Jornada II
Por desgracia más pronto que tarde Xavi no estará ausente 45
minutos, sino el resto de nuestras miserables vidas, y más vale que nos vayamos
haciendo la idea y vayamos también buscando remedio porque hoy se ha visto lo
que pueda pasar si no lo hacemos.
Ausente Xavi, y como suele ser habitual en esos casos, su
función se repartió entre varios jugadores, Messi atrasó algo más su posición (aunque
su poca intervención en el juego pienso que se debe más a su lenta entrada en
competición que a dicho retraso), Iniesta asumió el control del ataque,
Busquets no varió su posición ni su forma de jugar y Cesc Fábregas (el que en
teoría tenía que asumir el peso de la ausencia del auténtico capitán del
equipo) estuvo totalmente descentrado, sin sitio e incapaz de influir en el juego.
Si a esto añadimos los efectos de la actividad veraniega
(tanto en exceso como en defecto), el partido del pasado jueves, el haber
tenido que jugar enguruñando los ojos la primera parte y (podría ser una
cuestión banal pero se ha comentado y se comentará en los próximos días) el
haber tenido que saltar al campo con esa horrenda equitación (parecíamos un
anuncio viviente de polo bicolor naranja-limón) el resultado ha sido un partido
malo y a ratos frustrante.
Por añadidura los pamplonicas parecen (Dios sabe por qué)
extremadamente motivados cuando se enfrentan a nosotros y plantearon un partido
físico, con presión mordiente en todo el campo, cortes continuos de juego y
salida al contragolpe con peligro.
Durante los primeros compases del juego el Barça (además de
sufrir una clara ocasión por un despiste de Puyol y Piqué, circunstancia que se
repetiría constantemente a lo largo del juego, especialmente por parte del
primero) gozó de un par de ocasiones producto de sus dos delanteros de banda
que prácticamente no volvieron a hacer nada en lo que restó de partido.
Luego vino el gol local (nada que objetar) y el Barça se encontró
de nuevo a contra marcador y, lo que era más inquietante, poco capaz de tomar
el control del juego ante un Osasuna que prácticamente no cometía errores, por
si fuera poco Iniesta falló un gol imposible.
Se llegó así al descanso con la sensación de que era
imprescindible hacer cambios, cambios que, como suele ser también habitual en
nuestra forma de ver el juego, se retrasaron bastante. La reanudación fue aún
más desesperante que los primeros cuarenta y cinco minutos, el Barça seguía
incapaz de imponer su juego y se perdía en incontables y estériles refriegas en
el centro de campo con el balón dando tumbos de un lado a otro sin que nadie
fuera capaz de templar el juego. Afortunadamente acertó Tito (que a esas
alturas había sufrido ya su primera expulsión como máximo responsable del
equipo) con los cambios dando entrada a
Pedro por Iniesta lo que trajo un doble efecto positivo, el canario insufló un
nuevo empuje en la delantera desplazando a Alexis hacia la posición de
delantero centro donde estuvo más acertado que en la banda, por añadidura Messi
sustituyó a Iniesta en la dirección del ataque y además el Osasuna empezaba a
notar el tremendo esfuerzo realizado hasta ese momento. Para colmo Xavi ingresó
asimismo en el campo añadiendo al juego colectivo el factor que nos estaba
faltando: alguien a quién siempre se le puede pasar la pelota.
Producto de estas circunstancias vinieron el empate (que se
gestó en una arranque de coraje de Pedro) y poco más tarde (y con los locales
con uno menos) el pase de Jordi Alba (en casi su primera manifestación como
atacante) para que Messi volviera a marcar, el argentino sin haber hecho aun un
buen partido ya lleva cinco goles en tres encuentros ¿no es esto la medida de
su grandeza?
Final de un partido malo que se
resolvió favorablemente (más aun al conocer que el Madrid sigue sin haber
salido de la pretemporada) y que lanza algunas preguntas que deben ser
contestadas, sobre todo quién sucederá a Xavi, ¿cambiaremos nuestra forma de
jugar si no podemos hacerlo? ¿Convencemos por fin a Cesc de que debe empezar a
tomar las riendas del equipo? Mientras se dilucida esta cuestión disfrutemos de
esta noche.
5 comentarios:
¿Suceder a Xavi? Disfrutad de Xavi porque, tras él, tendréis que jugar de otra manera.
De todas formas, mientras tengáis a Messi podéis jugar si queréis al catenaccio.
Vuelvo, me reengancho y me reengancho también al fútbol. Tras los Juegos quedo saturado y el fútbol me parece algo ramplón. Me dura poco, claro. Traté de ver el Levante Atlético de Madrid y me quedé dormido (literal) y no sólo por la hora. Este viernes, por otra parte, sí que empieza de verdad todo.
Y no es sólo el Atleti el que este año en agosto ya tiene la Liga perdida.
No entiendo la locura de ayer de Mou de empezar a poner delanteros. Más fácil de defender por el Getafe y más fácil de contraatacar. Perdonaron en la primera parte y volvieron a defender como el culo otra falta lateral lejana.
Está claro que Xavi es mucho Xavi. Pero la remontada tiene un punto de chiripa... el árbitro obstruye a uno de Osasuna que iba a cortar el balón. No le hacen falta a Messi en el centro del campo. Pase en fuera de juego. Gol y expulsión del obstruido. Y por mal que estuviera el Barça contra 10 es más fácil que Alba por fin pudiera subir.
Donde las dan las toman o lo dicho de otro modo mas tántrico: la suerte nos quitará otro día lo que nos ha dado hoy.
Bienvenido Impenitente, ya era hora de que se acabara el verano en blogolonadia
Cuatro a cero al Athletic que pudieron ser cuarenta. Ya puede ponerse en marcha el Villarato de manera urgente que si no al Bilbao del gran grandísimo Bielsa no lo ampara ni Dios.
Vamos a ver cuanto les dura la polvora que el año pasado tambien empezaron gallitos.
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