Pues bueno ya tenemos un fichaje confirmado. Se trata de Maxwell, un jugador con pasaporte brasileño, nombre inglés y aspecto húngaro.
La verdad es que se sabe muy poco del tal Maxwell excepto que es lateral izquierdo, que jugaba de suplente en el Inter de Milán y que, al igual que Keirrison, tampoco había merecido la atención de Dunga en la reciente participación de la selección brasileña en la Copa de Confederaciones.
Por lo visto su función será la de sustituto de Abidal en la banda izquierda y suponemos también que será un jugador lo bastante polivalente como para echar una mano en el resto de las posiciones de la zaga para evitar un poco el barullo que ha sido este año tal demarcación que además puede que cuente con el refuerzo de Henrique, otro defensa brasileño que actualmente se encuentra cedido en el Bayern Leverkusen y que quizás sea recuperado. Parece una operación bastante sensata.
Lo de Ibrahimovic, un jugador con pasaporte sueco, nombre de antiguo yugoslavo y aspecto calabrés, es otra cosa. Por lo que he podido leer se trata de una operación de canje bastante compleja que incluye el traspaso de Etoo y a Hleb como regalo. Lo cierto es que, si no he entendido mal, el traspase de Etoo es un canje y por lo tanto el Barça no recibiría dinero sino que al coste del jugador sueco (unos cuarenta y cinco kilos según las noticias) se uniría el coste de lo que se dejaría de ingresar por Samuel con lo que la cosa se pondría alrededor de los sesenta millones de machacantes.
Vayamos por partes: yo personalmente ante este panorama hubiera renovado a Etoo una opción que, a pesar de las pretensiones del jugador camerunés que seguramente podrían haberse suavizado con un poco de amor y simpatía, seguramente resultaría más barata y menos complicada que la que se pretende. Pero el problema no era ese, el problema es que la forma de jugar de Etoo (o el mismo Etoo según otras fuentes) nunca ha sido del gusto de Pep que prefiere un delantero con más recursos que los que tiene el jugador africano que es la clásica encarnación del caza goles sin demasiadas posibilidades técnicas. Es un caso semejante al de Cáceres, un buen defensa de corte pero que carece de habilidad para salir con el balón controlado algo que es también imprescindible en la estrategia de Guardiola.
Al parecer Ibra (al que reconozco que no he visto jugar demasiado) tiene casi tanto gol como Samu (si hablamos en términos relativos porque no hay que olvidar que el sueco juega en el país del calcio) y bastante más juego de cabeza y de dribling. Y dado que las sucesivas gestiones del Barça sobre Ribery (al parecer la opción preferida por el club y por mí en particular) Benzemá, Villa o Forlan no han tenido éxito hay que aceptar este fichaje como un paso adelante ante el estancamiento de otras opciones y ante la lúgubre perspectiva de tener que pasarse un año con una delantera en cuya punta se encontraba un jugador que no es del gusto del mister, al que no era posible renovar y del que era imposible deshacerse.
De todos modos y aunque la prensa deportiva da por hecha la operación tanto desde ambos clubes como desde el entorno de los dos jugadores implicados (dejamos a un lado a Hleb que da igual lo que opina, diga o piense) aún no se ha dado por concluido el acuerdo. Dependerá de lo que negocien los jugadores con los respectivos equipos que les pretenden. Esperemos que Etoo no se ponga demasiado cabezón, repito que yo preferiría que se quedara pero en las actuales circunstancias lo mejor es que se vaya y esta alternativa puede contentar a todo el mundo.
La única sombra de todo este proyecto (a parte del dinero que va a costar pero ya sabíamos todo que el Barça, como tantos otros, terminaría por pagar de alguna manera las voladuras de Florentino el dinamitero) son las continuas referencias que se hacen al carácter pendenciero de Zlatan. Pero bueno, tampoco sería el primer gallo que se viste de azulgrana y espero que el club haya aprendido la lección de cómo tratar estos asuntos teniendo en cuenta el pasado reciente.
Cuando se concrete el cambalache despediremos a Samu como merece.