lunes, 30 de noviembre de 2009

Jornada XII



Hace justo una semana el mundo culé era un funeral. Se afrontaban la primera semana decisiva de la temporada, si las cosas salían mal podíamos encontrarnos practicamente fuera de Europa y a cuatro puntos de nuestro peor enemigo en liga.

Después del gran partido del martes en cambio las tornas habían cambiado y, como suele ser habitual en este club o mejor dicho en su entorno, se había pasado del cero al infinito. Ya no se discutía si el líder iba a caer derrotado en el Camp Nou sino que se discutía el grosor de la goleada. Como de costumbre se olvida la historia y con ella el hecho de que los encuentros que han enfrentado a los dos equipos suelen ser casi siempre partidos duros, muy disputado que generalmente se resuelven por la mínima. Cosas como el 2-6 de la pasada temporada o el 4-1 (en esta ocasión en nuestra contra) de hace tres o las sucesivas "manitas" con las que ambos nos hemos castigado en el pasado son una excepción.

Esto se pudo comprobar nada más empezar el partido cuando el Madrid le perdió (si es que alguna vez llegó a tenerlo) el miedo al Barça y consiguió detener su juego de ataque, asfixiar su centro de campo y empezar a contragolpear con Kaka y Ronaldo moviendose peligrosamente entre líneas pese a lo cual y digan lo que digan, el Madrid sólo disfrutó de una clara ocasión en toda esta primera parte siendo su mayor mérito el haber conseguido convertir en estéril el mayor dominio local de la pelota.

El Barça una vez más cometió el error de salir a jugar sin un referente claro en el centro del ataque, Messi naufragaba por la derecha muy lejos del área enemigo y ahogándose en un muro de defensas blancos cada vez que tocaba la pelota, cuando Alves conseguía alguna ventaja por esa misma banda la desperdiciaba sirviendo unos melones más dignos de un partido de rugby y por la banda izquierda Henry se mostró lento, poco concentrado, incapaz de evitar caer continuamente en fuera de juego y sobre todo muy falto de coordinación con sus compañeros en el ataque, sobre todo con Iniesta. Pero lo peor de todo es que en cuanto se conseguía algún desmarque por ese lado del campo no había nadie ni en primera ni en segunda línea que llegara a rematar la pelota. De este modo el primer tiempo se saldó con dos centros-chuts por parte de Henry e Iniesta que Casillas no tuvo ninguna dificultad en atajar.

Estaba claro que la cosa no estaba funcionando y prueba de ello es que Pep perdió la paciencia con Henry y, cosa insólita en él, hizo su primera sustitución nada más empezar la segunda parte colocando a Ibrahimovic como delantero centro puro. Estaba claro que Guardiola hubiera preferido seguir preservando al sueco en espera de que el resto del equipo pudiera resolver el encuentro pero esta vez las cosas no estaban saliendo como él esperaba y decidió resolverlo.

Una vez más el partido le dio la razón y después de que Alves sirviera el primer pase con algo de acierto Zlatan respondió con un remate digno de un auténtico asesino del área.

Este gol pudo haber cambiado el signo del partido y haberlo convertido en aquello que los aficionados estaban esperando que fuera pero en ese momento Busquets, que hasta entonces estaba haciendo un partido casi tan bueno como el que hizo contra el Inter, demostró por qué todavía le falta algo de madurez para llegar a ser un jugador de primera clase. Su absurdo gesto de tocar el balón con la mano le costó la segunda amarilla y la expulsión.

Pero paradójicamente el Barça que hasta ese momento había estado luchador pero discreto se transformó de nuevo en un grande. Tras la expulsión del centrocampista canterano yo era uno de los que pensaba que Pep debía hacer saltar al campo a Touré a cambio de Iniesta, Messi o incluso el propio Ibrahimovic. Sin embargo el mister decidió que la mejor forma de defender el resultado era precisamente que siguieran jugando los hombres que mejor podían controlar el balón y así fue como el Barça dio una lección de como mantener un marcador favorable sin necesidad de replegarse en su área tal y como hubiera hecho cualquier otro equipo del mundo.

De hecho fue en esta fase del partido cuando el equipo gozó de las mejores oportunidades (dos de ellas muy claras por parte de Abidal y de Messi) mientras que el Real Madrid no consiguió hacer valer su ventaja entre otras cosas porque Puyol hizo quizás uno de los partidos por los que pasara a la historia del club.

