jueves, 15 de noviembre de 2007

Gabinete de crisis número uno

Cuando empezaron los malos resultados traté de no dejarme llevar por la tradicional histeria culé para la cual todo lo que no sea ganar cinco a cero es ya un signo de crisis. Pero a estas alturas de la liga y con doce partidos disputados ya podemos llegar a la primera conclusión que hablando mal y pronto se puede resumir en que el Barça fuera de casa está siendo una caca.

Se puede ganar un partido con un ramalazo de genialidad, incluso apurando mucho se puede ganar una Champions encadenando dos o tres encuentros afortunados pero la liga es otra cosa. Y no es que sólo se haya tratado de un partido malo (además ha habido más de uno) es que la impresión del pasado sábado fue tan pobre que no hay más remedio que dar la voz de alarma.

Todos los problemas constan de dos partes: qué es lo que está mal y qué se puede hacer para solucionarlo. Para responder a estas cuestiones vamos a intentar dividir el todo en partes.

PARTE PRIMERA: LA DEFENSA

Los fichajes de Milito y Abidal parecían prefigurar una defensa en la que por fin Puyol tendría una compañía adecuada. Márquez nunca me ha parecido un buen central, Thuram sí pero la clase de partidos que tiene que afrontar el Barça requiere unas condiciones físicas que está claro que el francés ya no tiene. En cuanto a las bandas parecía que ese aspecto estaba bien cubierto con la nueva incorporación. Abidal y Zambrotta son el tipo de laterales que exige el fútbol moderno, esto es una fusión entre defensa y extremo al igual que un central ya no puede ser un simple muro donde reboten las pelotas del equipo contrario sino que tiene que ser un jugador capaz de conducir la pelota. Es decir una defensa que aparte de cumplir su misión principal (evitar que te metan goles) también sea una alternativa ante la casi segura presión que va a recibir tanto el medio campo como la delantera (especialmente si se trata del Barça).

La defensa ideal sería pues Puyol y Milito por el centro, Abidal por banda izquierda y Zambrotta por banda derecha. La lesión de Puyol al principio de temporada hizo que este cuadro no se completara hasta hace poco pero incluso en ese momento algunas otras bajas han obligado a que por ejemplo Puyol tenga que caer a la banda derecha siendo sustituido en su posición de defensa central por Thuram generalmente. Puyol ha cumplido con su papel en esta demarcación con sobresaliente pero ¿se puede prescindir de su puesto original? La sustitución de Thuram por Zambrotta en el último partido parece indicar que el mister se equivocó en ese planteamiento inicial. Zambrotta no estará en los próximos partidos así que es de esperar que en esta ocasión Puyol no se mueva del centro de la defensa, la banda derecha tendrá que ser ocupada por Oleguer supongo.

SEGUNDA PARTE: EL MEDIO CAMPO

Otra demarcación que el año pasado sufrió muchas variaciones (incluyendo el intercambio de puestos entre medio volante y lateral para un mismo jugador). La llegada de Toure pareció dar consistencia al centro de campo, se trataba de encontrar un pivote que sirviera de enlace con la defensa y se ocupara además de las tareas menos lustrosas de esta demarcación (marcaje, presión, robo de balones, etc…) junto con Xavi dejando a Iniesta y Ronaldinho las labores de creación.

Pero todo esto no está pasando. En primer lugar como se ha dicho muchas veces Iniesta está muy lejos de los lugares donde de verdad puede hacer daño y junto con Xavi y Toure se ven frecuentemente empantanados por la presión a la que los rivales suelen someter al Barça y en cuanto a Ronaldinho…..está claro que no está en su mejor momento. Que de vez en cuando resurja y haga un par de jugadas magistrales e incluso marque algún gol no significa esté haciendo una buena temporada, en su caso se aplica lo dicho en el segundo párrafo.

Quizás el problema reside en el hecho de que juegue de medio volante (o al menos está siempre en la parte del campo correspondiente a esa clase de jugador) cuando sería más adecuado emplearle como segundo delantero. En primer lugar porque cuando único crea peligro es cuando está cerca del área, es ahí cuando puede o bien provocar una falta o bien sacarse de la manga alguna de sus añoradas asistencias. Pero colocarle en el medio campo significa que cualquier jugada de ataque tiene un 75% de posibilidades de morir en sus pies, casi seguro que la perderá, se la robarán o errará el pase mientras se dedica a regatearse a si mismo.. Al contrario que Deco o Iniesta que cuando reciben son capaces de proteger el balón y, o bien pasarlo en condiciones, o bien retrasar para intentar la jugada por otro camino. Un delantero que no tenga un día afortunado es una fatalidad pero un medio campista que no tenga un día afortunado es una puta desgracia.

