domingo, 28 de febrero de 2010

Jornada XXIII


Si el resultado del partido de ayer hubiera sido adverso quizás se hubiera planteado un interesante debate acerca del eterno dilema futbolístico de las cifras y las letras.

El Barça venía de disputar dos partidos en los que su juego no había despertado demasiado entusiasmo pero en el que los resultados le habían favorecido claramente. En especial estaba pensando en el encuentro contra el Racing en el que algunos señalaron el flojo partido que había hecho el equipo a pesar de la abultada victoria (ya habíamos señalado que Cruyff llegó a decir que había sido el peor encuentro de la era Guardiola). Reconozco que yo fui incapaz de percibir dicha circunstancia pues el partido era tan plácido que no me permitió pensar en ello.

Por el contrario ayer el Barça salió con una alineación bastante recuperada respecto a las últimas bajas y con los jugadores posicionados en donde teóricamente deberían, salió además el equipo bastante enrabietado, como queriendo combatir las acusaciones de falta de intensidad que algunos habían denunciado en el partido disputado en Alemania. De este modo el Barça no tardó en poner cerco al área malagueña desplegando el juego que le hizo célebre la pasada temporada. Alvés se empeñó en confirmar las expectativas que se habían creado en torno a su reaparición y durante toda la primera parte fue una pesadilla por la banda izquierda con penetraciones continuas y un sinfín de pases por alto que nunca encontraron rematador. En esta ocasión Guardiola optó por no hacer jugar a Messi por la banda izquierda con lo que fue Pedro el encargado de combinar con Alves por dicha banda haciéndolo siempre bastante bien y aportando de su propia cosecha algunas asistencias muy peligrosas.

Como se ha dicho Messi jugó por el centro moviendose en la posición de media punta y creando siempre mucho peligro (aunque desperdició una de las ocasiones más claras al no querer asistir a Ibrahimovic y eso que en teoría su posición en el campo tenía esa finalidad) por más que esta forma de jugar restó algo de protagonismo a Iniesta que estuvo bastante oscurecido en esta fase del encuentro al verse obligado una vez más a caer a banda izquierda.

En definitiva el equipo volvió a jugar como los ángeles pero.....no había forma de que marcara, a veces por que Ibrahimovic llegaba una décima de segundo tarde (como en una de las mencionadas asistencias de Pedro) o a veces porque Munúa, el portero malagueño, estaba especialmente inspirado o porque la defensa visitante se mostró muy segura durante casi todo el partido.

Lo cierto es que me imagino que durante el descanso y durante la primera fase de la reanudación la vieja polémica entre juego vs resultados bullía en la cabeza de muchos culés (en la mía desde luego) que se preguntaban si en este asfixiante tira y afloja en el que se ha convertido la liga (y que presumiblemente seguirá al menos hasta el decisivo encuentro del Bernabeú) no es preferible un encuentro no muy brillante pero cómodo (como aquél del Racing) a un partido vibrante pero con la incertidumbre presente en el marcador.

En la reanudación volvió a la carga el Barça desplegando todas sus numerosos recursos aunque en esta ocasión Messi dejó la posición central y empezó a cargar por la banda izquierda con Alves algo más retirado (quizás para dosificarle tras su ausencia por lesión) y Pedro moviéndose con más libertad. A pesar de la insistencia el gol seguía resistiéndose (Ibrahimovic remató dos veces de cabeza con mucho peligro y una de ellas en un saltó que Bob Beamon hubiera aplaudido)y el Málaga incluso empezaba a contragolpear con peligro.

En el minuto 67 cuando los fantasmas comenzaba a levantarse de sus tumbas llegó una insólita jugada personal de Pedro que terminó con un tiro sin mucho peligro que el hasta entonces implacable Munua se comió con tomaca. Una vez más el canario aparecía como salvador de muebles número uno y verdadero talismán del club.