Al final uno a cero, liderato recuperado y lo que pudo haber sido una semana trágica se convirtió en una semana mágica. Una vez más (al igual que sucedió en el partido de ida el año pasado) no deja de ser curioso que los blancos se den por satisfechos con una derrota. Que sigan así :)

domingo, 29 de noviembre de 2009

Before the rain

Sólo quería decir que posiblemente hasta el lunes por la tarde no podré comentar el partido. Así que si quieren usar mientras tanto este post para dejar sus impresiones ya saben.

¡SALVE Y USTED LO PASE BIEN!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Et le finestre un bel zafiro apria



Los prolegómenos del partido trajeron una buena y una mala noticia.

La buena fue el resultado del partido que enfrentaba al Dínamo de Kiev y al Rubin Kazan que empataron a cero lo que contribuyó a rebajar un poco la tensión previa a nuestro propio encuentro.

La mala fue la no alineación de Messi e Ibrahimovic. Guardiola siempre ha dicho que sólo quiere que salten al campo jugadores que estén al cien por cien y lo cierto es que, en los días que precedieron al importante partido de ayer, se me pasó por la cabeza que el mister decidiera no salir con dos de sus delanteros titulares de entrada….pero se me pasó por la cabeza como una posibilidad muy remota. Y he aquí que Pep fue fiel a sus postulados incluso en un encuentro en el que, por primera vez desde su llegada, se le podía poner en la picota. Esto demuestra carácter o, hablando en plata, demuestra que nuestro entrenador los tiene como los de un burro. Me refiero a que cualquier otro paniaguado se hubiera dicho a sí mismo “yo les saco, y si se lesionan pues mala suerte, pero que luego no me acribillen por haberlos dejado en el banquillo.” Afortunadamente entre las muchas cualidades de Guardiola hay que añadir el valor y creo sinceramente que estaría diciendo las mismas palabras incluso aunque la propuesta no le hubiera salido bien.

De todos modos yo no dejo de ser un culé muy típico y en cuanto conocí el dato de la ausencia de nuestros dos referentes en ataque me sentí bastante pesimista. Jugar sin alguno de los dos es ya un handicap pero sumar las dos ausencias significaba perder el 80% de nuestra capacidad goleadora dejando dicha capacidad en manos del reaparecido Henry, del afortunado pero aun bisoño Pedro y de Iniesta que nunca ha sido un jugador con mucho olfato de cara a la puerta.

Afortunadamente las dudas se despejaron a poco de comenzar el encuentro cuando se vio que el de Fuentealbilla estaba haciendo de falso extremo y que el célebre 4-3-3 pasó a ser un 4-3-1-2 puesto que Iniesta ocupó la posición en la que más daño puede hacer, de media punta o enganche jugando y creando detrás de los delanteros. La asociación del manchego con Xavi fue una vez más milagrosa y, con la ayuda de Busquets (que ayer estuvo imperial) y de Keita cubriéndoles las espaldas, el cuarteto de centrocampistas se convirtió en el amo del partido, controlando el juego de ataque, presionando y recuperando balones y no dejando al Inter alguna otra posibilidad que no fuera tirar balones largos tratando de conectar con Milito y Etoo, algo que nuestros defensas se encargaron de evitar. Tampoco parece que los interinistas tuvieran otro plan de ataque que ese pero si lo tenían desde luego no pudieron llevarlo a cabo.

En estas circunstancias, y con un total dominio del juego, los goles eran cuestión de tiempo. Primero vino el remate testosterónico de Piqué y luego un jugadon al primer toque en el que Alves, por una vez, conecto un pase genial y en el que Pedro volvió a demostrar que está en estado de gracia. Dos a cero y el partido prácticamente finiquitado, no por el resultado en sí sino porque el Inter no daba la más mínima sensación de peligro.

Tras la reanudación el Barça aflojó un poco el acelerador pensando, con razón además, en el segundo desafío de esta semana pero en ningún caso le perdió la cara al partido y, aunque el Inter tocó más balón y jugó con más sentido, una vez más se mostró totalmente inoperante en ataque y es que se confirmó de nuevo el hecho de que jugar sin centro de campo es poco recomendable por mucho talento que tengas arriba.

