sábado, 2 de abril de 2011

Jornada XXX



Catorce días sin fútbol (hubo encuentros de clasificación pero no resultaron demasiado estmiulantes, casi nunca lo son) podrían parecer la oportunidad perfecta para un descanso mental de las tensiones de la liga pero no fue así. Estos días han estado plenos de noticias y casi nunca buenas para el equipo (con la excepción de la buena marcha de la enfermedad de Abidal): Puyol sigue sin recuperarse de su lesión eterna, Pedro tampoco pudo aprovechar la pausa para recobrarse de la suya, Messi también tuvo sus problemas (cuando Messi estornuda todo el barcelonismo se agripa, Rossell justificó el por qué apenas ha abierto la boca desde su elección y Guardiola a su vez confirmó que hizo muy bien cuando en su día optó por no hacer entrevistas.

Al margen de esto el equipo afrontó la importante cita de El Madrigal con el aliciente moral de conocer previamente el pinchazo del Madrid (justicia poética para un equipo menospreciado por Mou que no obstante tuvo el detalle de acudir a saludar a los asturianos tras terminar el partido, quizás consciente de que su actitud no va a beneficiar a un equipo que a priori ya cuenta con la antipatía de media España) y con el handicap físico de las numerosas bajas.

Al desbarajuste habitual en la zaga se unieron las ausencias de Xavi y Messi, dos jugadores que son el alma y el corazón del equipo.

Con un equipo tan de circusntancias no es de extrañar que la primera parte no fuera de las mejores de los azulgrana que incluso se vieron seriamente amenazados por los rápidos contragolpes del Villareal que fueron parados en la última línea defensiva por Valdés (sin duda el mejor del equipo). En esta fase del juego se notó la ausencia de Xavi que nadie pudo suplir, Thiago dejó algunos buenos detalles pero da la sensación de que tendrá que esperar algunos años antes de poder tomar los galones e Iniesta sin la cobertura del de Terrassa estuvo muy desdibujado y sin sitio en el campo.

En la delantera Afellay se desenvolvió bastante mal por la banda izquierda, centro mal o de forma precipitada y dio la sensación de que aun no ha logrado coordinarse bien con sus compañeros. Villa por su parte estuvo bastante flojo también llegando tarde a casi todas las combinaciones que se intentaron con él o cayendo de forma continuada en fuera de juego.

Aun así, y tras el apretón del inicio del encuentro antes mencionado, el progresivo descenso en la tensión del juego del Villareal posibilitó que el Barça fuera tomando el control del partido aunque siguió dando la sensación de que los primeros 45 minutos habían sido un calentamiento en el que unicamente había que mantener la portería a cero a la espera de que Messi saltara al campo.

Comenzó el segundo tiempo y el Barça se apoderó completamente del partido encerrando a un Villareal que no hacía sino ceder terreno, entró por fin Messi en lugar de Keita(muy desafortunado y es que la ausencia de Xavi convierte a sus compañeros en peores jugadores, como lloraremos al pequeñito cuando se vaya dentro de 15 años)y aunque dio la impreisión de que no terminó de meterse del todo en el partido su sola presencia -atrayendo hacia su órbita a los defensas enemigos y creando así espacios para los demás jugadores de ataque- bastó para terminar de desquiciar al Villareal. Además Afellay se mostró más preciso en sus internadas por banda y Thiago e Iniesta (libres de la presión que tuvieron en la primera parte tras desertar los locales del centro de campo) se mostraron mucho más agresivos en el ataque.

El Barça empezó a combinar buscando todas las alterntivas posibles para conseguir el gol, pudo haber venido o no teniendo en cuenta el poco acierto que había mostrado el equipo, por fortuna al final sí que vino: un saque de esquina que cabecea Busquets y que llega hasta Piqué que tras parar con el pecho (y quizás con la mano, en la Sexta todavía lo están discutiendo) acaba en el fondo de la red.

A partir de ahí poco más, el partido no fue otra cosa que un ejercicio de control que sólo se vió perturbado por una postrera ocasión de los locales que Valdés frustró una vez más. Final del partido y un triunfo que huele a campeonato, en el caso de que no haya percances en la próxima jornada (no olvidemos lo sucedido hoy en el Bernabeu la próxima jornada) llegaremos al campo de Chamartin con ocho puntos de ventaja. La liga parece decidida pero no sere yo quien se confie que soy culé viejo.

9 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

Fue mano pero ya da igual.

Y creo que a falta de ocho jornadas matemáticamente ya se sabe quién juega el año que viene la Supercopa.

Es apasionante la Liga española.

4 de abril de 2011, 13:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

4 de abril de 2011, 13:48  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Para mi lo es :)

4 de abril de 2011, 13:50  
Blogger Deckard ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

5 de abril de 2011, 3:38  
Blogger Deckard ha dicho...

Enhorabuena y esas cosas. Si con 8 puntos y ocho jornadas no te fías... ¿De la liga del año pasado te fías o está todavía en cuarentena? :P.

A mí lo que no me gusta es que cada vez que falta Xabi se ponga Lass los galones. Y encima cuantos más mediocentros saca peor defienden. Como saque otra vez a Xabi, Lass y Kedhira contra vosotros nos llevamos otro saco.

5 de abril de 2011, 3:40  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Tranki, hay suficientes partidos como para ir probando diversas cosas :)

5 de abril de 2011, 8:42  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Te progongo, para final de temporada, una entrada sobre los gestitos gilipollas de los futbolistas cuando marcan un gol. Hablo de futbolistas campeones del mundo bragados como pueden ser Puyol y Piqué. Tío, es que se me caen los palos del sombrajo. Y espero que, cuando escribas la entrada señales como único responsable del comienzo de todas estas tonterías a ese gran cretino de nombre Raúl, siempre tan humilde él.

6 de abril de 2011, 0:31  
Blogger Deckard ha dicho...

Pues ayer Raúl te dedicó su gol. :)

6 de abril de 2011, 7:08  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Hombre a mi no me importaría si no hubiera tanto mimetismo, o sea, un tipo en el mundial del 94 hace el gesto de acunar al niño para dedicarselo a su hijo recine nacido y llevamos quince años repitiendolo

6 de abril de 2011, 8:52  

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