lunes, 10 de diciembre de 2012

Jornada XIV

El Barça salió con el equipo de gala (entendiendo que, de forma inexplicable, David Villa sigue sin formar parte de él) y con el susto de Messi ya superado. Pero a los diez minutos dicho equipo ideal se fue al garete cuando Cesc cayó lesionado víctima de problemas musculares que por lo visto le tendrán en el dique seco un par de semanas (puestos a que suceda mejor ahora cuando se aproxima el parón navideño y no tenemos compromisos europeos hasta Febrero). Con la pérdida de Fábregas se estropeó asimismo el delicado mecanismo que forma el juego de ataque del equipo, el sustituto elegido fue Alexis con lo que técnicamente se cambiaba un centrocampista de ataque por un delantero, la consecuencia era que Iniesta tenía necesariamente que retrasar su posición.

De todos modos en un principio el cambio no tuvo gran influencia en el juego ya que, de forma sorprendente, el Betis salió mucho más timorato de lo que se suponía, limitándose a esperar al Barça en el centro de campo sin presionar la salida del balón y sin demasiado entusiasmo por recuperar la pelota y salir al contraataque.

En estas circunstancias el Barça se apoderó muy pronto del centro de campo y comenzó a rondar las proximidades de la portería de Adrián aunque es justo reconocer que los dos goles, que llegaron en un breve lapso de tiempo, fueron fabricados de forma casi exclusiva y particular por Leo Messi que de paso bate por fin el record del señor que ilustra este comentario con lo que por fin también nos podemos quitar esa molestia de la cabeza.

El partido parecía acabado y el Betis entregado cuando. en una jugada aislada en la que Jordi Alba rompía el fuera de juego, llegó el gol del equipo local. El tanto consiguió revivir al moribundo equipo verdi blanco y tuvo el efecto de que jugaran como presumiblemente pretendían jugar: con agresividad, recuperación de balón y salidas constantes al contraataque.

El descanso no aclaró las ideas de un Barça un tanto gripado (que por añadidura había perdido a Puyol por unas molestias con lo que también había vuelto la incertidumbre a la zaga)  y las consecuencias fueron que durante el primer cuarto de hora de la reanudación el equipo apenas pasó de su propio campo enredado en un encuentro bronco, con constantes interrupciones y en el que era imposible retomar el control: justo el tipo de encuentro que no queremos. El resto del partido fue uno de esos que apasiona al público más o menos neutral y pone nerviosos a los técnicos y a los aficionados irredentos.  El Barcelona no consiguió recuperar lo que se llama la manija del partido y éste se convirtió en un correcalles en el que el Betis le disputaba la pelota en  cualquier  demarcación del campo en el que cualquier cosa podía pasar, así encajamos dos balones al palo que no entraron en la red de milagro.

Un desconocido Barça agobiado en el centro de campo tenía que recurrir al pase en largo buscando la velocidad de Pedro y Alexis que para colmo hicieron un partido nefasto, el único que sembraba algo de desazón en el campo rival era Messi junto con Xavi (Iniesta quedó desubicado durante todo el segundo tiempo) y en ultimas instancia Thiago, se crearon al menos tres claras ocasiones de gol pero al final se llegó a la conclusión del encuentro con el mismo marcador que en la primera parte pero con más nervios y sufrimiento de lo habitual, algo lógico por otro lado cuando jugábamos contra un equipo que es cuarto en la Liga y que venía de derrotar al Real Madrid. No todo va a ser ganar partidos con la uña.

En resumen importante victoria, 3 puntos más y una jornada menos. Por añadidura se bate el record de goles en un año natural algo que nos viene bien en el aspecto anímico (aunque no tanto como para todos los ríos de tinta que se han vertido sobre el tema) y que además  sirve para que se hable de uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol y máximo ejemplo de que los que pasan al Olimpo siempre son los 10 y no los 9 (toma nota CR7)  

5 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

La obsesión por crear obsesiones. Todo el mundo pendiente del record del Torpedo. Pues bien, ya lo ha batido. Lo ha batido Messi, un jugador, un individuo. De eso os habéis aprovechado los culés, que para eso juega con vuestra camiseta. Pero el record es suyo, no vuestro. Sigo sin entender los premios individuales en el fútbol. Y que la gente que no sea de su familia los celebre.

Por lo demás Falcao marcó cinco y, viendo el resumen, fue como pegarle a un niño. La defensa del Dépor fue una calamidad. Una pena. Y me duele, pues siento simpatía por el Dépor. Y me alegro por los cinco goles de Falcao, pero nos hubiesen venido mejor la semana pasada. O que los meta el domingo que viene.

Por lo demás, me parece que este año superaréis los ciento diez puntos y porque os dejaréis ir al final. Tened piedad el domingo.

10 de diciembre de 2012, 8:49  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Ya te digo lo mejor es que reparta sus goles, mejor uno cada jornada que cinco en una sola :), el próximo partido estaré en madriles a ver si lo veo en el bar de las cabezas de toro otra vez

10 de diciembre de 2012, 9:08  
Blogger El Impenitente ha dicho...

No, SisterBoy. A ese bar no vayas que nos da mala suerte.

10 de diciembre de 2012, 13:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No es por aguar la fiesta de los cules pero Chitalu ha sido el jugador que mas goles ha marcado en un año , 107 en total en el año 1972, asi que el record sigue siendo suyo...
investigad si quereis , pero las cosas como son.

11 de diciembre de 2012, 12:34  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Gracias a Messi Chitalu ha resucitado. Con menos el Vaticano ha elevado a los altares a más de uno.

La Copa va bien. Nosotros seguimos transitando por la autopista que el sorteo nos ha trazado hasta la final. Confiemos en no derrapar.

13 de diciembre de 2012, 2:33  

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