Primera gran prueba superada, la clasificación como primeros de grupo en el bolsillo, el prestigio recobrado, la moral por las nubes y las bocas que se habían empezado a abrir tras el partido del pasado sábado ya están a medio cerrar, es de esperar que el domingo se cierren del todo.

Como notas negativas yo destacaría dos. Una el partido de Thierry Henry. Y esto es algo en lo que no parece haber mucha unanimidad. En los foros cules que suelo frecuentar hay una fuerte controversia sobre la aportación del delantero francés al juego del equipo, algunos avalan su comportamiento durante el partido, pero a mí sinceramente me pareció una actuación defectuosa que tiene explicación bien por la falta de forma o bien (y espero sinceramente equivocarme en esto) por la falta de interés. Yo le encontré flojo, descentrado e incapaz de combinar con sus compañeros. Pienso que tal vez le conviene volver a la banda izquierda donde dispone de más espacio para parar y templar el balón que en el centro del ataque donde no parece estar en condiciones de plantear el juego de rapidez y desmarque que implica esa posición. Aunque de todos modos repito que prefiero jugar con un mal delantero centro que salir al campo sin un ariete puro, algo que hemos hecho ya varias veces este año sin obtener resultado satisfactorio.

La segunda nota negativa tiene más que ver con el corazón que con la cabeza. La actitud de Etoo antes, durante y después del partido me causó una profunda tristeza. Creo que el camerunés sigue traumatizado por su salida de un equipo en el que ha sido feliz y la experiencia milanesa parece que no ha hecho sino ahondar en ese sentimiento. Cuando al final del encuentro le entrevistaron, cogido de la cintura con Piqué, tuve la sensación de que Samu estaba pidiendo a gritos regresar al club aunque fuera de recogepelotas. Esperemos que se le pase y que triunfe en su nuevo equipo y que, tal y como él mismo le deseó al central azulgrana, nos volvamos a ver en la final del Bernabeu.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Jornada XI


La ausencia por lesión de Ibrahimovic tuvo consecuencias definitivas tal y como casi todo el mundo temía.

Dicha ausencia, unida a la suplencia de Henry cansado física y mentalmente tras el partido que disputó con su selección con el affaire de la mano de "Dieu" incluido, dejaba una vez más al Barça sin un delantero centro puro, un puesto que sólo Pedro hubiera sido capaz de desempeñar con alguna garantía. Pero el canario quedó condenado a la banda donde una vez más, y lejos del centro del ataque en el que puede desarrollar su capacidad goleadora que tantas satisfacciones le está dando este año, se demostró su poca eficacia como delantero extremo. Al lateral del ataque quedó también reducido Iniesta, posición en la que acabó naufragando a pesar de un comienzo prometedor y de que el manchego trató una vez más, y de forma loable, de echarse al hombre la responsabilidad del juego de ataque de su equipo.

A pesar de todo el partido, repito, tuvo un buen comienzo con el Barça dominando completamente a un Athletic entregado en defensa y romo en ataque. Pareció que el encuentro iba a repetir la tónica de los últimos enfrentamientos entre ambos equipos, y puede que así hubiera sido si sucesivamente Messi (que hizo un gran partido pese a todo) y Xavi hubieran aprovechado las dos clarísimas oportunidades de gol que ambos disfrutaron.

Pero no fue así y el impulso inicial se fue diluyendo hasta que llegó el descanso no sin antes de que los rojiblancos tuvieran una ocasión tan clara como las que nosotros habíamos tenido previamente.

Tras la reanudación pareció que el equipo local salió al campo con ánimo de cambiar la nefasta, para ellos, dinámica del primer tiempo pero a los siete minutos un gran pase de Xavi llegó a las botas de Alves que cruzó con acierto marcando el primer y único gol azulgrana.

