JORNADA XXVI

Victoria cómoda del Barça. Un dos a cero que bien podría haber sido un siete a cero sin que nadie se extrañara lo más mínimo.

El partido empezó como han empezado casi todos los de esta temporada, esto es con el contrario (cualquiera que sea como si se tratara de un partido de un solo jugador en la Play) presionando un poco en el centro de campo con los teóricos delanteros y luego con dos líneas de defensa muy retrasada. Y así a aguantar la ofensiva de los locales confiando en algún contraataque. El Barça, también como siempre, moviendo la pelota y buscando abrir la lata, como se suele decir.

Desde el principio Iniesta, que afortunadamente parece plenamente recuperado, tomó el control del partido, algo que por cierto no había sucedido nunca en ese pequeño bache de juego y resultados que habíamos tenido en el último mes. El albaceteño se colocó claramente en la posición de media punta dirigiendo todo el ataque azulgrana con la cobertura de Busquets (gran actuación en un partido en el que se le exigía mucho) y Xavi que tuvo que sacrificarse en labores de medio centro por lo que no destacó en el juego de ataque (a pesar de que a pase suyo vino el primer gol) hasta bien entrada la segunda parte.

Cuando todavía se estaban dando los primeros golpes de tanteo y tras un susto procedente de las botas de Yeste (que falló por poco tras quedarse solo delante de Valdés) vino el primer gol de un remate de cabeza de Busquets (primero también en su cuenta particular). Y no mucho más tarde el penalti (como una casa, no entiendo por qué Salinas se atrevió a ponerlo en duda) transformado por Messi.

El Barça se colocaba dos a cero en casa frente a un rival cansado y no demasiado motivado (pese a que la derrota le deja a una distancia peligrosamente corta de la zona caliente) con lo que se daban todas las circunstancias para disfrutar de una goleada. Efectivamente en la segunda parte los bilbaínos salieron entregados en el aspecto anímico y acusando además el desgaste del partidazo del pasado miércoles. Por este motivo se cuartearon las ordenadas líneas, se relajaron los marcajes y empezó un auténtico recital de juego de ataque por parte azulgrana con Pujol ejerciendo de Alves (algo que ya había hecho en la primera parte con menos fortuna) y Messi e Iniesta haciendo lo que les daba la gana.

El hecho de que el partido no acabara en una goleada histórica se debe, una vez más a los caprichos de este impredecible deporte. Durante estos segundos cuarenta y cinco minutos sólo se vieron tiros al palo, paradones de Gorka y goles sacado debajo de los palos por los zagueros visitantes. El símbolo de tanta mala fortuna fue Etoo, el camerunés hizo lo que mejor sabe hacer: desmarcarse y buscar el gol en jugadas rápidas pero hoy la pelota no quería entrar. Henry por su parte también hizo lo de siempre: dejar detalles de su incontestable clase como delantero para terminar sus jugadas tirando como si estuviera en un partido de fútbol-playa después de una borrachera.

El partido fue un monólogo barcelonista contestado puntualmente por algún avance visitante que sólo contó con otra oportunidad clara de gol.

Lo mejor es que el equipo ha vuelto a jugar como en los mejores momentos de la primera vuelta aunque bien es cierto que el rival de hoy no es de los que te ponen en serios aprietos por los motivos que ya se han apuntado.

No voy a olvidarme de que el Real Madrid ha empatado. Aunque soy de los que piensan que es el que va segundo el que tiene que estar pendiente del que va primero y no al revés lo cierto es que después de haber pasado de una ventaja de doce puntos a una ventaja de tan solo cuatro no deja de ser otro motivo de alegría el tropiezo merengue. Por lo visto ha sido un derby madrileño clásico, esto quiere decir que los colchoneros han perdonado la vida al Real Madrid y además han sido atracado con nocturnidad. Pero bueno lo cierto es que se ha recuperado algo de la ventaja perdida dejando al segundo clasificado a unos confortables seis puntos (o tres según las matemáticas boludianas).

Lo pero la lesión de Puyol que por lo visto le mantendrá apartado tres semanas. Mala noticia para el capi que hoy además había hecho un partidazo (jugar con tanta intensidad tiene muchas ventajas pero también algún inconveniente) y mala noticia para la posición más vulnerable del equipo sobre todo teniendo en cuenta el partido del próximo miércoles. Pero seguro que el mister ya se estará ocupando de eso.