sábado, 6 de marzo de 2010

Jornada XXIV




En el partido de hoy las novedades consistieron en la obligada presencia de Milito en defensa (por la sanción de Piqué y porque las demás alternativas a dicha ausencia daban bastante canguelo) y la alineación de Touré por razones tan inexplicables como su ausencia en partidos precedentes.

El partido en un principio parecía ir por los derroteros de siempre, con una presión en todo el campo por parte del equipo contrario y con el Barça dominando la pelota y tratando de llegar mediante combinaciones. Pero antes de que el encuentro mostrara una vertiente clara llegó el primer gol del Almería merced a un saque de esquina en el que simplemente Cisma saltó más alto que Puyol.

Para un equipo que juega claramente a la defensiva (como casi todos los que lo hacen contra nosotros) este tipo de circunstancias se convierte en un regalo y así el Almería se dedicó a defender con mucho acierto mientras el Barça trataba de buscar alguna alternativa de ataque. La excelente defensa local impidió en esta ocasión que Alves o Pedro hicieron progresos por su banda, en la parte izquierda no cabía esperar mucho de Maxwell y por el centro Messi era el único que traía cierto peligro con sus cambios de ritmo y sus rupturas. En cuanto a Ibra en esta ocasión volvió a mostrar alarmantes síntomas de desincronización con sus compañeros, daba la impresión de que nunca estaba donde debía estar cuando los pases que iban en su busca acababan en nada.

Así pues no parecía que el equipo tuviera suficientes recursos como para marcar un gol, no es que estuviera jugando mal, es que no estaba jugando lo suficientemente bien. Pero bueno, no hay que olvidar que tenemos al mejor jugador del mundo, y alguien que esté considerado el mejor jugador del mundo es alguien que es capaz de ganar (o empatar) un partido por sí solo. Así pues cuando ya se vislumbraba el descanso una magistral falta sacada por Leo Messi terminaba en gol, algo que contribuyó a relajar la tensión en el ambiente (al menos relajó la que yo mismo sentía) y daba algo de tranquilidad con la que afrontar el segundo tiempo.

Pensándolo bien, y a toro pasado, quizás ese gol acabó por perjudicarnos puesto que el equipo tras la reanudación saltó al campo bastante flojo, empezaron a multiplicarse las pérdidas de balón y de una de ellas vino una jugada desgraciada en la que el capitán metió gol en su propia portería. No hay nada que comentar sobre este aspecto, un caso de mala fortuna de los que pasan de vez en cuando.
Dado el enorme trabajo que nos había costado empatar el partido daba la sensación de que este segundo golpe podía ser definitivo, y por primera vez la perspectiva del empate como resultado final empezó a aparecer como un mal menor. Sobre todo cuando tres minutos más tarde el árbitro expulsó a Ibrahimovic de forma, a mi entender, totalmente injusta.

Fue en ese momento tan crítico cuando tuvo lugar la mejor noticia de este partido tan accidentado: el equipo no se vino abajo y se lanzó a por el partido que tan cuesta arriba se había puesto logrando sus mejores momentos incluido el segundo gol de Messi tras una gran internada de Pedro. A todo esto ayudó el hecho, y lo digo sin ninguna clase de malicia, de que era Ibrahimovic el jugador cuya ausencia el equipo notaria menos.

Quedaba aproximadamente media hora para consumar la remontada y la pregunta que todo aficionado se hacía era ¿qué cambio sería más adecuado?. A mi entender Pep hizo el menos conveniente cuando cambió a Touré (impecable en el aspecto defensivo pero poco colaborador en el aspecto ofensivo aunque tampoco era tan necesaria su ayuda en esta faceta) por Busquets. Se supone que una sustitución debe servir de revulsivo, sobre todo cuando estábamos buscando tan claramente el tercer gol y sinceramente no sé en qué podía mejorar el equipo con la incorporación del canterano. Tras la expulsión de Zlatan Messi tuvo que desplazar su posición mucho más al centro con lo que la banda derecha quedó inutilizada para el ataque, quizás la entrada de Henry o Bojan (a cambio de Iniesta que estuvo por cierto muy poco afortunado) por la izquierda podía haber ofrecido más alternativas a las combinaciones por el centro siempre mucho más dificultosas.

El Barça lo intentó pero tras su meritoria reacción lo cierto es que se fue diluyendo y el partido terminó con empate a dos, aunque es justo decir que el Almería fue muy inteligente en esta fase del encuentro y en lugar de enrocarse en su área creó bastante peligro demostrando una vez más que donde mejor se defiende es lo más lejos posible de tu portería.

El resultado final no tenía por qué ser necesariamente tan malo teniendo en cuenta las circunstancias, sobre todo si el Madrid hubiera tropezado contra el Sevilla pero mientras escribo estas líneas el equipo blanco acaba de ganar por tres a dos con sus armas habituales (velocidad, profundidad y coraje, algo que le dio dos ligas y que les hizo estar en el candelero la temporada pasada a pesar de su inferioridad) dando un golpe de efecto que pone la liga al rojo vivo.

Antes de terminar me gustaría destacar el extraordinario partido de Milito.

4 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

A la espera de nuestro periplo baturro diré que no vi al Barcelona pero sí al Madrid junto a mis cuñados (uno sevillista y el otro valencianista). Con cero dos todos sabíamos que el Madrid se llevaba el partido. Qué manera de entrar en oleadas. Vaya forma de apretar. Mi cuñado ni siquiera se metió ni con su equipo ni con su entrenador. Estaban desbordados. A mí me queda por lo menos el regusto de que el gol definitivo no lo marcó el muerto.

7 de marzo de 2010, 2:47  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Yo vi el partido hasta que el Madrid marcó el empate y estoy de acuerdo, incluso con el 0-2 ya me conformaba si terminaba en el empate.

Los blancos se comportan como una apisonadora en cuanto el rival se deja acogotar y el Sevilla planteó esa nefasta táctica de encerrarse atras a esperar a que no le marcaran.

Pero el Madrid queda desactivado en cuanto se le planta delante alguien que no les teme como pasó con el Olimpic o como le pasa cuando juega con nosotros.

Pero vamos, que es un equipo muy potente nadie lo puede negar

7 de marzo de 2010, 4:07  
Blogger Deckard ha dicho...

No pude ver nada, así que me llevé la sorpresa cuando miré internet antes de acostarme. Al final líderes en la jornada menos propicia. Espero que tenga algo de impacto psicológico en los tuyos que se ven segundos con los mejores números de la historia del Barça.

7 de marzo de 2010, 12:37  
Blogger El Impenitente ha dicho...

Empate en el último minuto. La táctica en la Liga parece ser despreciar los partidos de fuera (sobre todo si los de enfrente hacen pupita) y tratar de amarrar en casa para no pasar apuros. Luego la Copa y a por la UEFA. En fin, seguimos manteniendo la distancia con el Barcelona. Llevamos ocho de los veintiún últimos puntos en Liga. Hemos llegado a la final de Copa porque no se puede tener más suerte en el sorteo. Y ya están hablando con Quique para renovarlo. Será que a Cerezo le gusta Al Pacino. Será que el vestuario del Atleti se va a convertir en una filmoteca y al presidente eso le pone.

8 de marzo de 2010, 0:08  

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