domingo, 24 de junio de 2012

Tirez sur le entraineur

gnoro si la persistencia de Del Bosque en la alternancia entre los dos modelos de juego a debate en esta competición (con o sin delantero centro) obedece a simple tenacidad o a un intento de contemporizar con los participantes en ese torturador debate. Lo cierto es que al viejo zorro le ha vuelto a salir bien dicha alternancia, hoy  invertida respecto a los dos partidos anteriores volviendo así al esquema del debut de la Selección, lo que se traduce en que el equipo salió con Cesc en la delantera.
De todos modos desde que empezara el partido el combinado nacional tuvo motivos más que sobrados para jugar con toda tranquilidad al encontrarse, de improviso, contra un rival que jugó posiblemente los 45 primeros minutos más flojos que se le ha visto a ningún equipo en lo que llevamos de competición (con la excepción de Irlanda lo que resulta aún más denigrante para los galos). España no tuvo en ningún momento sensación alguna de peligro (si exceptuamos alguna cabalgada de Ribery único jugador francés al que sus compatriotas no desearan quemar hoy en una hoguera de San Juan) y por el contrario pudo mover la pelota(o más bien marearla) todo lo que le dio la gana apoyándose en su poderoso cuadrado mágico siempre buscando esa jugada de ruptura que suele seguir a una posesión larga (estilo Barça vamos). Dicha jugada llegó en un pase de Iniesta a Jordi Alba que sirvió para que Xabi Alonso rematara a placer de cabeza.
A continuación España se dedicó a conciencia a dormir la pelota con pericia de anestesista en un tipo de juego que sólo sería criticable si el marcador fuera de empate (tal y como ocurrió el otro día contra Croacia), pero que con ventaja en el marcador es tranquilizador para tu equipo y enervante para el contrario, de hecho llamaba la atención cómo la obsesión por el control hacía que incluso alguna posibilidad de contraataque se frenara porque nuestros jugadores de centro de campo preferían la posesión al avance. De todos modos, y aun reivindicando esta forma de jugar al fútbol, yo y supongo que muchos otros- estaba empezando a pedir algo más de profundidad, de hecho a nivel también personal no dejaba de imaginar lo que hubiera hecho Navas en esa despoblada banda derecha en la que Arbeloa volvió a naufragar.
Esta sensación se convirtió en certeza cuando tras la reanudación Francia trató de dar un paso adelante para cambiar la asfixiante dinámica del partido, y aunque el equipo del país vecino apenas logró ocasiones de peligro (si exceptuamos un remate de cabeza que se fue por encima del larguero por muy poco), lo cierto es que se imponía un revulsivo a los cansados hombres de la zona ancha, Del Bosque respondió con un atrevido doble cambio que metió a Pedro y Torres en sustitución de  Silva y Cesc (que antes de retirarse pudo volver a marcar en una jugada calcada a la que abrió nuestro marcador frente a Italia) con la idea de que el canario hiciera lo que hizo Navas en el primer partido y que el madrileño repitiera lo que hizo en dicho encuentro pero a ser posible marcando. Pedro ofreció salida al equipo por su banda aunque estaba claro que su labor era más de clavar defensas e inquietar la retaguardia gabacha (vamos lo que toda la vida se ha llamado “delantero estorbo”) que la de buscar el segundo gol, a Torres por su parte no le salió absolutamente nada de lo que intentó y además se fue de vació con lo que, aplicando el baremo con el que en la penúltima entrada  nos pusimos de acuerdo que había que juzgar a un ariete, hizo un partido malo.
Cuando ya se vislumbraba el final del partido sin que, a pesar de los cambios a la desesperada de Laurent Blanc, variaría el rumbo de los acontecimientos, llegó una jugada de Cazorla (que había entrado en sustitución de Iniesta) que provocó el penalty a Pedrito y la posterior transformación de Xabi Alonso, excelente noticia que dos jugadores no habituales en la alineación volvieran a reivindicarse extendiendo así la sensación de que todos los seleccionados pueden tener su oportunidad (de hecho pediría que Llorente tuviera la suya en el próximo enfrentamiento).
No voy a decir que ha sido un buen partido pero sí que ha sido un partido que ha mostrado que la Selección española es capaz de afrontar con frialdad y profesionalidad cualquier encuentro independientemente de la importancia del mismo y de la categoría del rival, es decir que hemos jugado como ganadores lo que indica que efectivamente sí que hemos cambiado mucho respecto a la imagen que dábamos en el pasado.
Lo peor es el espantoso coñazo que nos espera los próximos cuatro días teniendo en cuenta el rival de semifinales, aunque a nivel particular me siento también algo satisfecho porque estoy convencido de que toda la parroquia culé apoyará ahora sí sin reservas a la roja frente a nuestro próximo contrario, no hay mal que por bien no venga.             

