domingo, 26 de junio de 2011

Hasta luego pequeño cocodrilo

Un verano sin Mundial y sin Eurocopa (es decir algo que se produce un año sí y otro no) sólo se anima con acontecimientos interesantes pero no apasionantes (al menos desde el punto de vista del aficionado cuyo equipo no está implicado en dichos acontecimientos). Hasta que llegue la Copa América de momento nos entretenemos con menudencias como la Eurocopa Sub 21 y alguna que otro suceso morboso como la posibilidad de que el River Plate descienda de categoría.

En cuanto a los fichajes….la verdad casi todos los veranos las noticias que generan resultan un cúmulo de rumores y medias verdades de lo más atorrante y eso prescindiendo ya del eterno culebrón estival del fichaje de Cesc. De momento no hay nada concreto, ni con respecto al cejudo mediocampista del Arsenal ni tampoco a alguno de los refuerzos en la delantera (Alexis, Rossi, etc…), unos refuerzos que empezaran a convertirse en apremiantes a medida que se acerque el comienzo de temporada, sobre todo si tenemos en cuenta que el Barça acaba de desembarazarse de los dos atacantes que han ejercido la suplencia durante toda la temporada. De uno de ellos (Jeffren) no hay mucho que decir, el típico jugador que necesita un par de temporadas cedido para que termine de cuajarse y podamos juzgar si tiene nivel para entrar de titular en el mejor equipo del mundo. Del otro valdría la pena detenerse más tiempo.




El debut de Bojan Kirkic fue espectacular, casi tanto como el del mismísimo Messi. Ya se venía rato oyendo hablar de él antes de que, con sólo 16 años, debutara en el primer equipo, durante las temporadas siguientes siguió batiendo récords de precocidad, entre ellos el de ser el jugador más joven en la historia del club que marcó un gol con el equipo de la máxima categoría. En los años que siguieron el canterano siguió su progresión con el primer equipo teniendo algunas temporadas bastante buenas, y otras francamente mediocres. Su canto del cisne tuvo lugar durante el final de liga 2009-2010 donde logró desbancar del trío atacante titular al fichaje estrella (el estrellado Zlatan Ibrahimovic) de aquella temporada contribuyendo en gran medida a que el Barça de Pep Guardiola consiguiera su segundo título de liga consecutivo.

Sin embargo en el ejercicio que acaba de terminar el jugador serbo catalán terminó por ser desplazado a su vez por una conjunción de hechos que van desde el fichaje de Villa hasta la eclosión de Pedro pasando por el innegable hecho de que en los partidos que le tocó jugar (tanto de suplente como de titular) su actuación no pasó de mediocre. A lo largo de los años han sido muchos los jugadores promisorios que luego quedaron en nada pero el caso de Bojan es especialmente sentido por el aficionado. Al contemplar sus encuentros con el equipo y ver como una vez tras otra el desgarbado veinteañero se estrellaba contra el muro de los defensas enemigos y sobre todo contra el muro de su propia patosidad, cuando le veíamos caer por los suelos al más mínimo contacto, enredarse en sus propias patas, o empeñarse en penetrar por sitios imposibles o disparar como una nena raquítica a las manos del portero, al ver todas esas cosas yo me unía al coro de voces azulgranas que escupía insultos (la mayor parte de los cuales bordeaba peligrosamente el terreno de la homofobia) sobre la escuálida figura del infortunado delantero.

Sin embargo en esas imprecaciones había un poso de amargura, de decepción, pero también de estima, la afición casi nunca pedía que se echara a BK con cajas destempladas, pedía que se le cediera a algún equipo en el que la titularidad estuviera más o menos garantizada para que, libre de la presión que significa la obligatoriedad de triunfar en un equipo donde tanto se espera de ti (una de las causas que se apunta cuando se habla de su debacle), pudiera por fin endurecerse y mostrar si estaba hecho para jugar en el Barça de los grandes. Una actitud semejante al del padre que se ve decepcionado por la poca aptitud de su ojito derecho en el que había depositado grandes esperanzas y al que aconseja alistarse cuatro años en el Ejercito a ver si se endereza.

Ahora ese momento ha llegado y, según dicen las encuestas, la mayoría de la parroquia culé ampara la operación de tanteo y retracto en la que Bojan se irá al menos por dos años a la Roma donde contará con el amparo y protección de Luis Enrique, contentos de verle partir pero también tristes y sobre todo esperanzados con la posibilidad de que vuelva dentro de un par de años convertido en aquello que siempre soñamos que sería.

domingo, 12 de junio de 2011

The eyebrow day

Cada vez que llega el verano me siento como Bill Murray