domingo, 3 de octubre de 2010

Jornada VI





Con independencia de lo justificable que sean esas bajas, salir al campo sin Xavi, Busquets y Puyol es como sustituir la médula espina de un corredor de fondo por fanta limón.

Pero eso sería sólo parte del problema y mejor que sea así porque si fuera todo el problema nos encontraríamos con que no existe solución a corto plazo. El problema viene desde otra vertiente pero no en el sentido que le dan muchos comentaristas profesionales y aficionados. No sé en qué momento empezó a circular por el ambiente futbolístico uno de esos tópicos a los que este deporte es tan propenso, es el que dice que “el equipo que perdona acaba pagando las consecuencias”. En primer lugar no existe la palabra “perdón” en este juego, eso equivaldría a decir que un delantero ante la portería enemiga expresa un pensamiento tal como “no, no voy a meter el gol a estos que ya tienen bastante con uno”. Y en segundo lugar el fútbol, por fortuna, es lo bastante ilógico como para que un equipo pueda pasarse fallando goles durante las 3/4 partes del encuentro y luego meter tres seguidos.

Pero está claro que, tras seis encuentros de liga y dos de Champions, ya se puede analizar cierta tendencia en la forma en la que el equipo está jugando esta temporada. De esos ocho partidos se ha perdido uno, se han empatado tres y se han ganado cuatro. Quizás lo más preocupante es que de los tres encuentros disputados en casa sólo se ha ganado uno y por la mínima lo que equivale, en este ambiente mediático tan absurdo en el que vivimos, a “una crisis”.

Lo cierto es que el partido comenzó con la misma cantinela de siempre, el Barça llevando la iniciativa y combinando con acierto ante un rival que parecía defender con menos talento que nuestra bestia negra tártara.

El gol en el minuto 20 dio la sensación de ser el comienzo de una goleada, sobre todo ante la ausencia de reacción de los visitantes pero incluso en ese momento ya se podía vislumbrar cuál era el problema. Si se recuerda el único gol del Barça vino tras una rápida combinación casi al primer toque cogiendo a la defensa mallorquinista con el pie cambiado, una solución ofensiva que el equipo no volvió a adoptar ni antes ni después de ese momento. Durantes los restantes noventa y cuatro minutos y cuarenta y cinco segundos el ataque del Barça consistió en que Messi e Iniesta (que se combinaron para suplir la ausencia de Xavi con lo cual su aportación ofensiva fue menor de lo habitual y ese fue otro gran problema) distribuían balones hacia las bandas donde los extremos o los laterales tiraban pases que siempre se perdía en un bosque de piernas o cabezas. Otra alternativa era tratar de abrirse camino por el centro de la defensa visitante lo que era todavía peor.

Quizás lo más preocupante fue la sensación de que nadie se atrevía a tirar a puerta como si fuera imprescindible ceñirse a un esquema de juego en lugar de adaptarse a las circunstancias del partido que exigían mayor rapidez y toque que control y regate, una muestra de rigidez no muy tranquilizadora.

Lo peor vino sin duda en la reanudación cuando el Barça perdió su eficacia y la sustituyó por impotencia, prisas y descontrol. Hasta ese minuto la ausencia de Xavi apenas se había notado pero en esta decisiva fase del encuentro resultó más que evidente, el equipo careció por completo de dirección de juego porque no estaba el director, y sus sustitutos o bien no están a la altura de esa labor (Keita) o bien desaparecieron voluntaria o involuntariamente (Iniesta). El fallido fichaje de Cesc (jugador capaz de cubrir una amplia zona del campo y desempeñar diversas funciones diferentes incluyendo el meter goles) amenaza con pesar cada vez más en un equipo que no tiene recambios para una de sus figuras más importantes.

En esas circunstancias sólo quedaba atacar sin orden ni concierto y buscar una oportunidad, todo ello sin descuidarse mucho atrás (en ese aspecto Mascherano fue determinante) porque el Mallorca pudo incluso protagonizar la segunda derrota en casa de esta temporada. Podía haberse conseguido el gol de la victoria pero no se consiguió, tampoco marcó el Mallorca con lo que el resultado es que el empate parece un resultado justo si es que la justicia tiene algo que ver con el fútbol algo que yo dudo.

Puede que sea pronto para declarar que existe un problema pero si llegamos a esa conclusión (dentro de mucho espero) estoy convencido de que dicho problema estará causado por una plantilla corta que es incapaz de sostener al equipo cuando lesiones, sanciones y selecciones ponen fuera de combate a los jugadores titulares. Y eso, repito, tiene por el momento poco remedio.

4 comentarios:

Blogger Deckard ha dicho...

Creo que el año pasado tenías la plantilla corta pero no hubo muchos problemas de lesiones, este es más corta aún y la baja de Ibra quita cierto tipo de variantes tácticas.

Que el Mallorca renuncie a las bandas tan descaradamente y le salga bien es preocupante.

En el Bernabeu por fin se ha visto un equipo y no dos, uno para atacar y otro para defender. También en muchas jugadas los de arriba no se la han jugado según llegaban y ha habido también pausa dejando llegar al resto. Veremos si se mantiene.

Por cierto acabo de leer una frase muy graciosa de Mascaró (Sport):

"Este Madrid, construído alrededor de un provocador como Mourinho seguirá mirando al Barça por el retrovisor. Fútbolística e institucionalmente."

¿Los retrovisoras funcionan como siempre o los han cambiado?

3 de octubre de 2010, 14:07  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Nada de lo que diga Mascaró puede ser tomado en serio, es nuestro Roncero

3 de octubre de 2010, 14:16  
Blogger Deckard ha dicho...

Pero cuando la cagan con una frase lapidaria son los mejores.

3 de octubre de 2010, 14:22  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Ponedle clembuterol a la fanta de limón.

Ya podían haber tirado a Antonio Álvarez del Sevilla una semana después. Y si a nosotros nos quitan al Kun y Forlán está distraído la fanta de limón se convierte en gaseosa de papelillo. Y menos mal que tenemos al mejor portero de todos los tiempos.

Y el Valencia ya está ahí. Todavía no han jugado contra madie y van sacando los partidos por los pelos, pero, sin Villa y sin Silva, van sumando y se lo van creyendo. Y Adúriz a la Selección y Soldado terminará explotando. El Valencia,salvo con Koeman y ganó la Copa, siempre flota.

4 de octubre de 2010, 11:17  

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