Jornada VII

Hasta ahora no me había interesado mucho el follón que se traen las diferentes cadenas con los derechos de retransmisión de los partidos. Primero porque dudo mucho que consiguiera entender algo y segundo porque no me había sentido personalmente afectado.

Pero cuando todo un Barcelona-Atletico de Madrid se emite un domingo a las cuatro de la tarde, hora habitual de un Levante-Osasuna, jodiendo así a toda España la sagrada siesta del domingo la cosa ya pasa de castaño oscuro. En fin, si alguien sabe explicar este enredo le cedo el micrófono.

Volviendo a lo que interesa hoy hemos tenido otra decepción como la del partido contra el Sevilla. No por el resultado naturalmente que no podría ser mejor sino en cuanto a las perspectivas de ver un partidazo que al final ha resultado una victoria de lo más cómoda. Y no parecía que fuera a ser así al principio. El Atletico de Madrid saltó dispuesto a todo y en el primer cuarto de hora logró conquistar el centro de campo desactivando el ataque del Barça (con la ayuda de Pernía dando caña) y acercándose con peligro al área culé. Pero la fatalidad también juega y un increíble error de Abbiati le costó el gol a los rojiblancos cuando menos se lo merecía, una lastima porque el italiano hizo un partido estupendo pero así es el fútbol: un delantero sólo necesita diez segundos buenos para salvar un partido malo mientras que un portero puede arruinar a su equipo con diez segundos malos sin que importe todo lo que haga después. Cuando aun no se había recuperado del mazazo el Atletico recibió un segundo gol esta vez merced a una buena combinación entre Ronaldinho y Messi que hizo la genialidad de cada partido.

Ahí termino todo. El equipo madrileño entró a partir de ese momento en una horrible depresión de la que ya no se recuperó ni en los momentos de mayor indolencia culé en una actitud que ya sólo puede explicar un psicólogo. El Barça por su parte se encontró con el partido de cara muy pronto y se dedicó a esperar el final. A la caída de tensión por lo fácil que se le ponían las cosas se unió también el cansancio acumulado tras tantos partidos seguidos (seis en quince días) y que el Mister tampoco supo solucionar debido a su celebre horror a los cambios. Esta forma de jugar nos ha costado caro en otras ocasiones pero hoy estaba claro que no iba a pasar nada.

Ronaldinho como siempre tuvo algunos momentos muy buenos. Lo malo es que sumados todos ellos no dan más de 15 minutos lo que de momento está bastando. A Henry volvió a faltarle ese medio segundo que a estas alturas ya le habría convertido en pichichi. Aparte me gustaría destacar a Xavi que de momento está solventando con su conocida eficacia la ausencia de Touré. Puyol parece ya totalmente recuperado, en cuanto vuelva Zambrotta creo que tendremos por fin la defensa que necesitamos. A ver si sucede pronto.

En fin, que se esperaba un gran partido que al final no tuvo lugar. Agüero y Forlan apenas se dejaron ver y me sorprendieron un poco las ausencias de Maxi Rodríguez y Luís García en el equipo inicial. Pero eso a lo mejor nos lo explica el maestro Zar.