miércoles, 29 de septiembre de 2010

El desierto de los tártaros



Justo después de que Guardiola se deshiciera de una de sus maldiciones en liga (ganar en el Calderon) reaparece una maldición europea: el Rubin Kazan, único equipo al que el mister aun no ha podido ganar. Hoy tampoco.

No debería hablar demasiado del partido porque lo he tenido que ver en unas condiciones infames, en Internet y alternando enlaces de tal manera que he escuchado narraciones argentinas ("ahí va el petiso Xavi") británicas y mexicanas. De todas maneras he podido ver gran parte del primer tiempo y he podido comprobar que en esta ocasión el Barça, aun encontrándose con un planteamiento ya habitual en los equipos que se enfrentan a él, tuvo muchas más dificultades que de costumbre pues el planteamiento defensivo de los rusos fue más agresivo (en el buen sentido de la palabra) y concentrado y sus contrataques mucho más peligrosos.

El Barça, una vez más, tuvo que jugar tratando de penetrar la poblada defensa enemiga pero además multiplicándose en la zona media y defensiva para cortar los ataques locales. Quizás a eso se debió la inclusión en el once titular de Mascherano y Busquets al mismo tiempo, el argentino se encargó de dar cobertura no sólo al medio centro titular del equipo sino incluso también amparó las continuas subidas de Piqué que, por extraño que parezca, se pasó más tiempo en el campo enemigo que en el propio.

A pesar de todo el Barça, aun sin Messi al que hoy sí que se echó de menos, logró acercarse con peligro al menos dos veces pero Pedro, tan afortunado la temporada pasada, parece haber perdido su duente.

El gol del Rubin Kazan vino tras un fallo defensivo y un penalty justo. A partir de ese momento estaba claro que un empate (que ya era un buen resultado antes de comenzar el encuentro dado que los rusos habían perdido el primer partido de la eliminatoria frente al Copenhague) era algo con lo que darse por satisfecho. Tal cosa ocurrió en la segunda parte que practicamente ya no pude ver, por lo que cuentan el partido siguió practicamente las directrices del primer encuentro con el añadido de la inclusión de Messi que pareció bastante en forma y que además proporcionó más dinamismo al ataque además de ayudar a Xavi (hoy bastante tapado) a distribuir el juego.

Al final empató Villa y ambos equipos gozaron de oportunidades para desequilibrar el encuentro a su favor. Empate y todos contentos, los rusos desde luego, y nosotros también, en esta fase de las máxima competición por equipos se trata de ir avanzando con los resultados, ya llegará el momento de volver a hacer temblar a Europa.

La próxima vez me voy a un bar a verlo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Jornada V



El tropiezo del Madrid (pasaron los tiempos en que empatar fuera era un buen resultado) aparte de un "zas en toda la boca" a Mourinho y su cansina forma de crear polémicas era un acicate para que el equipo empezara un a priori difícil encuentro en San Mames con el objetivo de ponerse por delante del eterno rival (lo del Valencia de momento no preocupa a nadie, más adelante veremos si con motivo).

El equipo volvió a salir sin Messi y Abidal (que sigue enredado con no se qué cosa de su abuelo) y con el forzado 4-4-2 que impone la ausencia de su estrella. La importancia del encuentro (repito que potenciado aun más por el empate del Madrid) hizo que el Barça saliera a por todas, y eso que tenía enfrente a un rival que no sentía demasiada inclinación por encerrarse atras y que trató de adelantar líneas y presionar más arriba de lo que suele ser habitual.

Esto sin embargo no impidió que el equipo jugara para mí sus mejores minutos, un espacio que abarca desde el comienzo del encuentro hasta más o menos la mitad del primer tiempo, período durante el cual el Barça dominó y, con Iniesta como maestro de ceremonias, diseñó una serie de jugadas de ataque que no terminaron en gol de milagro. A partir de esos minutos el ritmo bajó un poco y algo más tarde tuvo lugar la jugada determinante del encuentro: la expulsión de Amorebieta.

