Oh Herr, werden Sie mich ein Mercedes Benz nicht kaufen?
Desde que Guardiola tomó posesión de su cargo el Barça ha ganado, empatado y perdido encuentros (afortunadamente ha ganado más que perdido según se ha visto en las recientes estadísticas) y ha jugado bien, regular y mal (afortunadamente también, se ha jugado más bien que mal). Pero lo único que no había sucedido hasta ahora (o al menos en algún partido que yo haya visto y he visto la mayoría) es que el equipo fuese arrollado, no en el marcador sino en el juego, y eso es lo que sucedió en la primera parte del partido de ayer. Y es algo que preocupa bastante más que el hecho de que puntualmente se pueda jugar mal o conseguir un resultado negativo.
¿Por qué sucedió lo de ayer? Desde esta humilde tribuna trataremos de encontrar alguna respuesta. Fijémonos en primer lugar en el centro de campo. Guardiola volvió a repetir una formación que, en la zona ancha, incluía a Touré y Busquets, una solución razonable cuando no hay más remedio (como en el partido del pasado sábado) pero bastante más discutible en el caso contrario. Un centro de campo de esas características gana en músculo, marcaje y recuperación de la pelota pero hace que el equipo pierda el control del balón.
Por añadidura es una distribución que fuerza a Iniesta a desplazarse hacia la delantera y una delantera compuesta de Ibrahimovic, Messi e Iniesta es una delantera que ocasionalmente cuanto sólo con dos efectivos, y a veces únicamente con uno ya que los dos más bajitos suelen actuar realmente de interiores o, como ayer, sin una posición claramente definida con lo que, inmersos en la nutrida y bien ordenada defensa contraria y desconectados tanto del hombre más en punta como del centro de campo, la aportación de ambos jugadores al equipo fue escasa(todo ello a pesar de que Messi fue de los pocos que mantuvo algo de tensión en el ataque barcelonista).
A todo eso hay que añadir que la ausencia de los dos laterales titulares del equipo (sobre todo de Alves) restó al Barça poder de penetración por banda (no es lo mismo que Iniesta o Messi combinen con el brasileño a que traten de avanzar por sí solos por esa demarcación) con lo que se perdía otra de nuestras opciones preferidas en el ataque.
En defensa la falta, una vez más, del duo estrella de centrales volvió a causar inseguridad atras, en esta ocasión Marquez se mostró tan imprevisible como de costumbre provocando una tarjeta amarilla al poco de comenzar el partido y haciendo un penalty que el arbitro nos perdonó.
Si además sumamos el hecho de estar enfrentados a un equipo que se mostró potente, decidido y sin complejos -quizás por saber que todas sus opciones de clasificación pasaban por obtener un buen resultado en el partido de ida- lo que tenemos es en lo que hoy casi todo el mundo coincide: el peor encuentro de la era Guardiola (digo esto sin haber visto el partido contra el Atletico de Madrid y dando por sentado que el comentario de Cruyff sobre el partido contra el Racing es una nueva boutade del inefable ex entrenador holandés).
¿Soluciones? parecía claro que había que sacar a uno de los dos mediocentros para retrasar la posición de Iniesta a cambio de introducir más mordiente en el ataque por la vía de Henry, Pedro o incluso Bojan. Pero antes de que eso sucediera llegó la mejor noticia posible en forma de un gol que prácticamente (y salvo catástrofe en la vuelta) metía al equipo en cuartos y además servía por este motivo para justificar la presencia del cuestionado (no por mí) Ibrahimovic. Acto seguido tuvo lugar el cambio que quizás no debió haberse producido pues sólo tenía sentido con el marcador en contra, sobre todo porque la aportación de Henry (que salió por Touré en lugar de por Busquets con lo que se vuelve a demostrar, con razón o sin ella, la predilección de Pep por el catalán antes que por el marfileño) fue totalmente irrelevante para su desgracia y la nuestra.
En ese momento el Stuttgart quedó seriamente tocado y quizás era el momento ideal para rematar el partido y la eliminatoria y así pareció que iba a suceder pues el Barça empezó a parecerse un poco al que todos esperábamos pero este dominio no se tradujó en nada positivo si descontamos un tiro de Ibrahimovic que el bueno de Molinaro sacó a la zamorana.
Tras este breve periodo de desconcierto el Stuttgart se recobró aunque no lo suficiente como para volver al dominio arrollador de la primera parte. En ese punto el Barça (y la afición en general) dio por bueno el resultado y se dedicó a esperar el fin de un partido para olvidar en todos los aspectos excepto en el resultado. Antes de ello vino una sustitución que debió producirse antes de comenzar el partido: la de Márques por Milito, no fue un cambio táctico sino una indicación clara de que el mexicano acabaría por hacer algo irreparable. La fortuna es que Pep no es de esos técnicos que se escudan en buenos resultados para disimular una mala actuación, él sabe que las cosas no han sido como deberían y es de esperar que trabaje para solucionarlas.
Respecto al árbitro casi me alegro de que tampoco pitara el penalty de Molinaro pues así se demuestra que era simplemente un incompetente o un cobarde (de esos que pitan cualquier cosa a excepción que dicha cosa tenga lugar dentro de un área) y en ningún caso alguien que favoreciera descarada y deliberadamente a un equipo en particular
¿Por qué sucedió lo de ayer? Desde esta humilde tribuna trataremos de encontrar alguna respuesta. Fijémonos en primer lugar en el centro de campo. Guardiola volvió a repetir una formación que, en la zona ancha, incluía a Touré y Busquets, una solución razonable cuando no hay más remedio (como en el partido del pasado sábado) pero bastante más discutible en el caso contrario. Un centro de campo de esas características gana en músculo, marcaje y recuperación de la pelota pero hace que el equipo pierda el control del balón.
