jueves, 9 de febrero de 2012

No me importa en qué forma, no cómo, ni dónde...



Muy breve. Ayer el Barça jugó un partido extraordinario con todos sus jugadores brillando a un nivel superior con la excepción de Xavi (al que paradójicamente el descanso de dos partidos le dejo algo fuera de juego, su gol, dejando a un lado la clasificación conseguida, es sin duda la mejor noticia de anoche) y Piqué que en algunas fases del partido dio una inquietante sensación de “culo pesado”. Me gustaría destacar sobre todo a Pinto que con un par de intervenciones afortunadas volvió a ganarse la confianza de la afición y Thiago que por fin cuajó una gran actuación, es curioso que en encuentros anteriores se le había pedido que asumiera el papel del ausente Xavi sin conseguirlo y ayer en cambio, cuando el jugador de Terrassa estaba presente sí que terminó por asumir dicho rol.

El único pero a la victoria fue la increíble cantidad de ocasiones falladas, la mayor parte de las veces por la extraordinaria actuación de Diego Alves. En concreto Messi hizo un partido superlativo, el hecho de que sus innumerables incursiones no terminaran en gol (aunque sí en una asistencia magistral al primer gol barcelonista) no me preocupa en absoluto.

En definitiva el pase de la eliminatoria ya en el bolsillo lo que permite aumentar nuestra confianza y apartar esta agotadora competición para centrarnos en las dos que nos quedan (la semana que viene vuelve la Champions). La final otra vez contra los leones, no se donde ni cuando, sólo se que estaremos allí.

3 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

Pues a ver si vuelve la final a Mestalla (y nombran a Valencia sede oficial de la final de Copa). Hace tres años fue espectacular el desembarco de bilbainos, con y sin entrada (la mayoría sin ella). Dos días estuvieron ocupando la ciudad. Estaban en todas partes, colgando de las ventanas de los hoteles sus banderas. Los del Barça vinieron los justos a la hora del partido, y se fueron llevándose la Copa justo al terminar. Los de Bilbao perdieron pero se dieron un baño de autoestima inolvidable.

Gran portero Diego Alves. Qué gol le metió Puyol. Qué gol le metió Cesc. Luego muchas palomitas, pero vaya camelo de tío.

10 de febrero de 2012, 0:38  
Blogger SisterBoy ha dicho...

En cambio el nuestro siempre hace una pamema todos los partidos pero cuando hay que estar está :)

10 de febrero de 2012, 8:12  
Anonymous Tarragona ha dicho...

super pinto!

12 de agosto de 2013, 7:43  

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