Se suele objetar a este tipo de decisiones arbitrales el hecho de que los colegiados no sancionan con identico rigor otras jugadas semejantes, en cuyo caso habría que responder que son los arbitros que dejan pasar estas cosas los que deberían ser reprobados y no los que sí aplican el reglamento. Las entradas como las de Amorebieta (en plancha y por alto) son las que hay que sacar del fútbol. Asi que para mí justa expulsión.

De todos modos es innegable que el partido quedó marcado por este lance, y no es que los bilbainos (tanto jugadores como público) pusieran algo de su parte para evitar que esto pasara pues ambos colectivos parecían ya dar el encuentro por perdido. De tal modo que el Barça se dedicó a hacer un rondo por las proximidades del área local buscando su momento y con una estructura perfectamente acoplada: Xavi cubierto por Busquets buscaba el pase a la izquierda (donde Alves y Pedro combinaron con mayor o menor acierto), o bien la cesión a Iniesta quien a su vez trataría de buscar a Villa o al algún otro mejor posicionado. En una de estas combinaciones Iniesta cedió a Villa quien con un toque de clase habilitó a Keita que marcó el primer gol culminando así un gran encuentro pues el mediocampista africano tuvo la fortuna de implicarse en la clase de partido en la que es un jugador importante (en otra clase de partidos en cambio resulta practicamente inservible). Bienvenida sea la vuelta de la segunda línea de la que el malíense es santo y seña.

Si el Athletic necesitaba más excusas para venirse abajo se encontró con una perfecta de tal modo que se puede decir que ahí acabó el partido (bueno ya sabemos que al final no ocurrió así pero al menos todo el mundo tenía esa sensación), sólo faltaba certificarlo y tras innumerables ocasiones Xavi recuperó igualmente el gol de media distancia, una suerte que el Barça también había descuidado.

Casi al final del partido tuvo lugar la segunda jugada destacada en lo que al aspecto disciplinario se refiere, estamos hablando por supuesto de la expulsión de Villa que tengo que decir que fue igualmente justa (supongo que los que protestaron por lo de Amorebieta opinarían también que Villa no debió ver la roja porque al final no le partió la cara a Gurpegui). La ansiedad del asturiano es un signo de los tiempos locos que vive el fútbol: llevar dos goles (más varias asistencias e infinitas ocasiones falladas por poco) en cinco partidos se podría considerar un excelente rendimiento pero el asturiano quiere mucho más, lo cual demuestra ambición (lo que es bueno) pero también frustración (lo que es malo). Esperemos que esta desgraciada jugada no tenga influencia en los resultados venideros (algo difícil de evitar si Messi no regresa al 100% de su lesión la próxima jornada)porque de lo contrario podría poner a nuestro fichaje estrella de este año en la picota. ¡Calma querido Villa que ya no estas en el bronco Valencia!.

El gol del Athletic que vino acto seguido sembró una incertudumbre que por fortuna no cristalizó ya que Busquets (hoy ha sido el día de los goleadores mediocampistas) mató definitivamente el partido tras un pase de Pedro (que brilló con gran nivel y que una vez más gozó de buenas oportunidades de gol).

En fin una pena que dos jugadas a las que se les extraerá el jugo desluzcan un partido que yo considero brillante por parte de nuestro equipo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Jornada IV



Una vez pasado el susto de Messi quedaba la interesante cuestión de cómo se manejaría el equipo sin su estrella y guía. Aparte de la forzada ausencia del argentino (y también la de Abidal) el equipo salió a jugar con Piqué y Pedro rotando. En su lugar entraron Milito y Bojan, el primero dejó buenas sensaciones como "defensa de ataque" llevando el balón en numerosas ocasiones aunque bien es cierto que con las espaldas cubiertas por Busquets que para mí fue uno de los mejores. Bojan como de costumbre sigue siendo una promesa inconclusa.

