AY MI BRASIL SIL SIL
Post de comentario general sobre los partidos de octavos de final.
El glorioso equipo brasileño que jugó el Mundial de 1982 tenía un matruco como delantero centro llamado Serginho que desentonaba como una cucaracha en un pastel de bodas. Pero al menos el matruco tenía detrás a Sócrates, Eder, Zico, Junior y compañía. Ahora la canarinha tiene dos matrucos llamados Fred y Hulk (no me digan que no tienen nombre de matones de película de Bruce Lee) pero detrás tiene a un grupo de muleros que nivela la mediocridad, destaca Neymar eso sí pero ha vuelto a demostrar que es un jugador de 45 minutos. En resumen el peor partido visto hasta ahora aunque me alegro de que Brasil haya pasado, eso sí, van a sudar tinta sólo para llegar a la final, y no digamos para ganarla.
Tuve que ver el Colombia vs Uruguay en un bar (había evitado esta practica que me disgusta muchísimo durante la primera fase porque pero estamos en cuartos) lo que me permitió compartir la velada con las aficiones de ambos equipos lo cual fue una experiencia interesante. No había visto ningún partido de Colombia y me pareció un equipo muy lejos del estilizado tecnicismo de los tiempos de Maturana pero bastante físico y rápido aunque algo tosco pero con mucha presencia en todas las demarcaciones del campo, muy al estilo sudamericano. Además cuenta con un goleador implacable que ha marcado el hasta el momento mejor tanto de la competición. Uruguay se vio muy superada en todo momento y contaba además con el hándicap psicológico de la penosa cuestión molar que amenaza con convertirse en el paradigma del campeonato. Brasil temía un cruce con los charrúas por la vieja leyenda del Maracanazo pero sinceramente creo que lo van a pasar peor con la animosa Colombia, sobre todo si ambos equipos vuelven a jugar como lo hicieron ayer.
Dado que no me aboné a Gol Televisión (error imperdonable para un fanático de los Mundiales como soy) he tenido que ver el partido en condiciones indignas y tras múltiples avatares de consecuencias insospechadas para ustedes. No puedo decir que lo haya visto pues como se debe para poder comentar pero sí conseguí ver lo suficiente como para darme cuenta de qué manera el equipo mexicano, que se adelantó al comienzo de la primera parte, cometió el error de no ir a por el segundo gol (algo que no hubiese sido demasiado difícil teniendo en cuenta los grandes espacios que los holandeses dejaron a la espalda de su ataque) sino de tampoco intentar controlar el encuentro concentrándose así en la nefasta táctica de encerrarse atrás y rezar para que no le metieron un gol. Al final le metieron dos y el segundo tras uno de esos penaltis como mínimo discutibles (está claro que ha contacto pero Robben se tira como si hubiese recibido un tiro de escopeta). Mis simpatías iban con México pero una vez más ganó el más listo.
Definitivamente no me gusta el fútbol americano, una forma de jugar estilo “pollo sin cabeza” que personalmente me trastorna: mucho fondo físico, mucha bravura, mucha garra pero también mucho chutar desde cualquier ángulo, muchas pérdidas de balones absurdas y mucho juego en general de patio de colegio. Ayer noche no iba con ningún equipo en especial pero acabó agradándome más la selección griega y su intento de jugar algo a la pelota que el mareante bregar de los ticos. De todos modos estaba claro que era un duelo de cenicientas entre dos equipos simpáticos y cualquier resultado nos hubiera parecido bien a los neutrales, al final la tanda de penaltis inclinó la balanza por los centroamericanos, me alegro por ellos aunque creo que la broma ha durado demasiado y es hora y sería absurdo que los voluntariosos costarricenses no se quedaren en cuartos.
