Tensión a 16 10 mañana hablamos.
Con la tensión en su sitio analicemos el partido, que ha
tenido tela.
Salió el Barça con la mejor alineación posible teniendo en
cuenta que Busquets estaba recién llegado del astillero. Tras un comienzo
irregular el Barça empezó a dominar el partido o al menos dio esa impresión que
fue confirmada cuando en el minuto 18 Mathieu remató de cabeza un centro de
Messi.
Sin embargo el resultado y ese primer aparente dominio se
revelaron como una ilusión, enseguida se vio con claridad que el equipo carecía
de un centro de campo que la verdad no le ha hecho mucha falta durante esta
temporada al confiar el juego en la potencia ofensiva y la tan ansiada en otras
temporadas seguridad defensiva. Iniesta hizo lo que pudo pero está claro que no
fue capaz de liderar al equipo en esta fase del encuentro, sin tener a su lado
a Xavi como gran arquitecto y sin las espaldas cubiertas por Busquets (en su
lugar tenía a un Rakitic incapaz de influir en el juego y a un Mascherano demasiado
ocupado ayudando a contener a la BBC) el ayer capitán no pudo remediar la
descomposición del equipo que tras perder el fuelle inicial empezó a ver
invadida su zona ancha por el equipo visitante con Modric a la cabeza. La
situación se agravó con el gol de Cristiano Ronaldo (celebrado a su habitual
estilo gañan y carretero) y a partir de ahí el equipo estuvo a merced de los
madridistas que cortaron cualquier avance en el juego local, recuperaron la
pelota continuamente y crearon toda clase de ocasiones que por fortuna fueron
malogradas por el buen hacer en defensa (en especial de la pareja de centrales)
y por Claudio Bravo. Para colmo Messi estaba desaparecido en la banda derecha y
Neymar además de fallar una ocasión clarísima metió la pata prácticamente en
todas las jugadas en las que tocó balón.
La llegada del descanso fue un verdadero alivio.
Tras la reanudación el Barça tuvo la fortuna de volver a
adelantarse en el marcador gracias a un pase adelantado de Alves y a una
extraordinaria definición de Luis Suárez (como dijo un columnista del Sport de
hoy, para eso le fichamos). El segundo tanto fue un golpe moral para el Madrid
que además sufría de la inacción de dos de sus ilustres atacantes (Bale y
Cristiano que gol aparte no pudo hacer prácticamente nada), en ese momento el
Barça retomó el control del partido ayudado por la nueva posición de Messi (que
dejó de correr estérilmente la banda y pasó a jugar más por el centro) que en
combinación con sus compañeros en el ataque (y ocasionalmente por Alba) creo
numerosas oportunidades que el infortunio y Casillas impidieron que subieran al
marcador. Progresivamente (aunque entiendo que un poco tarde) Luis Enrique comenzó
a introducir cambios en el equipo dando entrada consecutivamente a Busquets, Xavi
y Rafinha en el lugar de Rakitic, Iniesta y el desafortunado Neymar. Estos cambios
terminaron por matar el partido al recuperarse por completo de un control
perdido durante gran parte de los primeros 45 minutos.
Final del partido y líderes en solitario a cuatro puntos del
segundo clasificado que era de lo que se trataba. Se da un paso importante
aunque ni mucho menos definitivo para conseguir el campeonato pero el
desfallecimiento del equipo en un momento clave del partido (quién sabe si en
parte agravado por el exigente partido que veníamos de jugar entre semana) causa
preocupación al culé más desconfiado (que es el 99% de la parroquia). Seis meses
después de que comenzar el proyecto de Luis Enrique está claro que seguimos en
un periodo de transición sin poder desprendernos del todo del estilo de juego del
pasado y sin conseguir del todo integrarnos en el nuevo.
Pero las dudas con cuatro puntos de ventaja son menos.