Como siempre que hay una baja en la delantera Iniesta apareció como falso delantero haciendo que Keita se incorporara al centro de campo y que el equipo jugara con un virtual 4-4-2. Los que esperaban que Villa asumiera más responsabilidades en la ofensiva con la baja de Messi tuvieron ocasión de comprobar que el ex valencianista se posicionó y jugó exactamenet igual que si dicha baja no hubiese tenido lugar con lo que queda claro que el fichaje estrella de este año es un hombre al que le falta todavía bastante por hacerse un hueco en el equipo, mientras tanto el delantero sigue buscando el gol de todas las formas posibles (la ansiedad le hizo elegir mal en una jugada al borde del descanso cuando decidió chutar en vez de asistir a Bojan) cosa que finalmente consiguió. De momento a eso le llamó yo cumplir con su función en espera de evolucionar de forma más favorable aun.

El Sporting jugó como le juegan al Barça el 90% de los equipos que visitan el Camp Nou: con la cómoda sensación de que una derrota no sería reprochable por nadie y una victoria sería una hazaña mitológica. De todos modos el equipo asturiano no llegó ni de lejos a tener lo que se conoce como una ocasión de gol con lo que quedó muy lejos de recordar al Hercules. Quizás esa fue la razón de que el Barça juzgara el uno a cero como más que suficiente para solventar un encuentro que sólo sirvió para restar partidos sin Messi en el equipo.

En definitiva tres puntos al saco y a seguir restando.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Jornada III

El Barça de Guardiola se enfrentaba hoy con uno de los últimos desafios que le quedan (junto con meterle siete al Español), vencer en el Calderon.

Los Barça-Atletico de Madrid son partidos con su propia mitología y completamente al margen de lo bien o mal que le vaya a ambos equipos y por lo tanto cabía esperar cualquier cosa. Por si acaso el Barça, sabedor de que debía superar un partido siempre difícil para seguir despejando las dudas sobre el equipo de este año, salió una vez más con la alineación de gala a excepción de la forzosa baja de Abidal sustituido por un Maxwell que no hizo olvidar ni mucho menos al defensa frances.

Casi todo lo positivo que tuvo este partido para nuestro equipo tuvo lugar en la primera parte donde se dominó con bastante resolución y se combinó bien en casi todas las líneas. De una gran jugada de Pedro vino una definición perfecta de Messi. Tras ese buen comienzo al poco rato se recuperó una figura familiar en el habla popular del seguidor culé, la "valdesina" que puso el empate en el marcador. Pero antes de que esta circunstancia tuviera cualquier clase de influencia en el encuentro vino el gol de Piqué que dejó las cosas como estaban con lo que el Barça recuperó la tranquilidad y con ello el dominio del partido.

La segunda parte es otra historia. Hasta ese momento el partido había transcurrido por los senderos de un encuentro habitual, quizás jugado con más precauciones de lash abituales por el Barça (con Iniesta más retrasado y más defensivo que de costumbre y con todo el juego del equipo cargando por la banda derecha en lugar de arriesgarse con combinaciones por el centro). Pero en la reanudación el partido entró en un correcalles y en un intercambio de golpes en los que ambos contendientes cometieron multitud de fallos e imprecisiones, en resumen la clase de partido loco que siempre nos perjudica.

De todos modos hay que decir que las mayores y mejores oportunidades las tuvimos nosotros, sobre todo por parte de Messi y Villa (y también de Xavi y Pedro con tiros de media distancia) que siempre se tropezaron con un De Gea inconmensurable. Lo sentí mucho, además de por la pérdida de oportunidades para resolver un partido que olía a empate como por Villa que sigue luchando por hacerse un sitio en este equipo.

Los minutos pasaban con una lentitud desesperante mientras el partido seguía enloqueciendo más y más mientras crecía en la parroquía culé la sensación de que no había nadie en el banquillo que pudiera ser determinante a estas alturas. Guardiola volvió a esperar mucho por los cambios y luego metió a Keita y Mascherano (este último ya para perder tiempo) por Villa e Iniesta, el de Malí al menos impuso algo de presencia física en un equipo que daba grandes muestras de cansancio.