Podríamos decir otro tanto de lo sucedido esta tarde en Brasilia con la diferencia de que Francia se ha pasado un 70% del encuentro sin saber de qué iba la fiesta, Nigeria ha dominado durante ese período de tiempo aunque, como suele ser habitual, se ha mostrado muy candorosa en ataque y no se puede decir que haya tenido verdaderas oportunidades, Francia ha parecido despertar en cierto momento y darse cuenta de que se le venía el partido encima y ha empezado a jugar y a atacar con mucha más cabeza que las superáguilas aunque bien es cierto que sus dos goles han venido por fallos estrepitosos y calamitosos. ¿Veremos un partido de cuartos entre Francia y Alemania y además en el aniversario de Verdún y esas vainas? Pronto lo sabremos.
Por el momento el mejor partido de entre los que he visto, nuevo duelo entre la velocidad y la profundidad representada por Argelia y el control representado por Alemania aunque hay que reconocer que los teutones estuvieron durante un buen trecho a merced de los norteafricanos, el problema es que mientras ese dominio argelino no se manifestaba en ocasiones claras de gol, en cambio Alemania sin hacer repetimos en absoluto un buen partido fue capaz de hacer una impresionante cantidad de ocasiones de gol. Al final se materializaron dos curiosamente transformadas por dos de los peores jugadores germanos. En fin, ya tenemos el duelo franco alemán en cuartos y hoy quedará ya completo el cuadro. Esperemos que Argentina esté en él.
Imposible decir quién se va a llevar el gato al agua en estos mundiales, con la única excepción de la rocosa Holanda no se ha visto ninguna Selección que no haya mostrado debilidades manifiestas y a la que no le haya costado un infierno llegar a la siguiente fase por muy débil que fuera a priori el rival que tenía enfrente.
No sería justo decir que Argentina ha hecho hoy un mal partido, se podría decir que Di María y Lavezzi han estado especialmente desafortunados o que Higuaín ha ejercido de ariete-palo como en los tiempos más rupestres del balompié -de tal manera que durante muchas fases del juego había dudas sobre si todavía en el campo- pero en resumen la albiceleste se ha comportado como lo que es: un mazacote de mediocridad que se agrupa en torno a un crack que muchas veces consigue sacar el partido adelante por sí solo, vamos un poco como Brasil salvando las diferencias.
De ese modo hemos visto una primera parte soporífera en la que Argentina ha dominado sin ningún provecho y una segunda en la que ese dominio ha traído fases de verdadero peligro para la portería suiza (con Messi como gran protagonista) alternadas con contraataques helvéticos sin demasiada fortuna. En la primera parte de la prórroga en cambio los argentinos han acusado más el esfuerzo mientras que Suiza trató de estirarse un poco buscando la sorpresa aunque era evidente que su objetivo era, posiblemente desde el comienzo del partido, tratar de alcanzar los penaltis.
En ese momento apareció Messi para hacer lo que se le pide: desequilibrar en medio de un conjunto penosamente equilibrado en su adocenamiento, y lo hizo también ejerciendo una función que prácticamente nadie más hace en su equipo y que sin duda le ha restado brillantez a su juego en otras encuentros de su selección: ejercer de enganche el medio campo y la delantera, un espacio amplio y casi siempre desierto, esta función (que en el equipo que le paga los asados hacen entre dos y tres jugadores como mínimo en cada partido) le resta verticalidad a un jugador nacido para moverse siempre en los linderos del área pero repito, que en esta selección (y en las otras en las que ha sido convocado con anterioridad) es imprescindible que lleve a cabo esta labor de engarce, y repetimos que fue eso exactamente lo que hizo, cuando ya se bordeaba el drama de los penaltis, salvando una vez más los muebles de su querida Argentina.
Una nueva huida hacia adelante de un equipo que avanza a trompicones hacia el próximo cruce que saldrá del último partido de la jornada, veremos que tal le va entonces.
Tuve que ver el Colombia vs Uruguay en un bar (había evitado esta practica que me disgusta muchísimo durante la primera fase porque pero estamos en cuartos) lo que me permitió compartir la velada con las aficiones de ambos equipos lo cual fue una experiencia interesante. No había visto ningún partido de Colombia y me pareció un equipo muy lejos del estilizado tecnicismo de los tiempos de Maturana pero bastante físico y rápido aunque algo tosco pero con mucha presencia en todas las demarcaciones del campo, muy al estilo sudamericano. Además cuenta con un goleador implacable que ha marcado el hasta el momento mejor tanto de la competición. Uruguay se vio muy superada en todo momento y contaba además con el hándicap psicológico de la penosa cuestión molar que amenaza con convertirse en el paradigma del campeonato. Brasil temía un cruce con los charrúas por la vieja leyenda del Maracanazo pero sinceramente creo que lo van a pasar peor con la animosa Colombia, sobre todo si ambos equipos vuelven a jugar como lo hicieron ayer.
