miércoles, 16 de mayo de 2007

Entresemana

Hoy miércoles hemos podido ver un especial de 120 minutos de la cara de Corbacho interrumpidas de cuando en cuando por una final de la UEFA. En fin.

El partido ha empezado a toda velocidad con los dos equipos corriendo que se las pelaban en medio de un juego dominado por la profundidad y la ausencia del centro de campo. Precisamente cuando el Español se ha empezado a adueñar de esa parcela de terreno es cuando ha empezado el verdadero encuentro al menos para los catalanes y hasta que el de Adriano (que dio una clase de cómo marcar en el mano a mano contra el portero que algunos que yo me sé deberían grabarse en video). Podía haber empezado entonces la clase de partido que le gusta al Sevilla de no ser porque el Español empató apenas quince minutos después.

Desde ese momento hasta la expulsión de Moisés el partido fue del equipo blanquiazul que puso contra las cuerdas al Sevilla aunque bien es cierto que apenas disfrutó de ocasiones claras de gol a excepción de un tiro sensacional de Riera (que fue también el autor del primer gol). Tras la expulsión se cambian las tornas y el Sevilla, que pareció aguantar mejor físicamente la recta final del partido, empezó a jugar a placer ante un Español que se hundió (y al que no creo que ayudaran las sustituciones de Tamudo y De la Peña). El gol parecía cuestión de tiempo y cuando el Sevilla por fin lo consiguió creo que casi todo el mundo dio por finalizado el partido máxime cuando el Español empezó a jugar de manera desesperada dejando unos huecos que los sevillanos no aprovecharon por pura dejadez. Pero claro, como bien sabemos los culés, el gol puede llegar en el momento más inoportuno y la verdad es que el empate de Jonatas sonaba a batallita para contar a lo sietecitos pericos. Hubiera sido bonito que el Español al final se llevara a casa el trofeo más horroroso del mundo ganando en los penalties, e incluso hubiera sido justo. Pero esto es fútbol, el que quiera justicia que vea C.S.I. Miami.

3 comentarios:

Blogger Zar Polosco ha dicho...

Si algo no me gusta de estas finales en que no tomas partido por ninguno de los dos es que siempre acabas perdiendo.

Quizá me inclinaba más por el Sevilla en proporción directa al número de segundos que enfocaban a Corbacho. Pero luego veía al Chingurri y vuelta a empezar. En cada ataque quería y no quería que marcaran. Así no se puede ver una final.

El caso es que me alegré por Palop, aparte de porque me cae bien, porque todo lo que es bueno para Palop le jode a Cañizares y, por la reinona que mora bajo los palos del Valencia yo sería capaz de recoger firmas a favor de la legitimación de la pena de muerte.

Por lo menos no fue uno sólo el que falló el penalti, sino que fueron tres. No se convertirá en el Eloy, el Joaquín o el Uli Hoeness de turno.

Pobres Pericos. Ayer me acordaba de Lolo y de su mujer Eva, con quienes coincidí en Libreville, que se debieron quedar hechos polvo. También pensaba en mi cuñado Paco que se va a morir de tanto sufrimiento y tanto éxito y no está acostumbrado.

Lo dicho, no vuelvo a ver una final sin ser acérrimo de un equipo. Sufrir por sufrir no me divierte.

Ya sabía yo que íbamos a poder contar con tu crónica de la final de la UEFA. Y piensa, Sisterboy, que en esto del fútbol siempre se puede estar todavía más jodido.

16 de mayo de 2007, 23:52  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Pues supongo que tampoco veras la final de la Champions. En esa tampoco voy con nadie pero creo que me gustaria más que ganar el Milan

Yo también odio a Cañizares. Le odio tanto que le deseo que se caiga sobre su propio pelo

17 de mayo de 2007, 13:50  
Blogger Zar Polosco ha dicho...

La final de Champions con el Liverpool a muerte. Aunque tengo mucha simpatía por el Milán, pero han ganado tanto que tampoco se van a hundir, y el Milán, si no es este año será el que viene o al siguiente. No es como el Español, que es una vez cada mil años.

Cañizares, Raúl, Fernando Hierro, Luis Figo, Roberto Carlos. Un partido colectivo pachanguete de esos solidarios que tanto le gustan a la FIFA donde hasta Schumacher juega y se hace el graciosito. Un choque en apariencia inofensivo pero de donde salen todos tan mal parados que apenas son capaces de ingerir alimentos líquidos por el resto de sus días. Trasladaría la fecha de mi cumpleaños al día en cuestión y lo celebraría como corresponde por los restos.

18 de mayo de 2007, 0:28  

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