sábado, 5 de febrero de 2011

Jornada XXII



El Atlético de Madrid puede estar pasando por una mala racha pero sigue siendo un equipo con jugadores de calidad capaz de dar un zarpazo cuando menos te lo esperas, especialmente si ese zarpazo nos lo da a nosotros (recuérdese cómo el año pasado fue el único equipo que nos ganó en liga).

De todas maneras nada de eso importó cuando comenzó el encuentro y el Barça se adueño del partido convirtiendo a los atléticos en una sombra que se limitaba de vez en cuando a lanzar un balón adelantado hacia el Kun Agüero que invariablemente era atajado por Abidal (uno de los mejores de hoy). De resto la historia consistió una vez más en buscar las combinaciones posibles para que Messi marcara y dejara el partido casi resuelto.

En la segunda parte vino el inevitable relajo que los colchoneros aprovecharon para adelantar sus líneas y mover el balón con más acierto llegando incluso a rozar el gol que hubiera traído cierta intranquilidad en el marcador, pero pronto llegó el tercero de Messi que dejó el partido convertido en un trámite más.

Resolver en la primera parte y descansar en la segunda, nada que objetar mientras estemos hablando de liga, pero la Champions ya está otra vez llamando a la puerta y en ese tipo de partido un gol en contra (sobre todo si es en casa) puede tener una importancia tremenda, es de esperar que Pep tenga esto en cuenta y decida adelantar algo más las sustituciones sobre todo ahora que llega la fase más intensa de la competición y el equipo necesita rotar un poco más, hoy mismo sin ir más lejos algunos jugadores estaban pidiendo a gritos ser sustituidos, tanto Keita como Afellay parecen ser los recambios adecuados en esas circunstancias.

Por destacar algún aspecto negativo hoy Alves podía haber visto la roja perfectamente en una absurda entrada a destiempo, así mismo Messi se dejó sacar una amarilla igualmente absurda de la que esperamos no tener que acordarnos en el futuro.

Hasta que eso llegue el horizonte sigue despejado.

1 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

Pues sí que tendría que haber expulsado a Alves, más que nada por tonto. No habría cambiado nada el partido, desde luego.

Mi hijo me obligó a ver el partido con él. Le dije que aguantaría hasta el tres a cero. Pensaba que no pasaría del primer cuarto de hora. Se ve que ayer os sentíais benévolos.

6 de febrero de 2011, 8:33  

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