Dado que no me aboné a Gol Televisión (error imperdonable para un fanático de los Mundiales como soy) he tenido que ver el partido en condiciones indignas y tras múltiples avatares de consecuencias insospechadas para ustedes. No puedo decir que lo haya visto pues como se debe para poder comentar pero sí conseguí ver lo suficiente como para darme cuenta de qué manera el equipo mexicano, que se adelantó al comienzo de la primera parte, cometió el error de no ir a por el segundo gol (algo que no hubiese sido demasiado difícil teniendo en cuenta los grandes espacios que los holandeses dejaron a la espalda de su ataque) sino de tampoco intentar controlar el encuentro concentrándose así en la nefasta táctica de encerrarse atrás y rezar para que no le metieron un gol. Al final le metieron dos y el segundo tras uno de esos penaltis como mínimo discutibles (está claro que ha contacto pero Robben se tira como si hubiese recibido un tiro de escopeta). Mis simpatías iban con México pero una vez más ganó el más listo.
Definitivamente no me gusta el fútbol americano, una forma de jugar estilo “pollo sin cabeza” que personalmente me trastorna: mucho fondo físico, mucha bravura, mucha garra pero también mucho chutar desde cualquier ángulo, muchas pérdidas de balones absurdas y mucho juego en general de patio de colegio. Ayer noche no iba con ningún equipo en especial pero acabó agradándome más la selección griega y su intento de jugar algo a la pelota que el mareante bregar de los ticos. De todos modos estaba claro que era un duelo de cenicientas entre dos equipos simpáticos y cualquier resultado nos hubiera parecido bien a los neutrales, al final la tanda de penaltis inclinó la balanza por los centroamericanos, me alegro por ellos aunque creo que la broma ha durado demasiado y es hora y sería absurdo que los voluntariosos costarricenses no se quedaren en cuartos.
Podríamos decir otro tanto de lo sucedido esta tarde en Brasilia con la diferencia de que Francia se ha pasado un 70% del encuentro sin saber de qué iba la fiesta, Nigeria ha dominado durante ese período de tiempo aunque, como suele ser habitual, se ha mostrado muy candorosa en ataque y no se puede decir que haya tenido verdaderas oportunidades, Francia ha parecido despertar en cierto momento y darse cuenta de que se le venía el partido encima y ha empezado a jugar y a atacar con mucha más cabeza que las superáguilas aunque bien es cierto que sus dos goles han venido por fallos estrepitosos y calamitosos. ¿Veremos un partido de cuartos entre Francia y Alemania y además en el aniversario de Verdún y esas vainas? Pronto lo sabremos.
Por el momento el mejor partido de entre los que he visto, nuevo duelo entre la velocidad y la profundidad representada por Argelia y el control representado por Alemania aunque hay que reconocer que los teutones estuvieron durante un buen trecho a merced de los norteafricanos, el problema es que mientras ese dominio argelino no se manifestaba en ocasiones claras de gol, en cambio Alemania sin hacer repetimos en absoluto un buen partido fue capaz de hacer una impresionante cantidad de ocasiones de gol. Al final se materializaron dos curiosamente transformadas por dos de los peores jugadores germanos. En fin, ya tenemos el duelo franco alemán en cuartos y hoy quedará ya completo el cuadro. Esperemos que Argentina esté en él.
Imposible decir quién se va a llevar el gato al agua en estos mundiales, con la única excepción de la rocosa Holanda no se ha visto ninguna Selección que no haya mostrado debilidades manifiestas y a la que no le haya costado un infierno llegar a la siguiente fase por muy débil que fuera a priori el rival que tenía enfrente.