Tras el gol no diría yo que vino un período de indolencia en el juego local pero el Barça, incapaz de contemporizar con el resultado, seguía arriesgado con jugadas muy complejas como si todavía persistiera el empate en lugar de ejercer un fútbol de más control, consecuencia de ello llegó otro contrataque visitante que cogió la espalda de los centrales (impecables hasta ese momento por cierto) y terminó en la portería de Valdés. Los fantasmas antes mencionados ya volaban libremente por el campo aullando y haciendo sonar sus cadenas pero antes de que el drama se instalará del todo en el Camp Nou llegó una triangulación mágica entre Xavi, Alves y Messi que culminó en el segundo gol azulgrana. A partir de ahí el Barça pareció aprender la lección y decidió no darle más sustos al aficionado.

La sustitución de Pedro por Bojan trajo como única consecuencia una gran internada por banda del canterano que asistió a Ibrahimovic. El gol sin embargo fue anulado de forma incomprensible por el colegiado que, junto con el resto de sus colegas en ocasiones anteriores, parecía empeñado en castigar siempre la corpulencia del jugador sueco. Una lastima porque ese gol le hubiera venido bien al delantero azulgrana que buscó el tanto con ahínco pero sin fortuna además de que posiblemente, y por esa misma razón, hubiera recibido todas las críticas en el caso de que el partido hubiera concluido en empate.

En definitiva bien está lo que bien acaba, el equipo sufrió pero alcanzó la victoria y recuperó además las buenas sensaciones. Ahora viene una visita al Almería mientras que el Madrid recibe al Sevilla en lo que podría ser un nuevo punto de inflexión en la liga. Ya veremos.

5 comentarios:

Blogger El Impenitente ha dicho...

¿En qué se diferencia la liga española de la holandesa, la portuguesa o la escocesa?

Nosotros bien. Ya le hemos ganado al Barcelona y al Valencia (que, a pesar del 4-1, debiera hacerle un monumento al árbitro). Ganaremos al Madrid, la Copa y la UEFA y podremos decir que la temporada no ha sido mala.

Y viendo jugar a Reyes creo que definitivamente creo en los milagros.

1 de marzo de 2010, 1:15  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Ayer se comentaba, y creo que con acierto, que de no ser por la tumultuosa reacción del público y de los jugadores Perez-Burro no habría parado el partido porque dudo mucho que el cuarto árbitro hubiera llamado la atención. Mmmmmm una circunstancia bastante inquietante.

Ustedes ganen al Madrid de una vez y creo que con eso ya bastará. Y bueno ganen la Copa del Rey al Sevilla que tengo ganas de ver a del Niu comiendose ese sombrero de miembro del Politburó.

Espero que con lo de Reyes aprendan a no silbar a uno de sus jugadores (algo que también tienen que aprender los nuestros que ya han empezado a abuchear a Zlatan)

1 de marzo de 2010, 3:18  
Blogger Deckard ha dicho...

He visto ahora un resumen del Atleti y el primer penalty es para no creerlo, además con el línea por la zona también. Todavía me acuerdo, ¿fue el año pasado?, cuando echó al del Osasuna por tener la poca vergüenza de que le hicieran dos penaltys en el Bernabeu.

Menos mal que fue trascendente porque si no con el gol del Tenerife hubiéramos tenido un semana "on fire". Espero que sigan silbando a Ibra y explote algo por Barcelona, que ya va siendo hora.

1 de marzo de 2010, 3:30  
Blogger El Impenitente ha dicho...

¿También vais a pitar a Henry? Pobre hombre, ya sólo le falta que Gillete le rescinda el contrato.

Y ahora que lo pienso, acabo de echarme a temblar. Viendo a Henry, viendo a Tiger ya estoy empezando a poner velas a todo el santoral para que no le pase nada al bueno de Federer.

4 de marzo de 2010, 1:15  
Blogger SisterBoy ha dicho...

Teniendo en cuenta cómo tratan a Henry sus propios compatriotas no se le puede pedir nada a la afición.

4 de marzo de 2010, 4:24  

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