Cuando el paritdo se acercaba a su incierto final se produjo una jugada que -esperemos que no- puede hacer que el partido se recuerde más de lo que merece. Ujfalusi hizo una entrada muy fea golpeando hacia abajo al tobillo de Messi sin ningún ánimo de disputar la pelota. En estos momentos se desconoce el alcance de la lesión ya que las webs de información futbolera están fuera de combate y en la radio, como de costumbre, no hay más que fantoches. Seguiremos informando con el corazón en un puño ya que una lesión de nuestra estrella podría tener consecuencias imprevisibles en un equipo tan justitio como el de este año. El final de la maldición del Calderón no compensa este posible desastre.

martes, 14 de septiembre de 2010

Δώστε μου να messi και αναβολή του κόσμου

Rapidito. El equipo salió enrabietado por el tropiezo del pasado sábado y por las toneladas de tinta que incomprensiblemente derramó dicho tropiezo. En los primeros minutos pareció que había que remontar un 7-0.

El equipo dominó de forma tan abrumadora como el otro día frente al Hercules pero esta vez con mucho más peligro debido a que se notó la presencia de los que tenían que estar y a que el Rastapopulos es posiblmente inferior al equipo levantino.

De hecho cuando los griegos se adelantaron en una de las escasas ocasiones que cruzaron la línea del medio campo no se tuvo (o al menos no lo tuvo yo) nunca la sensación de que se repetiría la historia, además por si acaso hubiera alguna duda enseguida una genial combinación de Messi y Xavi trajo el empate. Posteriormente Villa y nuevamente Messi (en una jugada de play station) trajeron la tranquilidad. El resto (incluyendo los dos goles adicionales de Pedro y Alves) ya tenía unicamente el interés de ir dosificando las fuerzas.

Conclusiones: hoy por fin hemos visto al que posiblemente será el equipo titular con Iniesta jugando de interior (mucho más valioso que de delantero) y Pedro por banda. Se puede discutir si el jugador canario tiene más o menos técnica que Bojan pero no cabe duda de que por empuje y colocación merece sobradamentel a titularidad.

Lo más preocupante de todo me ha parecido la poca conexión de Villa con sus compañeros, en ocasiones diríase que el juego avanza sin siquiera contar con él, esperemos que el asturiano luche por integrarse pues nadie quiere que se repita lo de Ibra. Por ese motivo el gol que marcó el reciente fichaje azulgrana me alegró especialmente.

Pues nada, bocas calladas y a por los colchoneros.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Jornada II

Comentábamos la semana pasada que el hecho de que el Barça se adelantara nada más comenzar el encuentro, unido a que el equipo alineaba una defensa irregular, impidió que nos hiciéramos una verdadera idea de lo que va a ser el equipo titular este año.

Tampoco podemos decir que el equipo que saltó al campo hoy nos permita hacernos esa idea aunque ya hemos visto cómo reaccionamos cuando las cosas van mal dadas.
Al menos el equipo de hoy nos sirvió para contemplar con más amplitud dos de las tres incorporaciones de este año (a Villa le conocemos de sobra).

Me gustó bastante Mascherano aunque necesito verle jugar con Xavi por delante, pero aparte de eso el argentino se mostró totalmente ajeno a la timidez con la que algunos recién llegados se incorporan a sus equipos, movió el balón con sentido y que yo sepa no cometió ningún error. Tuvo mala fortuna en la jugada de la tarjeta amarilla lo cual creo que condicionó su sustitución.

En cuando a Adriano lo cierto es que apenas reparé en él en la primera mitad, sin embargo no cuajó una buena actuación en la segunda, cuando las condiciones del encuentro le obligaron a hacerse más visible, y se dedicó a controlar mal la pelota y a insistir en un tipo de jugada (los balones centrados por alto hacia el área) que casi nunca suelen ser una alternativa valida para nuestro equipo. En este partido al menos el fichaje sevillista dio la sensación de tener los mismos fallos que Alves pero careciendo del empuje y el carisma de su paisano, hoy incluso parte del público ha perdido la paciencia con él, esperemos que mejore.