Por añadidura es una distribución que fuerza a Iniesta a desplazarse hacia la delantera y una delantera compuesta de Ibrahimovic, Messi e Iniesta es una delantera que ocasionalmente cuanto sólo con dos efectivos, y a veces únicamente con uno ya que los dos más bajitos suelen actuar realmente de interiores o, como ayer, sin una posición claramente definida con lo que, inmersos en la nutrida y bien ordenada defensa contraria y desconectados tanto del hombre más en punta como del centro de campo, la aportación de ambos jugadores al equipo fue escasa(todo ello a pesar de que Messi fue de los pocos que mantuvo algo de tensión en el ataque barcelonista).
A todo eso hay que añadir que la ausencia de los dos laterales titulares del equipo (sobre todo de Alves) restó al Barça poder de penetración por banda (no es lo mismo que Iniesta o Messi combinen con el brasileño a que traten de avanzar por sí solos por esa demarcación) con lo que se perdía otra de nuestras opciones preferidas en el ataque.
En defensa la falta, una vez más, del duo estrella de centrales volvió a causar inseguridad atras, en esta ocasión Marquez se mostró tan imprevisible como de costumbre provocando una tarjeta amarilla al poco de comenzar el partido y haciendo un penalty que el arbitro nos perdonó.
Si además sumamos el hecho de estar enfrentados a un equipo que se mostró potente, decidido y sin complejos -quizás por saber que todas sus opciones de clasificación pasaban por obtener un buen resultado en el partido de ida- lo que tenemos es en lo que hoy casi todo el mundo coincide: el peor encuentro de la era Guardiola (digo esto sin haber visto el partido contra el Atletico de Madrid y dando por sentado que el comentario de Cruyff sobre el partido contra el Racing es una nueva boutade del inefable ex entrenador holandés).
¿Soluciones? parecía claro que había que sacar a uno de los dos mediocentros para retrasar la posición de Iniesta a cambio de introducir más mordiente en el ataque por la vía de Henry, Pedro o incluso Bojan. Pero antes de que eso sucediera llegó la mejor noticia posible en forma de un gol que prácticamente (y salvo catástrofe en la vuelta) metía al equipo en cuartos y además servía por este motivo para justificar la presencia del cuestionado (no por mí) Ibrahimovic. Acto seguido tuvo lugar el cambio que quizás no debió haberse producido pues sólo tenía sentido con el marcador en contra, sobre todo porque la aportación de Henry (que salió por Touré en lugar de por Busquets con lo que se vuelve a demostrar, con razón o sin ella, la predilección de Pep por el catalán antes que por el marfileño) fue totalmente irrelevante para su desgracia y la nuestra.
En ese momento el Stuttgart quedó seriamente tocado y quizás era el momento ideal para rematar el partido y la eliminatoria y así pareció que iba a suceder pues el Barça empezó a parecerse un poco al que todos esperábamos pero este dominio no se tradujó en nada positivo si descontamos un tiro de Ibrahimovic que el bueno de Molinaro sacó a la zamorana.
Tras este breve periodo de desconcierto el Stuttgart se recobró aunque no lo suficiente como para volver al dominio arrollador de la primera parte. En ese punto el Barça (y la afición en general) dio por bueno el resultado y se dedicó a esperar el fin de un partido para olvidar en todos los aspectos excepto en el resultado. Antes de ello vino una sustitución que debió producirse antes de comenzar el partido: la de Márques por Milito, no fue un cambio táctico sino una indicación clara de que el mexicano acabaría por hacer algo irreparable. La fortuna es que Pep no es de esos técnicos que se escudan en buenos resultados para disimular una mala actuación, él sabe que las cosas no han sido como deberían y es de esperar que trabaje para solucionarlas.
Respecto al árbitro casi me alegro de que tampoco pitara el penalty de Molinaro pues así se demuestra que era simplemente un incompetente o un cobarde (de esos que pitan cualquier cosa a excepción que dicha cosa tenga lugar dentro de un área) y en ningún caso alguien que favoreciera descarada y deliberadamente a un equipo en particular
3 comentarios:
Después del cachondeo con el Lyon Madrid, ayer el Barça salió vivo de milagro después de que se lo comieran vivo en la primera parte. Hubo suerte en gol tempranero que desinfló de golpe a los alemanes.
Si a cualquiera de los dos les hubiese tocado un Manchester o un Chelsea nos podíamos ahorrar el partido de vuelta. Parece que los dos han recibido un baño de realidad.
El árbitro era un inepto total, para más inri en la zamorana de Molinaro hubo mano de Ibra antes y todo quedó en córner. No paraba el juego ni ante una operación a corazón abierto, etc... Para que luego nos quejemos de los españoles.
P.D: se te ha olvidado comentar al "Karate Kid" en los compases finales. Si Puyol no se para hay teníais penalty y expulsión, creo que debería haber pitado juego peligroso como poco.
Es que somos gente noble :) o al menos algunos, si ahí llega a estar Alves (era su banda) penalty y expulsión claro que Lehman no estaría en la vuelta lo que podría ser un desventaja para nosotros
No te creas, Alves se habría tirado ya en el medio del campo y no habría llegado cerca de Karate Kid.
P.D: He puesto un "hay" que hace daño a lo ojos.
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