No sería justo decir que Argentina ha hecho hoy un mal partido, se podría decir que Di María y Lavezzi han estado especialmente desafortunados o que Higuaín ha ejercido de ariete-palo como en los tiempos más rupestres del balompié -de tal manera que durante muchas fases del juego había dudas sobre si todavía en el campo- pero en resumen la albiceleste se ha comportado como lo que es: un mazacote de mediocridad que se agrupa en torno a un crack que muchas veces consigue sacar el partido adelante por sí solo, vamos un poco como Brasil salvando las diferencias.
De ese modo hemos visto una primera parte soporífera en la que Argentina ha dominado sin ningún provecho y una segunda en la que ese dominio ha traído fases de verdadero peligro para la portería suiza (con Messi como gran protagonista) alternadas con contraataques helvéticos sin demasiada fortuna. En la primera parte de la prórroga en cambio los argentinos han acusado más el esfuerzo mientras que Suiza trató de estirarse un poco buscando la sorpresa aunque era evidente que su objetivo era, posiblemente desde el comienzo del partido, tratar de alcanzar los penaltis.
En ese momento apareció Messi para hacer lo que se le pide: desequilibrar en medio de un conjunto penosamente equilibrado en su adocenamiento, y lo hizo también ejerciendo una función que prácticamente nadie más hace en su equipo y que sin duda le ha restado brillantez a su juego en otras encuentros de su selección: ejercer de enganche el medio campo y la delantera, un espacio amplio y casi siempre desierto, esta función (que en el equipo que le paga los asados hacen entre dos y tres jugadores como mínimo en cada partido) le resta verticalidad a un jugador nacido para moverse siempre en los linderos del área pero repito, que en esta selección (y en las otras en las que ha sido convocado con anterioridad) es imprescindible que lleve a cabo esta labor de engarce, y repetimos que fue eso exactamente lo que hizo, cuando ya se bordeaba el drama de los penaltis, salvando una vez más los muebles de su querida Argentina.
Una nueva huida hacia adelante de un equipo que avanza a trompicones hacia el próximo cruce que saldrá del último partido de la jornada, veremos que tal le va entonces.
Nuevo duelo entre la clase media (Bélgica) y la clase obrera
(EEUU) del fútbol mundial y uno de esos partidos en los que uno no tiene
afinidad ni animadversión por ninguno de los dos contrincantes, con lo que se
puede ver el encuentro de la forma más relajada y diletante posible.
A los equipos que se enfrentan en eliminatorias directas se
les puede dividir entre aquellos que quieren evitar los penaltis y aquellos que
quieren llegar a ellos como única forma de salvar dicha eliminatoria. Anoche se
vio claro que era el equipo europeo el que quería llevar la iniciativa en este
caso de manera que, tras algunos intercambios de golpes iniciales, se empleó a
fondo en poner cerco a una selección norteamericana que únicamente se dedicaba
a defenderse como buenamente pudo mientras las ocasiones de gol se sucedían de
forma consecutiva.
Hubiera sido lógico y justo que los belgas al final se
llevaran el gato al agua pero sólo un ignorante o un ingenuo no sabe que en el
fútbol no hay justicia ni lógica y así, casi al final del encuentro, EEUU pudo
ser el que se llevara la victoria cuando falló una ocasión clarísima de gol. Se
inició una vez más la prórroga con la misma tónica que el partido previo pero
en esta ocasión Bélgica logró por fin el ansiado gol al que al poco rato siguió
un segundo tanto que parecía sentenciar la eliminatoria. Pero fue en ese
momento cuando el equipo americano pareció por fin despertar del K.o. técnico
al que había estado sometido todo el encuentro y tras meter un gol consiguió
meter también el miedo en el cuerpo a los diablos rojos mas al final terminó
por dejar este Mundial aunque, como se suele decir de los perdedores simpáticos,
con la cabeza bien alta.
Finaliza la fase de octavos y ahora vienen un par de días de
descanso tras lo cual vienen unos cuartos de destino totalmente imprevisible
pero que sin duda resultaran, precisamente por eso, igual de apasionantes. Allí
estaremos.