Comentando ya el partido de forma general hay que decir que las bajas en la alineación titular podrían ser lógicas teniendo en cuenta el “virus Villar” que ha atacado con especial encono la pasada semana pero el problema no es que tal o cual partido no lo juegue Xavi, el problema es qué hacer para sustituirle. No tenemos un jugador que le pueda sustituir (ni en nuestro banquillo ni en el Universo entero) y la solución en esos casos es retrasar la posición de Iniesta y adelantar un poco la del medio centro. Lo cierto es que de este modo el de Fuente Albilla queda navegando a dos aguas porque ni termina de ser un sustituto de Xavi en su posición ni puede dedicarse con tranquilidad y libertad al ataque lo cual resta recursos ofensivos.

De todos modos en los primeros compases del encuentro nada hacía presagiar lo que sucedería después ya que el Barça había tomado el control del partido desde el primer minuto, cortando cualquier intento del Hércules por conservar la pelota y moviéndose con autoridad por toda la zona próxima al área visitante. Lo único que extrañaba un poco era la ausencia de oportunidades de gol. Como se señaló antes, la posición intermedia de Iniesta no le permitía centrarse en el ataque y Messi desde la banda no lograba conectar con Villa ni tampoco con Bojan. El Hércules se defendía con orden pero aun así yo estaba convencido de que, modificando algunas posiciones y haciendo algunos cambios el gol llegaría.

Lo que llegó en cambio fue el primer tanto del Hércules, producto de una jugada confusa en la que suelen cae las defensas a las que no se exige demasiado (como la nuestra, algo lógico porque la mayor parte del tiempo lo que estamos es atacando). Nada que objetar, un gol tonto pero que tuvo la virtud de desquiciar al equipo de tal modo que, al tiempo que persistía la sensación de poca profundidad, el Barça ya no parecía controlar el partido con tanta efectividad como antes.

Se llegó así al descanso con la sensación de haber tirado 45 minutos. En esta ocasión Pep no aguardó para hacer unos cambios que la lógica reclamaba, primero Xavi por el sancionado Mascherano con objeto de recuperar el centro de gravedad del equipo y segundo Pedro que sustituyó a un Bojan que, a pesar de las muchas oportunidades que se le han dado, sigue comportándose como un cadete.

Ambos jugadores hicieron lo que pudieron, especialmente Pedro al que considero el mejor de este desgraciado encuentro, pero el segundo gol herculano, a los trece minutos de la reanudación, dejó la inquietante sensación de que no íbamos a poder con el partido. A propósito del 0-2 hay que comentar que, si bien el primer gol visitante se puede achacar a la mala fortuna, en el segundo se pudo ver la escalofriante imagen de Maxwell y Abidal “huyendo” del jugador que efectúa el pase que al final rematará Valdez (con z), esto ya no es mala pata sino mala técnica. Que vuelva Puyol cuanto antes.

Repito que la sensación era de que la remontada no sería posible, sobre todo porque el Hércules hizo un partido defensivamente impecable e incluso contraatacó con peligro y de no ser por su poca (en esta ocasión) puntería y por los aciertos de Valdés (con s) la derrota podría haber sido de esas que se recuerdan mucho tiempo.

El equipo lo intentó de todas maneras posibles, Iniesta y Pedro cayeron por banda tratando de conectar con Villa y Messi trato de llevar a buen fin alguna de sus celebradas irrupciones en diagonal. Nada funcionó y al final se llegó a un justo 0-2 que repito que podemos decir que fue un resultado demasiado corto.

¿Conclusiones?, tenemos que recuperar de una vez la defensa titular y hay que buscar mejores alternativas para cuando Xavi no pueda jugar. Mientras tanto seguiremos sin haber visto al equipo jugar con la alineación que consideremos definitiva. Ahora a levantarse rápido que viene la Champions.