Nada fue posible en Granada

Creo que será mejor esperar a que terminen los partidos de los otros dos implicados en la liga para calibrar con suficiente criterio lo que acaba de pasar.








Bueno creo que como el problema supera lo sucedido en un partido puntual o incluso en una temporada en concreto, será mejor esperar al final de la presente para hacer un análisis en profundidad, de momento basta con decir que al saltar al campo se vio algo que es consecuencia de dichos problemas estructurales, como el que se comenzara el partido sin que el equipo contara con ninguno de los cuatro defensas titulares (y por añadidura dos de ellos ni siquiera son defensas) o que no había alternativas para suplir la alarmante baja forma de muchos de los jugadores que han sido santo y seña de nuestro estilo de fútbol, o de que tampoco exista alternativa valida cuando dicho estilo se revela como ineficaz en determinados momentos. El partido no fue bueno pero además no acompañó la suerte pues ninguna de las numerosas ocasiones de gol se pudo concretar pero esto tampoco es una excusa. El resultado es una nueva derrota que vuelve a sacar al equipo de la lucha por la liga en la que había conseguido volver a meterse. El miércoles final de la Copa del Rey, un evento que ni el más voluntarioso culé (una raza que pese a la leyenda estoy convencido de que existe) puede afrontar ahora mismo sin una sombra de temor. De todos modos allí estaremos.