Yo vi un rato de partido. Jugaban unos de rojo contra nadie. Bueno, había un portero. De blanco yo no vi a ninguno. Ni siquiera al siete, futuro Legión de Honor, Toisón de Oro, premio Nóbel de Fisica y doctor Honoris Causa por todas las universidades norteamericanas sin excepción.
El plan de Juande funcionó a medias. La idea era disimular jugando como un equipo de tercera regional y cuando se confiaran los de Benitez dar el zarpazo.
Solo funcionó la primera fase del plan.
Ahora en serio, el primer gol da para discutir durante horas según del equipo que seas (aunque iba a caer uno sí o sí viendo el juego de los dos) pero tras el penalty ya todo daba igual. Después de este partido y el del Atleti si os toca pasar por Anfield contad con un penalty en contra desde antes de salir.
La conclusión es que si uno se deja dominar por un equipo mezcla de talento, disciplina y fuerza como el Liverpool durante la primera media hora de juego le hará falta algo más que un superportero para salir del trance.
4 comentarios:
A partir de esta noche "Los cuatro de Liverpool" ya no será únicamente el sobrenombre con el que se conoce a los Beatles.
Juó, juó, juó...
Yo vi un rato de partido. Jugaban unos de rojo contra nadie. Bueno, había un portero. De blanco yo no vi a ninguno. Ni siquiera al siete, futuro Legión de Honor, Toisón de Oro, premio Nóbel de Fisica y doctor Honoris Causa por todas las universidades norteamericanas sin excepción.
Y ese chiquito, Fernandou Tores es bueno, ¿no?
Y esta noche a beber Oporto.
El plan de Juande funcionó a medias. La idea era disimular jugando como un equipo de tercera regional y cuando se confiaran los de Benitez dar el zarpazo.
Solo funcionó la primera fase del plan.
Ahora en serio, el primer gol da para discutir durante horas según del equipo que seas (aunque iba a caer uno sí o sí viendo el juego de los dos) pero tras el penalty ya todo daba igual. Después de este partido y el del Atleti si os toca pasar por Anfield contad con un penalty en contra desde antes de salir.
Al final Boluda tenía razón, ha sido un chorreo.
La conclusión es que si uno se deja dominar por un equipo mezcla de talento, disciplina y fuerza como el Liverpool durante la primera media hora de juego le hará falta algo más que un superportero para salir del trance.
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