a tocar dos o tres balones en cada partido pero a veces eso es suficiente para un ariete clásico como él. Creo que el dúo titular de delanteros de la selección nacional es la mejor combinación posible: un 9 rápido y rematador que juega a precisas y mortales ráfagas y un segundo delantero con más recursos capaz de llegar con el balón controlado desde muy atrás y de colaborar a la hora de matar el partido reteniendo la pelota.. Lo cierto es que de esa combinación (y de un poco de ayuda de la torpe defensa rusa) nació el primer gol que vino en el momento preciso para que España se relajara un poco y pudiera jugar con el balón más en el suelo. Además fue el momento en el que Iniesta giro hacia el interior y empezó a moverse por la zona para la que fue creado: el borde del área. De sus botas nació una de esas jugadas clásicas de pase al hueco que fue aprovechada por el polivalente Villa para marcar el segundo.

España se encontró a partir de ese momento (es decir durante toda la segunda parte) en una posición más cómoda aún con el equipo ruso desarbolado y con amplios espacios en el centro de campo y en la delantera para hacer el juego que le es característico. Además Silva empezó a desarrollar el juego por el que es conocido seguido por Xavi también más liberado de la presión defensiva en el centro de campo. Las inclusiones de Cesc Fabregas y sobre todo de Cazorla, buscando ya un control más duradero de la pelota, contribuyeron a que se vivieran los mejores minutos de la selección con el tercer gol de Villa y otro más de Fabregas que sólo remataron un partido que ya se había ganado en la primera parte.

No conviene de todos modos sacar conclusiones demasiado optimistas (y además mirando al pasado no tenemos ningún motivo para hacerlo) de un partido jugado contra un equipo bastante flojo y en el que se nos puso todo de cara desde el principio. Lo mejor ha sido la solidez del dúo Senna y Xavi que se han hinchado a robar balones, la destreza de Villa (el típico delantero que cuando esta de buenas es una bomba incrustada en la defensa enemiga) los movimientos (a ratos) de Iniesta y Silva y que el banquillo es casi de tanta calidad como los titulares lo que no es poco. Lo peor quizás las vacilaciones en defensa (portero incluido, he encontrado a Casillas sorprendentemente nervioso) donde Sergio Ramos ha hecho un partido muy raro (no así en sus incorporaciones al ataque). A ver que pasa contra los vikingos.


viernes, 6 de junio de 2008

Otra vez con más sentimiento



Falta poco para que empiece la Eurocopa de Austria y Suiza y se impone hacer un ejercicio de memoria como el que ya hicimos hace dos años con los Mundiales de Alemania.

Sin embargo algo me pasa con esta competición. Para mí es un equivalente a la Copa del Rey en el fútbol nacional o la copa de la UEFA en las competiciones europeas por equipos. Es decir un acontecimiento futbolístico de segunda. De manera que, al contrario que con aquel post mundialista en el que podía recordar sin dificultad imágenes y emociones ocurridas veinte años atrás, aquí sinceramente he tenido que echar mano de la wikipedia más de una vez para refrescar la memoria. Vamos con la paella:


ITALIA 1980

Esta fue mi primera Eurocopa, bueno ya estaba vivo en las dos anteriores pero digamos que por aquel entonces tenía otras cosa en las que pensar tales como aprender a caminar, hablar y cosas por el estilo.

Nos tocó en un grupo bastante chungo: Italia, UK y Bélgica (la Eurocopa es notablemente más dura que los Mundiales ya que las peritas en dulce se han quedado por el camino y siempre toca jugar con selecciones más o menos potentes).

De todos modos el partido inicial resultó bastante esperanzador ya que conseguimos empatar con la anfitriona en un partido en el que recuerdo que Juanito estrelló un balón en el poste. En el siguiente nos tocó jugar con Bélgica, la revelación del torneo y que llegó a disputar y perder la final contra el mazo alemán, que nos ganó por dos a uno (recuerdo que el miserable de Pablo Porta no tuvo empacho en culpar de la derrota al portero Arconada) y nos torturó durante todo el encuentro con la táctica del fuera de juego (hoy afortunadamente casi desaparecida) a la que la selección flamenca era bastante aficionada.

La puntilla fue la derrota contra Inglaterra a pesar de que tuvimos la ventaja de disfrutar de dos penaltis, los dos tirados por Dani que sólo convirtió uno. Así terminó aquella aventura.


FRANCIA 1984

Uno de los escasísimos hitos de nuestro combinado nacional y el único que he tenido la oportunidad de presenciar.