¿Solución? Pues parece que Ronaldinho no debe jugar más tan retrasado y en cuanto Deco se pusiera bien debería desaparecer del medio campo. Hasta ese momento quizás Márquez podría ser una alternativa para liberar a Iniesta que podría por fin acercarse algo más al área. Ronaldinho está en condiciones de ser ahora mismo un revulsivo al que sacar cuando las cosas se ponen feas. Aunque claro en un mundo como el del fútbol ya totalmente invadido por los hombres de negocios esta alternativa podría ser considerada como una devaluación de la mercancía. ¿Traspasarle entonces? En mi opinión sí.


TERCERO: DELANTERA

Esta claro que nunca se pensó en Henry como único punta del equipo. La idea me imagino que pasaba por hacer pareja con Eto´o de manera que se combinaran dos alternativas de ataque: la rapidez de Eto´o y la habilidad y los recursos de Henry. La lesión del camerunés dio al traste con estos planes pero la solución que se ha buscado no ha sido demasiado satisfactoria. Henry es un verdadero asesino del área pero a estas alturas parece que no está en condiciones de soportar todo el peso del ataque. Su pareja actual en estas labores, o sea Messi, nunca ha sido un punta nato sino más bien un media punta que necesita arrancar desde los tres cuartos del campo para iniciar la ofensiva. No creo que Henry sea perjudicial para el equipo, sobre todo porque tampoco hay ahora mismo muchas alternativas y además sigo pensando que no se puede salir a jugar sin un delantero centro clásico, pero está claro que con el medio campo tapado y con Messi marcado hasta un punto que bordea el delito el francés no tiene nada que hacer. Para combatir esto quizás sea adecuado pasar a un 4-3-3 es decir salir a jugar con Puyol, Milito, Zambrotta (u Oleguer o Silvinho), Abidal, Toure, Xavi, Iniesta, Messi, Henry y un tercer delantero que podría ser Ronaldinho o Gudjonsen.

De todas maneras esto no es más que movimientos en un tablero. Si la solución del equipo pasara por la sustitución de Rijkaard yo apoyaría eso de inmediato pero ¿es eso suficiente? . De Rijkaar me irritan varias cosas; sus vacilaciones y sus extraños experimentos a la hora de hacer la alineación, su poca habilidad para hacer cambios, su lamentable imagen de niño amargado siempre a punto de estallar en un puchero…pero creo que lo del sábado pasado va más allá de su presencia o su no presencia. De hecho ni siquiera estoy seguro de que pasó ese día ¿aburrimiento? ¿falta de tensión? ¿falta de motivación? ¿cansancio físico?. Sea lo que sea no parece una cosa que se solucione cambiando a un solo hombre. Pero o esto se arregla o quizás tengamos que conformarnos con la Champions donde sí que parece que todo el mundo sale con las pilas puestas. Cuestión de psicología por lo visto.

2 comentarios:

Blogger Deckard ha dicho...

Lo de la Champions tiene la misma explicación que con el Madrid en su día, no es lo mismo salir a lucirse con toda Europa mirándote que ir a Pamplona a buscarte los garbanzos.

Yo sigo empeñado en mi teoría de la galactización, que parece que ahora sigue algún periódico. Lo de tener jugadores fuera de sitio es el síntoma de los tiempos que corren, lo importante es el álbum de cromos y no el equipo, de esta manera hacer penar a los jugadores fuera de dónde saben.

16 de noviembre de 2007, 1:55  
Blogger JRB ha dicho...

Cuando mejor jugó el Barça fue cuando Iniesta hacía de Ronaldinho y Deco era titular.
Tenemos una gran plantilla, pero falta motivación, sobra algún gandul y el entrenador no tiene carácter, mano dura ni sangre en las venas.

Si Ronaldinho no mejora, yo también soy partidario de venderlo al Chelsea. Y ojalá venga Mourinho, que es un impresentable prepotente y farrullero, el típico tío que odias a muerte cuando entrena a un equipo rival pero que adoras cuando entrena al tuyo. Ya estamos cansados del querubín negro de Rijkaard, queremos un entrenador que huela a azufre y que dé ruedas de prensa incendiarias. Como diría Homer: me aburro.

17 de noviembre de 2007, 11:55  

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