miércoles, 21 de enero de 2009

Por algo les llaman suplentes



Seguramente Pep sabía que un medio de campo formado por gente tan poco desequilibrante como Gudjonsen y Keita y que contara únicamente con Busquets, sin la ayuda de Xavi por añadidura, como director de orquesta se las tendría muy tiesas y quizás por eso contaba con la aportación de Márquez en la posición de central-líbero con el objetivo de echar una mano en la circulación del balón. Pero la prematura lesión muscular del mexicano dio al traste con sus planes, unos planes que posiblemente incluían la progresión de Puyol por el lateral para reforzar un ataque que también se resentía de la ausencia de los titulares. Tras la entrada de Victor Sánchez, que ocupó la posición de lateral derecho, y el regreso del capitán a su posición habitual en el centro de la defensa el equipo quedó bastante tocado.

A esto hay que añadir que el Español salió espoleado (más de lo que suele ser habitual en un derby) por la idea de hacer un buen papel en la única competición en la que tiene alguna posibilidad de hacerlo y con el factor añadido de estrenar técnico, algo que suele ser un estímulo, a nivel puramente moral, pero estímulo al fin y al cabo. Desde el principio el equipo blanquiazul se mostró dispuesto a tratar de llevarse el partido presionando al Barça con marcajes al hombre, duros e intimidantes aunque afortunadamente no violentos. Estos marcajes, como suele ser habitual, se acentuaron sobre los jugadores más técnicos (Iniesta y especialmente Busquets) con lo que el juego acabo recayendo sobre los más tuercebotas (Gudjonsen y el bueno de Sylvinho).

En la delantera las cosas no iban mejor, Iniesta estaba, cómo se ha dicho muy marcado, Bojan se mostró fallón, falto de toque y muy flojo frente a la presión de los centrales españolistas y Hleb a pesar de ser posiblemente uno de los jugadores que más balones toco durante todo el partido siguió mostrando su limitadas cualidades técnicas.

Como consecuencia el equipo fue incapaz de crear la más mínima sensación de peligro si exceptuamos un tiro flojo de Iniesta. Menos mal que cuanto menos el Español se mostró igualmente inepto en ataque aunque en el resto de líneas se mostró bastante mejor que el Barça o al menos con más determinación.

En la segunda parte el Español vio con claridad que no sería capaz de ganar el partido y a partir de ahí se esforzó en no perderlo defendiéndose con orden y lanzando de vez en cuando algún contraataque hacia la nada. Por su parte el Barça empezó a tocar más balón pero también sin demasiados resultados, no recuerdo ni una sola ocasión en toda la segunda parte. La incorporación de Xavi y Messi le dio aun más posesión y algo más de toque en el borde del área pero posiblemente ambos entraron demasiado tarde para tener una influencia real en el partido.

En fin, empate a cero un resultado ni bueno ni malo que deja las espadas en todo lo alto para la vuelta de la semana que viene. La incógnita será si Guardiola volverá a salir con el equipo B o echará toda la carne en el asador. Todo depende del equipo que salte a jugar el fin de semana que viene contra el único equipo que nos ha ganado en liga.

2 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

No, si aún tendréis miedo del partido de vuelta contra el Español. Yo estaría más preocupado de ver quién pasa, si el Valencia o el Sevilla, que será con quien juguéis la final.

22 de enero de 2009, 13:06  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Si llegamos a la final (no quiero ponerme lechera) prefiero al Sevilla que aunque no me gusta mucho me inspira más confienza que el Valencia. Detestaría perder una final contra los ches

22 de enero de 2009, 13:21  

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