8 comentarios:

Blogger Slim ha dicho...

oeoeoeoeoe estamos en semifinales!!
Francia nos lo puso fácil, si, salieron con miedo y no les salía nada. Y españa aburrió un poco, pero ganó como un equipo campeón.

A Portugal yo creo que nos lo meredamos ñam ñam ñam cristiano ven aquí!

24 de junio de 2012, 10:42  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Lo mismo. Estamos en semifinales y eso es lo importante. El partido fue aburrido y a veces desespera que no queramos matarlo, pero bueno. Sufrimos porque no nos fiamos de nadie pero, visto lo visto, los nuestros están tranquilos y convencidos, así que seguiremos confiando en ellos.

Torres ayer no es que jugase mal, es que estuvo ausente e indolente. Para eso que se quede en el banquillo. Y estamos en semifinales y hay que seguir apoyando, pero a mí me remueve las vísceras que ni Llorente ni Mata hayan debutado.

Y ahora Portugal. Pues muy bien. Ya jugamos contra ellos en el Mundial. Y estuvo bien.

24 de junio de 2012, 13:54  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Lo de Francia ayer es la demostración palpable de que nunca hay que traicionar tu propio estilo de juego, ni jugar en función del rival, ni dejar jamas a tus mejores jugadores en el banquillo por alguna veleidad táctica y sobre todo jamas salir al campo con los dodotis puestos, en el fútbol el miedo también se huele.

También pienso que sería hora de ir probando a Llorente

24 de junio de 2012, 14:33  
Blogger Deckard ha dicho...

Y eso que Benzema tiene la lección aprendida con el Madrid de que hay que jugar con los de siempre a lo de siempre. Por lo menos si pierdes lo haces con la cabeza alta.

No entiendo mucho las críticas de que España aburre. Nos dan el balón, ponen el autobús, nos ponemos por delante a los 20 minutos y los franceses siguen atrás. ¿Nos vamos a volver locos y a regalar balones para hacer el partido emocionante?

Estamos en semifinales y la gente se queja. Al final Del Bosque tenía razón con lo de que hemos pasado a ricos muy deprisa.

25 de junio de 2012, 3:29  
Blogger cucumber ha dicho...

Casi todos los partido que he visto he observado a un equipo con la pelota y el otro esperando. Lo de ayer de los ingleses no tiene nombre. Estoy deseando ver a dos equipos que intenten jugar la pelota, que parece una tontería hablando de futbol, pero visto lo visto no lo es. Tal vez Portugal.España?

25 de junio de 2012, 4:31  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Si lo que quieren ver es a gente corriendo que esperan a los JJOO que empiezan ahorita o mejor que se apunten a las carreras de galgos.

No creo que Portugal le dispute el balón a España, lo fiaran todo a la rapidez de CRVII

25 de junio de 2012, 8:48  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Parece que no haya ambiente, pero hoy me he levantado con la tensión de los grandes días. Es una semifinal, joder.

27 de junio de 2012, 0:04  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Es más que una semifinal, está en juego la supremacía del fútbol-toque frente al fútbol-fijador.

Es posible que cierto incidente familiar me impida hacer crónica (puede que incluso ver el propio partido) si así fuera tratare al menos de dejar micrófono abierto.

27 de junio de 2012, 9:16  

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