JORNADA DEL 04 DE ENERO DE 2015
Desde que supe que a Messi y Neymar se les prorrogaban sus
vacaciones hasta el dos de enero tuve la sensación de que algo iría mal, al
margen de que me parece una medida absurda (no veo a santo de qué hay que
preocuparse por las vacaciones de invierno de unos jugadores que a los 35 años
se retiraran y dispondrán entonces de todo el tiempo del mundo para hacer lo
que les venga en gana sin preocuparse de nada) parecía indicar también que
incluso dentro de las instancias del club ya se daba la liga por perdida.
Por si fuera poco resulta que al Madrid le dio por tropezar
hoy en Mestalla con lo que se abría la no esperada posibilidad de quedarse a un
punto del líder con lo que la presión por no fallar se convirtió en imperiosa,
ante ese panorama Luis Enrique optó por salir al campo dejando a los dos
jugadores antes mencionados (junto con Alves) en el banquillo, no creo que el
entrenador sea responsable de la decisión antes mencionada, quizás incluso
estaba totalmente en contra pero no creo tampoco que tuviese posibilidad de
impedirlo, también comprendo su razonamiento de cara al encuentro de hoy,
posiblemente esperara que como mal menor se llegara al descanso con empate a
cero momento en el que daría entrada a los cracks del equipo para solucionar la
papeleta. Todo se vino abajo al minuto y medio de empezar el encuentro cuando
Jordi Alba remató a su propia portería, un verdadero regalo para los locales
que a partir de ahí se encerraron en su área sin ninguna intención de hacer
otra cosa que rechazar las ofensivas de un Barça que con una delantera de
circunstancias se mostró completamente romo de cara a la portería.
Viéndolas venir el mister puso a calentar a Messi antes de
terminar la primera parte incorporándolo al equipo tras la reanudación, al poco
rato entró Neymar y más tarde Alves, tres jugadores que en circunstancias
normales tenían que haber empezado el partido desde el primer minuto. El dominio
del balón se mantuvo y la interacción del trío atacante provocó un amplio
abanico de ocasiones que la mala fortuna y las manos de Rulli impidió que
llegaran a buen puerto, a medida que pasaban los minutos me conformaba ya con
un simple gol que permitiera al menos arañar un punto de los cuatro de ventaja
que nos lleva el Madrid, ni eso.
Una serie de decisiones tácticas y extradeportivas han
contribuido a desperdiciar una ocasión de oro para volver a coger el tren de la
ligar, una derrota frente al Atlético de Madrid la jornada que viene (unida a
una más que probable victoria del primer clasificado) sí que podrían hacer que
dicho tren se perdiera definitivamente en la lejanía, todo ello sin olvidar que
el año que ahora empieza no permitirá renovar la plantilla más que por abajo. Los
malos tiempos parece que sí que han llegado.
4 comentarios:
Y este finde un empatito, ¿no?
La parroquia está por dejar ganar al Atlético.
Soy partidario de la parroquia.
En Valencia el domingo parecía el día de San José.
Buena jornada esta para nosotros. A ver si en Copa la prolongamos.
Y ayer estuve fuera de cobertura. ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado con Zubi y Puyol? ¿Está Laporta como los de Podemos, que si no se mueven y están callados les va a caer el poder sin más remedio?
El Iceberg que se cargó al Titanic es un prodigio de visibilidad en comparación con lo que sabemos los pobres mortales de los entresijos del club. El daño es grave pero no irreparable siempre y cuando el accidentado presidente accidental convoque elecciones y podamos aprovechar este año en blanco para intentar arreglar la vía de agua.
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