Jornada 33

Jornada de transición en la que los tres equipos que luchan de forma más clara por la liga han ganado. Así que todo sigue igual pero con una jornada menos para terminar lo que favorece al que va líder, o sea: nosotros.

No he visto el partido del Sevilla y acabo de dejar al Madrid después de marcarle el tercero a un equipo de colegio.

Centrándonos en lo que nos interesa el Barça salió de nuevo con la mejor alineación que puede presentar (excepto el lateral izquierdo que sigue siendo el puesto más variable) frente a un equipo que planteó un partido defensivo para no variar aunque tampoco renunció totalmente al ataque con escasos resultados la verdad. Sólo recuerdo un tiro entre los tres palos de los levantinos.

Por parte del Barça una mala primera parte con el centro de campo asfixiado por la presión, con Messi y Etoo muy marcados y con un Ronaldinho que a pesar de tocar bastantes balones fue incapaz de centrarlos con sentido o de superar a su marcador para seguir la jugada en solitario con la consecuencia de provocar múltiples pérdidas de balón que de tener enfrente a un equipo con más tino en el ataque podía habernos ocasionado algún problema.

El gol llegó de la única jugada en la que Messi consiguió retener la pelota más de dos segundos, el balón llegó a Etoo y entró llorando aunque, tal y como se comentó en el partido contra el Mallorca, a estas alturas de la fiesta no nos vamos a poner estupendos.

La segunda parte empezó con bastante mejor juego quizás coincidiendo con el cambio de posición de Ronaldinho (que quizás debería ser definitivo) que dejo la banda y pasó al centro del ataque como media punta creando bastante más peligro propio y ajeno que en la primera parte. Messi jugó con más libertad y dio un recital de toque y pase que pudo haber tenido un broche de oro con una ocasión de gol que falló por poco. Hablando de ocasiones falladas nuevamente Etoo y Ronaldinho han vuelto a estrellar la pelota en el bulto en un mano a mano con el portero. Etoo es el caso más preocupante ya que una de esas ocasiones falladas tuvo lugar en una soledad robinsonesca.

Este buen comienzo de partido se terminó al poco tiempo y el Barça entró en ese preocupante síndrome de partido-de-entrenamiento-antes-de-las-vacaciones-de-Navidad como si no fuera ganando por la mínima (cuando eso en el fútbol de hoy es casi equivalente a ir empatado a cero) y como si la historia reciente no le hubiera enseñado amargas lecciones sobre las consecuencias de jugar medio partido sin tensión, sin energía y sin coraje. Al final del partido estuvo a punto de repetirse la historia de otras veces tras una salida en falso de Valdez que a punto estuvo de aprovechar el Levante. Hubiera sido catastrófico.

Pero bueno, al final se ganó y tenemos que quedarnos con lo bueno: los tres puntos y que Messi sigue estando en racha. Aparte de eso destacar el gran partido en defensa del fino Thuram.

La jornada que viene trae ya el último de los encuentros de terceros que nos favorecía. Me refiero al Sevilla-Real Madrid. Lo ideal sería un empate lo que (siempre y cuando ganemos nosotros claro está) nos daría un nuevo colchón de puntos que nos protegería contra (toco madera) un nuevo resbalón. Nosotros jugamos fuera contra la Real que saldrá con el cuchillo entre los dientes. Como siempre sin pronostico, puede suceder cualquier cosa. Allí estaremos.