Jornada XXII
El Barça salió al campo con el mismo equipo (a excepción de
Mascherano) con el que lo hizo hace tres día en el Bernabeu, una circunstancia
que sólo se explica por la ausencia de compromisos entresemana (si exceptuamos
la nueva pachanga de la Selección) y porque en el fondo esta liga parece ya
sentenciada (que se lo digan al Madrid de ayer).
No parecía tener tan poca motivación el Valencia que salió a
presionar en todo el campo aunque con la defensa bien resguardada (algo que no
hizo en su reciente partido contra el Real Madrid), el resultado es que el
Barça se encontró con un partido rocoso e incomodo y en el que, al contrario de
lo que suele suceder, el empuje inicial del equipo contrario se mantuvo durante
casi todo el encuentro de tal modo que el Barça tan solo pudo poner cerco a la
meta rival en los últimos quince minutos. Lo mejor fue el empate regalado por
el Valencia (la típica falta que jamás se hace en el área) que permitió nivelar
un partido que de haber terminado con ventaja para los locales al llegar al
descanso podía haber sido muy difícil de superar.
Señalar por último lo extraño de las tres sustituciones,
primero la de Mascherano por Puyol que sólo puede obedecer a alguna molestia
física del argentino o porque Roura estaba preocupado por la amarilla que le
habían sacado al defensa (una precaución muy poco habitual en nuestro equipo),
después la de Villa por Cesc cuando el partido quizás pedía más empuje en el
centro de campo (además el asturiano tuvo la mala fortuna de fallar una ocasión
manifiesta) y por último el de Xavi por Thiago ya casi bordeando el descuento
en una maniobra que olía un poco a pérdida de tiempo (una actitud todavía menos
habitual en nuestro equipo y quizás propia de un técnico que no sospechaba que
iba a tener las riendas del equipo de esta manera).
Al final empate justo y razonablemente satisfactorio en una
competición que posiblemente quedará cerrada definitivamente a la salida de la
Semana Santa.
2 comentarios:
Menos lobos, que hemos recortado. Bien es verdad que estamos empezando a dar síntomas de fatiga y tras la pachanga jugamos tres miércoles seguidos, pero no miréis tanto al tercero que hay un equipo segundo.
Respecto al Valencia, se jugaban mucho tras el cero cinco. Están necesitados de refuerzos para su autoestima y ayer salieron muy contentos. Y tienen la cuarta plaza a un punto. Están mal pero están. Como siempre.
De la Davis no hablo.
Yo hace tiempo que deje de mirar al maligno, recuerda que yo iba con ellos cuando les ganaron por una cuestión de matemáticas
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