domingo, 14 de noviembre de 2010

Jornada XI



Un encuentro entre el segundo y el tercer clasificado es cosa seria, sobre todo si ese tercero es un equipo como el Villareal que lleva algunos años jugando muy bien al fútbol (especialmente en nuestro campo donde llevábamos tiempo sin ganarles).

La ausencia de Piqué y la inoportuna lesión de Milito obligó a colocar a Abidal de central, en esta ocasión Pep prefirió la experiencia a la opción de optar por los centrales del filial, la apuesta salió bien ya que Abidal hizo un excelente partido en el aspecto defensivo por más que estuvo algo torpe en el dominio del balón. El resto del equipo estuvo a su nivel habitual destacando una vez más la imprescindible labor de Iniesta como medio volante ofensivo. El Barça empezó como de costumbre dominando pero el Villareal aunque no llegó a crear peligro sí que tuvo algunos acercamientos peligrosos al área local.

En el minuto 21 precisamente una combinación entre Xavi, Iniesta y Villa terminó con un gol del delantero asturiano cuya banda hasta ese momento había estado bastante desaprovechada. Cinco minutos después tuvo lugar una jugada que pudo haber sido crucial. El linier levantó el banderín en un fuero de juego anulado una jugada que estaba claro que hubiera terminado en gol sí o sí. Habitualmente los fueras de juego suelen ser unos lances difíciles de calibrar pero el fallo de ayer fue realmente llamativo y más aun después de que acto seguido llegara el empate tras el gol de Nilmar. Lo sucedido hizo que el equipo, que hasta entonces había dominado sin oposición a los visitantes, perdiera la concentración durante prácticamente todo lo que restó del primer tiempo, un detalle inquietante que duda cabe.

En la reanudación pareció que las cosas volvían a su cauce aunque esta vez el Villareal decidió retrasar sus líneas para evitar volver a ser cogido al contrapié, como sucedió en el gol y en el no-gol durante la primera parte, fiando al talento que le sobre en la media y la delantera para seguir inquietando al Barça.

Antes de que el partido empezara a entrar en los minutos de la ansiedad Messi ejercitó una magistral doble pared con Pedro que terminó en un gol de categoría. Había terminado la épica y la sed de venganza por el despropósito arbitral y era hora de pensar con la cabeza en lo que respecta a los cambios. Pero en esta ocasión confieso que no entendí muy bien la elección de Guardiola que quitó a Villa para meter a Keita, este movimiento quitó profundidad al juego del Barça dejando desprovista la banda izquierda y restando recursos a un partido que exigía un gol de la tranquilidad ante un rival que no jamás arrojó la toalla. De todos modos con los jugadores que restaban el equipo se las arregló para mantener su asfixiante presión sobre la salida del esférico visitante lo que motivó continuas pérdidas de balón, de una de ellas nació, ahora sí, el susodicho gol de la tranquilidad aunque nuestra estrella estaba en una posición como mínimo dudosa, algo que las cámaras de la sexta no pudieron confirmar seguramente muy a pesar suyo.

El resto fue reservar fuerzas. Tres valiosos puntos ante otro rival de categoría y un partido menos hasta llegar al clásico que debe poner las cosas en su sitio.

4 comentarios:

Blogger JRB ha dicho...

Yo estaba en el campo y al linier le dijimos de todo menos bonito. No nos podíamos creer que hubiera anulado eso (hoy he leído que Messi estaba 1.2 metros por detrás del último defensa). Por no mencionar que el árbitro parecía pitar las faltas al azar, a favor o en contra de tu equipo como si lo estuviera echando a cara o cruz, independientemente de lo que hubiera pasado durante la jugada. Lamentable.

Y a mi lado tenía sentado a un chaval alemán exaltado gritando en su idioma como un berraco (como el famoso niño alemán del video de Youtube), que a todos los jugadores los llamaba Abidal.
Una de cada once veces acertaba, claro.

14 de noviembre de 2010, 5:54  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Ya te digo, creo que es el fuera de juego peor pitado que he visto y mira que se ven como diez en cada partido.

¿No sería hermoso que hoy el Sporting le ganar al maligno y Preciado le hiciera un corte de mangas al luso iluso?

14 de noviembre de 2010, 6:25  
Blogger Deckard ha dicho...

Partido chusco de los que no les gusta jugar a los grandes, podían haber resuelto antes pero con tantas interrupciones acabaron perdiendo el hilo y el partido por momentos fue un correcalles.

El día D se acerca.

15 de noviembre de 2010, 1:29  
Blogger El Impenitente ha dicho...

No vais ni a empatar ni un partido de aquí al final de la Liga ni Madrid ni vosotros. Otra cosa es que pretendan vender un triunfo en el Molinón como algo épico. Pero, visto desde fuera, la duda es ver cuándo se romperá el partido.

Nosotros, bien. Forlán y Agüero. Esa canción ya me la sé. Y no sabemos tocar otra.

15 de noviembre de 2010, 1:31  

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