Las perspectivas de todos modos no eran muy halagüeñas. España venía del desastre del 82, un desastre del que prácticamente sólo se habían librado Arconada y Camacho. Sin embargo la Eurocopa de aquel año fue precedida de un momento mágico, de esos que se cuentan a los nietos como si de un episodio de una Guerra Civil se tratara.

España se disputaba la clasificación con Holanda contra la que había perdido por uno a cero. Tocaba jugar el último partido de la fase contra Malta a la que había que meter once goles (cinco más de los que le metiera Holanda previamente) para contrarrestar el gol average desfavorable. Nadie (excepto Poli Rincón) creía en el milagro. El estadio sevillano (no recuerdo ahora cual) donde se disputaba el partido estaba medio vacío y todos los periodistas se lo tomaban como un trámite fastidioso. En los días previos al encuentro tuvieron lugar toda clase de acontecimientos chuscos (incluyendo una encuesta que decía literalmente “¿compraría usted a los malteses?”) entre los que destacó un plan ultrasecreto (desvelado por José María García) de la bufonesca federación española de fútbol que pretendía llevarse a los jugadores de Malta a una juerga flamenca con el ánimo de que acudieran al partido desmadejados. Digno de un guión de la época del landismo.

Al final como todo el mundo (hablo de “nuestro” mundo) sabe se produjo el milagro y a pesar de la desastrosa primera parte (un gol encajado y un penalti fallado) los goles fueron cayendo de uno en uno hasta completar los necesarios para la clasificación. Para la historia queda el video del partido y ese momento en el que José Ángel de la Casa (que soso nos parecía entonces y cuanto le echamos de menos en estos tiempos de retransmisiones futbolísticas dominadas por payasos sin gracia) abandonó su habitual sobriedad para transformarse por unos segundos en el gallo Claudio.


Aquello fue el comienzo de la famosa “flor en el culo de Miguel Muñoz”, una leyenda que se confirmaría más tarde como veremos.

Ya en Italia nos tocó en suerte Rumania, Portugal (que por aquel entonces no eran nada) y la vigente campeona. Los primeros partidos terminaron con sendos empates y un juego decepcionante. El tercero tocaba contra Alemania a la que valía el empate pero que estaba obsesionada con ganar aquel partido para que no le tocara Francia en la siguiente ronda. De nuevo nadie confiaba en el equipo nacional pero la flor culera volvió a germinar y en el minuto 90 Maceda marcó un gol inolvidable que dejaba a los hunos con tres palmos de narices y nos metía en la siguiente ronda.



Allí nos esperaba Dinamarca y, si no me equivoco, fue este el comienzo de larga y casi siempre provechosa tradición de encuentros entre las dos selecciones. De este partido recuerdo más que nada la tanda de penaltis donde el arbitro mandó repetir uno que había parado Arconada y donde el Manu Sarabia nos dio paso a la final que España había ganado exactamente 20 años antes.

Una final que también ha pasado a la historia pero por otros motivos. Contra la anfitriona la suerte se cobró todas las deudas que tenía con nosotros y así en el saque de una falta –inexistente- Arconada confirmó su leyenda de gran portero que no daba la talla en los partidos decisivos. Ya dos años antes, en los mundiales de España, Arconada había tenido mucho que ver en el ridículo que hizo el combinado nacional. El puesto de cancerbero es muy desagradecido. Si un delantero sólo necesita diez segundos para resolver un partido malo, un portero necesita sólo esos diez segundos para joder un partido perfecto. Sin él portero donostierra nunca hubiéramos llegado a la final pero siempre será recordado por esa jugada desgraciada al igual que Cardeñosa pasó a la historia seis años antes por su célebre no-gol contra Brasil. Algunos incluso quisieron ver algo más que una desgracia en ese jugada, seguramente la misma clase de idiota que se pone a fisgar en como llevan los calcetines los jugadores catalanes.



En fin así termino la última participación del equipo nacional en algo que valiera la pena contarse. Y ya han pasado 24 años



ALEMANIA 1988


Esta es una de esas eurocopas cuyo recuerdo (en cuanto a la participación española) se reduce a la mínima expresión. Por lo que dice la wikipedia nos volvió a tocar en suerte Italia, Dinamarca y Alemania. Yo sólo recuerdo el partido contra Italia y además muy vagamente. Me vienen imágenes difusas de balones colgados sobre el área italiana y rematados a la desesperada contra la muralla del catenaccio azzurro.