Lo que ocurrió a partir de entonces es una de esas cosas para las que la lógica no tiene explicación. Los leones podían haberse vuelto corderos tras encajar el primer gol y tal y como les había pasado otras veces anteriores pero pareció como si el equipo vasco se dijera a sí mismo "esta vez no" y no estuviera por lo tanto dispuesto a ser nuevamente humillado por el todopoderoso Barça. Y en ese momento simplemente los corderos se comieron al lobo apoyados además por su envidiable afición. Los vizcaínos comenzaron a presionar en todo el terreno disputando cada pelota de forma feroz y frustrando cualquier intento barcelonista por volver a tomar el mando del partido. En esta ocasión el pundonor ganó a la evidente superioridad técnica y fruto de ello y tras un pase de cabeza (Que Chygrynsky saltó a disputar de forma negligente y es que el defensa ucraniano por desgracia sigue empeñado en sumar puntos para convertirse en el "Helb" de este año) la pelota llegó hasta Toquero que fusiló a Valdés sin ninguna remisión.

Empate a uno en el minuto 17 de la segunda parte, no había aparentemente ningún motivo por el que el Barça no pudiera volver a adelantarse pero en ningún momento dio la sensación de que eso podría suceder. Imposibilitado, una vez más por la ausencia de nuestro nueve original, para buscar una alternativa de ataque en balones por alto (ninguno de los muchos pases que se intentaron por esa vía llegó jamás a su destino) el Barça trató de combinar por las bandas y por el centro pero ante la buena defensa rojiblanca y el mal partido de nuestros extremos todos los intentos resultaron fracasados.

Las pocas alternativas que quedaban se diluyeron tras las sustituciones de Messi y Xavi(por Bojan y Henry que estuvieron irrelevantes)con las que Pep dio la sensación de estar ya pensando más en el partido del martes que en el del sábado, una actitud irreprochable puesto que nos jugamos buena parte de la temporada en dicho partido aunque por desgracia la sensación general entre la comunidad culé en lo referido a que afrontábamos esta temporada con una plantilla corta se vio anoche bastante reforzada. El único consuelo al final es que los locales celebraron un empate en su propio terreno como si de una victoria se tratara, lo que demuestra que seguimos siendo el mejor equipo del mundo.

La primera consecuencia de este tercer empate consecutivo fuera de casa es la pérdida del liderato, algo que no debería afectar a ningún ser humano excepto a aquellos que no sólo leen el As y el Marca sino que además se creen lo que les cuentan allí.

La segunda y más grave es la lesión muscular de Messi que le descarta para el partido contra el Inter y puede que también en el que se ha de disputar contra el Real Madrid el próximo domingo.

Así pues afrontamos una semana crucial con el ataque en cuadro a lo que hay que sumar las griposas ausencias de Touré, Abidal y Marquez. Si todo sale bien llegaremos al final de mes con la clasificación para octavos de la Champions casi asegurada y con el liderato recuperado cerrando así las bocas que de seguro ya han empezado a abrirse. Si todo sale mal estaremos casi fuera de la competición europea con nuestro máximo rival en liga a tres puntos de distancia. Estamos pues ante el primer gran reto del año. A ver que sucede.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La copa del reir

Bien ayer, 5-0 y con Bojan marcando y cogiendo confianza, Pedro sigue mejorando.

La tragedia del Real Madrid anoche es que ni remontando hubiera podido presumir de hazaña.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Jornada no se cuantos

Después de la dura, y moderadamente decepcionante, jornada de Champions, Guardiola optó por emplear nuevamente el recurso de las rotaciones pero esta vez de una manera pocas veces vista antes. El entrenador dejó en el banquillo a nada menos que Xavi, Iniesta y Messi, es decir la columna vertebral del equipo y los jugadores encargados de conducir todo el fútbol de ataque. Una apuesta arriesgada por más que los tres estaban en la recamara por si las cosas se ponían feas.

La novedad pues fue un centro de campo con Busquets, Toure y Keita. El canterano hizo un buen partido por más que sigue con la nefasta costumbre de dar pases sin ver primero quién va a recibir el balón. Toure empezó el partido un tanto flojo (quizás ha perdido forma debido a la sorprendente decisión de Pep de excluirle de las habituales alineaciones titulares) pero luego recuperó la fuerza que le hizo imprescindible la temporada pasada e incluso protagonizó algunas jugadas dignas de un buen interior.

Delante Henry, Ibrahimovic y Pedro. El galo entraba en el equipo titular por primera vez en mucho tiempo y, a pesar de seguir dejando la desagradable impresión de que muchas veces el partido no va con él, dio bastante profundidad a la banda izquierda, sobre todo en la primera parte, e incluso marcó un gol lo que supone una excelente noticia ya que en el duro mes de noviembre que nos queda por disputar es imprescindible que el delantero francés vuelva a ser el que fue el año pasado.

