lunes, 2 de febrero de 2015

JORNADA DEL 01 DE FEBRERO DE 2015


La alineación ideal hoy tuvo la variante de incluir a Rafinha en lugar de Rakitic. El canterano hizo un buen partido en ataque (con gol incluido), y aunque se le vio más activo ayudando a la zaga que en otras ocasiones lo cierto es que se notó la ausencia del croata en el aspecto defensivo, tanto que en ese aspecto el equipo estuvo a punto de naufragar.

 

Empezó bien el partido el Barça atacando con agresividad y sentido, con Messi arrancando de posiciones de medio volante e Iniesta interviniendo de vez en cuando con brillantez (el de Fuentealbilla sigue siendo en lo que llevamos de temporada un secundario de lujo) aunque la mala fortuna (una vez más personalizada en Luis Suárez aunque al menos el uruguayo sigue contando con la comprensión y la paciencia de su técnico y de su afición incluyendo al que esto escribe) impidió que se moviera el marcador.

 

Tras ese primer arreon el Villareal empezó a estirarse y a contragolpear con peligro, aquí fue donde se notó la ausencia de presión defensiva en el centro de campo así como la descolocación y falta de  contundencia de la zaga azulgrana. Después de que el balón se paseara por nuestra área durante un buen rato sin que nadie fuera capaz de despejarlo con acierto, Cheryshev puso el 0-1 en el marcador. Para entonces el ataque local se había debilitado, Messi tenía que enfrentarse siempre con una nube de defensores visitantes y Neymar estaba teniendo una actuación muy discreta, quién sabe lo que hubiese sucedido de llegar al descanso con la desventaja en el resultado, quizás en la segunda parte la ansiedad se hubiese apoderado del equipo a medida que pasaban los minutos porque el Villareal seguía sin cometer fallos. Fue una vez más Messi el que acudió al rescate del equipo rompiendo la defensa con su juego combinativo y provocando que el balón llegara hasta Neymar que marcó a placer (esta fue por cierto la única contribución del brasileño a la victoria de ayer, por fortuna fue suficiente). Así, con ese alivio momentáneo, se llegó al término de los primeros 45 minutos.

 

Tras la segunda parte y con sólo siete minutos jugados una nueva inconsistencia defensiva (esta vez achacable al últimamente reivindicado Piqué) volvió a desnivelar el marcador a favor del submarino amarillo. Afortunadamente en cuatro minutos delirantes primero Rafinha y luego Messi (ambos a pase de Luis Suárez) le dieron la vuelta al marcador.

 

 
 
 
 
Quedaban todavía treinta y cinco minutos y a mi entender el Barça cometió el error de no plantear lo que quedaba de encuentro con un enfoque diferente, se persistió en adelantar las líneas y se continuaron dejando grandes espacios atrás provocando que cada robo de balón visitante plantara el desasosiego en la afición, quizás era el momento de enfriar y tranquilizar el partido dando entrada a Xavi o a Rakitic, en lugar de eso se dio entrada a Mathieu para que Mascherano ocupara la posición de medio centro, no creo que se ganara gran cosa con eso aunque posteriormente el croata sí que ingresó en el campo por Rafinha, el ultimo cambio fue el de Luis Suárez por Pedro.

 

El Barça en ese momento se dedicó a controlar el partido y a buscar con tranquilidad aumentar la ventaja aunque la sensación de peligro no se atenuó ni un momento y todo el mundo (me refiero a nuestro mundo) respiró con alivio cuando el árbitro pitó el final del encuentro.

 

Nueva victoria consecutiva ante un difícil rival con el que nos volveremos a ver las caras muy pronto, el equipo sigue fiando su destino al tremendo poder de su trío atacante y parece haber renunciado por el momento al juego de control que le hizo célebre, de momento los resultados acompañan, ya veremos cuando no lo hagan.  

1 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

Si vosotros estáis contentos y tranquilos con Luis Suárez, todos estamos contentos y tranquilos con Luis Suárez.

Vale el comentario de la semana pasada. Jornada de transición que pudo no haberlo sido (lástima el Villarreal). Nosotros éramos los que peor lo teníamos, con el Éibar, el barrizal y tras el exceso de adrenalina del partido de Copa y salimos bien parados y sin sobresaltos. La semana que viene no es jornada de transición aunque verás como empatamos todos y se queda todo igual.

Y qué lastima el balonmano. Y Djokovic no tiene quien le tosa en los próximos cuatro años.

2 de febrero de 2015, 12:59  

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