Jornada XII

Un breve apunte antes de entrar en faena con lo de hoy. El pasado miércoles durante el encuentro de la selección española con Chile me puse palote pensando en Xabi Alonso vestido de azulgrana y jugando por detrás de Xavi (el nuestro) y de Iniesta.

Ahora vamos con lo de hoy. Se rompe la racha de victorias consecutivas. Está claro que algún día tenía que pasar, la pena es que ha sido en una jornada en la que también pincharon Villareal y Valencia y además antes de una serie de partidos contra todos los equipos que acompañan al Barça en la cabeza de la clasificación. Aunque al fin y al cabo tres puntos ganados contra el Valencia valen tanto como tres ganados al Almería y quien sabe si el equipo terminará por resolver estos compromisos contra los “grandes” de un modo más desenvuelto que cuando tiene que jugar contra equipos como los de hoy.

La principal novedad del equipo era la ausencia de Messi con molestias en el cuadriceps y al que, en mi opinión, se le dejó fuera del equipo en una decisión correcta (aunque seguramente discutida en los próximos días por la nerviosa opinión publica culé) que en, en mi opinión también, debería prolongarse al próximo compromiso europeo del equipo.

El Barça había encajado razonablemente bien la baja de Iniesta pero la de Iniesta y Messi juntas ya es harina de otro costal. Es lógico que el equipo note estas ausencias, si no las notara ¿para qué querríamos a dos de los mejores jugadores del mundo?. Otra cosa es que el equipo corra el peligro de sufrir “messiadiction” como denunciaba hoy el mister en el Sport.

Como quiera que fuese estaba claro que la cosa no estaba funcionando. Xavi fue hoy durante la primera parte el único jugador local que podía dejar alguna nota de talento en su juego pero tuvo que multiplicarse (incluso se le llegó a ver jugando de banda), Alves no estaba corriendo la banda con tanto ardor como en otras ocasiones (al menos durante el primer tiempo), Touré era tan bueno recuperando balones como perdiéndolos, Hleb y Keita eran incapaces de conseguir que su presencia resultara determinante en el juego de ataque del equipo (aunque al menos Keita parece ser uno de los pocos jugadores azulgranas capaces de rematar bien de cabeza como demostró en el gol del empate), Etoo, al no tener ningún pasador que le suministrara, tenía que retrasarse para buscar la pelota y tratar de jugarla algo para lo que no vale ni ha valido nunca y Bojan tocó muy mal durante todo el partido (para el recuerdo ese escalofriante fallo en boca de gol que gracias a Dios estuvo precedido de un fuera de juego o de otro modo las costillas del serbo-bosnio estarían ahora mismo asándose a fuego lento espetadas en un banderín de corner).

Para colmo de males el Getafe jugó el típico partido ultradefensivo con el que tiene que enfrentarse el Barça y además se encontró con un gol precedido de un fallo de Piqué y una colocación no demasiado afortunada de Valdés (que tuvo otro fallo garrafal que de haber acabado en gol hubiera terminado con las costillas del portero haciéndole compañía a las de Bojan).

Posiblemente pocas veces había quedaba tan claro qué cambios eran necesarios en el equipo: Bojan y Hleb tenían que salir del campo. Y esa fue la decisión del mister dando entrada a Henry y Pedro. El francés al menos dio más sensación de peligro que Bojan en la banda izquierda pero fue incapaz de dejar algún detalle de su clase y la presencia de Pedro en la otra banda dinamizó un poco el juego pero tampoco tuvo consecuencias relevantes. El empate del Barça llegó de uno de los pocos fallos defensivos del Getafe y teniendo en cuenta lo incomodo que jugó el equipo lo doy por bueno. Tras conseguirlo, el equipo buscó con ahínco el gol de la victoria pero el Getafe no volvió a fallar y sólo se pudo conseguir un remate de Piqué que el Pato Abondansieri sacó de forma milagrosa.

En fin, resultado justo y tras lo de hoy es de esperar que Messi vuelva pronto a la alineacióbn (repito que para mayor seguridad debería hacerlo ya contra el Sevilla el fin de semana que viene) o que al menos el entrenador haya tomado nota de cómo se las gasta el equipo cuando no está la pulga.