El gato al agua se lo acabaría llevando la gran Holanda de Gullit, Van Basten, Reijkaard y Koeman, único motivo por el que se recordará esa competición si dejamos aparte el horroroso diseño de camisetas que predominó ese año.



INGLATERRA 1996

Como habrán podido ver hemos dado un salto de ocho años en el tiempo y es que nunca llegamos a disputar la Eurocopa de 1992 siento este el único gran acontecimiento de competiciones nacionales en los que España no ha estado presente desde 1974.

Tampoco guardo muchos recuerdos de lo que sucedió en UK. Recurriendo de nuevo al oráculo virtual por excelencia veo que en la primera fase nos tocó con Rumania, Francia y Bulgaria. Dos empates y una victoria (contra los rumanos) nos volvieron a colocar en cuartos donde la anfitriona nos derrotó a los penaltis. Fallaron Hierro y Nadal. Nada más que contar en una Eurocopa que ganó Alemania y de la que no recuerdo que pasara nada digno de mención puesto que ya estábamos inmersos en la gran crisis del fútbol (al menos en cuanto a juego se refiere) que todavía nos dura.



PAISES BAJOS Y BÉLGICA 2000

De este partido a destacar dos hechos significativos. El primero se produjo en el partido inaugural de nuestro combinado contra Noruega donde el portero Molina tuvo un fenomenal fallo que nos costó la derrota y que significó su caída en desgracia con la roja. Otro ejemplo de la soledad del arquero.

El siguiente hecho memorable se produjo en el partido donde nos jugábamos el pase contra la siempre correosa Yugoeslavia. Recuerdo que el partido se jugaba por la tarde y yo tenía que trabajar, no obstante el hijo del jefe que también andaba por allí se trajo la tele de su casa para poder ver el partido en la oficina. Allí contemplamos como España, que faltando poco para terminar el partido iba perdiendo 3.-2, logró primero empatar merced a un penalti transformado por Mendieta ( que en lugar de correr hacia el centro de campo, puesto que el empate no nos servia de nada, se quedó celebrando el gol como un tolete mientras todo el mundo se cagaba en sus melenas) y obtenía la victoria ya muy pasado el descuento gracias al simpático Alfonso. Cuando eso sucedió estalló el jubilo en todo el país y me recuerdo perfectamente bailando la danza miposiana de la alegría con el hijo del jefe. Guardo una memoria especial de aquel momento puesto que el chico falleció un año más tarde en un accidente de tráfico.



Seguramente podría haber sido un momento aún más perdurable de no quedar minimizado por la eliminación de España a manos de Francia algunos días más tarde terminando así con la última aventura del tercio de Flandes.



PORTUGAL 2004

Otro fracaso oculto por la niebla del olvido (y sólo han pasado cuatro años) donde nos tocó con Grecia, Portugal y Rusia con el resultado de un empate, una derrota y una victoria respectivamente. Al final acabó ganando el trofeo Grecia marcando siete goles en seis partidos a pesar del desesperado esfuerzo colectivo porque esa mierda no se acabara alzando con el titulo de mejor equipo europeo. Lo que sucedió fue entendido como una muestra de la decadencia del balompié, quizás no fuera para tanto.


AUSTRIA Y SUIZA 2008

Y tras este, a veces mágico y casi siempre misterioso viaje por la historia personal del torneo europeo de selecciones llegamos al presente. Tras una fase previa con algunas derrotas dolorosas, otras victorias in extremis (gracias Iniesta) y un recorrido final bastante sólido llegamos a la fase definitiva tras un recorrido que podría ser denominado como “el gran coñazo Raúl” donde una serie de pelmazos periodísticos y de andar por la grada han estado dando la tabarra en una actitud que, paradójicamente, sólo puede denominarse como anti patriótica y que ha provocado que un individuo como Luís Aragonés acabe por caerme simpático no por sus cualidades propias sino por la repugnancia que causan sus adversarios (como me pasa con Rajoy sin ir más lejos). Presiento que con “zapatones” me pasará como con José Ángel de la Casa: le echaremos de menos como uno de los últimos representantes de una visión seria y austera del fútbol antes de que nos sumerjamos para siempre en delirios de bobochorrez y babas.

En fin pues nada, como siempre y a pesar del recuerdo de todas las decepciones, expectativas exageradas y culos al aire que nos trae el pasado allí estaremos de nuevo. Otra vez con más sentimiento.