Ibrahimovic por su parte volvió a ejercer de pivote en el ataque recibiendo y controlando prácticamente el cien por cien de los balones por alto que le enviaron, un recurso que, como hemos señalado en varias ocasiones, se ha sumado a la larga lista de posibilidades ofensivas de este equipo y que además se reveló especialmente útil en un partido como este en el que la ausencia de los tres enanos hizo más evidente ya de por sí complicada penetración por el centro.

Y qué decir de Pedro. El de Abades no es ni Messi, ni Ibrahimovic, ni Henry. Es lo que es, un excelente cuarto delantero, un sustituto de garantía, un revulsivo para el equipo y sobre todo un jugador con un excelente olfato de gol como volvió a demostrar anoche. Sigo pensando que tiene pocos recursos como extremo y es mucho más peligroso como segundo delantero centro pero que duda cabe de que el canario está en racha y debe seguir estando presente en el equipo incluso si al final en el mercado de invierno hacemos ese fichaje ofensivo del que tanto se habla.

Del resto de jugadores señalar como detalle desagradable los abucheos que ha empezado a recibir nuestro central ucraniano. Ya hemos dicho muchas veces que el público culé no es precisamente lo mejor del equipo. Está claro que el fichaje personal de Pep no está respondiendo a las expectativas, da la impresión de ser lento y sobre todo no da la sensación de seguridad imprescindible en el jugador que ocupa la posición inmediatamente anterior a la del portero. Pero creo que todavía no se ha ganado esos abucheos. Además se llevó injustamente la culpa del primer gol del Mallorca cuando fue Piqué (que por cierto anoche estuvo bastante irregular) el que impidió que el ucraniano despejara al tocar la pelota hacia atrás de forma errónea.

En fin lo importante es que se ganó y que pudimos afrontar los momentos más flojos de nuestro equipo (que se correspondieron con el segmento central de la segunda parte) con una diferencia en el mercador que no hizo albergar temores de que peligrara el resultado ante un Mallorca que dio muestras de ser un buen equipo.
El complemento ideal a la noche del sábado hubiera sido que el Real Madrid al menos empatara en el Calderón pero tal cosa no pudo ser a pesar de que de forma sorprendente el Atlético estuvo a punto de remontar un 0-3 en contra. Pero mientras los colchoneros sigan contando con esa defensa de galleta mojada (no usaremos los términos homófonos que todos tenemos en la cabeza) lo va a tener muy complicado este año.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El general invierno


En primer lugar disculpas por la tardanza en la crónica del partido. Mi ordenador se ha estropeado o se ha hecho madridista (algo que no me extrañaría por lo mucho que me putea desde hace unos meses) así que me temo que estas asincronías se producirán a menudo.

Hablando del partido del miércoles tengo que decir que no lo vi al igual que tampoco vi el de ida. Por lo que he leído el equipo tuvo una primera parte aceptable en la que gozó de al menos tres grandes oportunidades (una de ellas por parte de Ibrahimovic, que además dio dos asistencias con mucho peligro por lo que sigo pensando que, aunque no mojara en este partido, su progresión en el equipo es evidente) desbaratadas por la mala suerte o la numantina defensa tártara. En la segunda parte por lo visto las cosas fueron a peor e incluso es posible que nos salváramos de un desastre mayor.

Sigo pensando que, aunque el equipo no está todavía al cien por cien, de momento llevamos una trayectoria excelente en liga, competición en la que sólo hemos cedido dos empates (y uno de ellos como habíamos comentado sólo puede clasificarse como uno de esos accidentes que todos los equipos sufren un par de veces por temporada). En la Champions en cambio hay que reconocer que las cosas no van bien, en cuatro partidos sólo llevamos una victoria y dos empates y la clasificación aunque sigue estando en nuestras manos se antoja una empresa mucho más difícil de lo previsto.

Lo que queda pasa por la ineludible misión de ganar en casa al Inter para afrontar el partido final en Kiev con todas las garantías posibles. De no cumplir en estos dos partidos que quedan está claro que, como dice Pep, no nos habremos merecido pasar a octavos. Y queda poco más que decir.