And never walk alone

Bueno ya está. Como suele ocurrir en estas competiciones lo que se pierde en la ida y en casa es muy difícil recuperarlo en la vuelta y fuera. Ya nos pasó con el Chelsea hace dos temporadas y con el Real Madrid (cuando tuvimos que ir al Bernabeu con 1-3 en contra) hace bastante más.

El Barça salió con toda la artillería. Sin objeciones a eso, si había algún partido en el que había que tocar degüello era este. Había que salir a meter dos goles y el hecho de que ellos nos metieran uno no importaba porque seguíamos necesitando dos goles lo que significaba jugar atrás sobre el filo de una navaja, sinceramente fue un milagro que no nos metieran un gol. Pero nuestro juego era muy difícil porque el Liverpool dio una lección de cómo defender un resultado destacando en la delantera jugadores talentosos como Kuyt que podían crear peligro, presionar o por lo menos conservar la pelota y clavar a la escasa defensa del Barça. La presión se volvía insoportable en la línea media y en defensa de tal manera que los jugadores azulgranas tenían tan difícil conservar la pelota como jugar al primer toque. Para colmo Ronaldinho y Messi estaban marcados de forma muy eficiente y Eto´o demostró que sigue muy bajo de forma (la verdad es que su incorporación al juego después de la lesión ha sido demasiado errática).

En esta fase del juego estuvimos a punto de recibir más de un gol y prácticamente no hubo oportunidades pero aún así el Barça no estaba jugando mal sobre todo porque no podía jugarse de otra manera, la única solución posible era tocar y tocar buscando que la calidad de los jugadores en el centro y en la delantera se hiciera notar, porque si algo bueno tiene el Barça es que por muy hundido que esté sólo necesita diez segundos afortunados para marcarle a cualquiera. Así ocurrió con la única vez que se desmarcó Ronaldinho y luego con el gol pero ahí terminó la fortuna. Aunque todos pensamos en la final de Paris el milagro no se repitió y salvo una nueva ocasión fallada por Ronaldinho el Barça ya no fue capaz de crear más peligro y el juego denso y físico del Liverpool se impuso.

Es una lastima que echáramos a perder la eliminatoria en el partido de ida sobre todo porque en ese partido el Liverpool no hizo otra cosa más que aprovecharse de los lamentables fallos del Barça. Por lo menos en la vuelta yo creo que hemos cumplido ante un partido monstruosamente difícil. Grandes Valdés, Puyol y Thuram (por favor que siga esta pareja de centrales), Oleguer sigue dándome escalofríos cuando defiende y creo que su futuro estaría más bien de medio volante, Iniesta hizo un trabajo tremendo aunque lamentablemente debido al esquema de juego elegido se le vio más en la defensa que en el ataque y por último Xavi fue mejor media punta que Ronaldinho y Deco que no fueron decisivos lo mismo que. Eto´o y Messi que tampoco desequilibraron como se esperaba. Eso es todo.

Ahora a pensar en la liga, tenemos otro gran reto el fin de semana que viene y creo que la mejor solución para el desánimo que sienten los culés ahora mismo es derrotar al Real Madrid. Allí estaremos.