De Málaga a Malagón

El día empezó con la noticia del fichaje de Pep por el Bayern de Munich y aunque no tenga nada que ver con lo que ha pasado en el campo, lo cierto es que el corazón culé sintió una punzada de dolor como si no se acabara de creer del todo que la marcha del mejor entrenador de nuestra historia fuera ya algo irreversible.

La segunda nota discordante vino con la alineación en la que se recurrió a siete jugadores no habituales, es una extraña manía salir a jugar con el equipo B en los partidos de ida cuando lo recomendable es precisamente lo contrario. De todos modos hay que decir que en los primeros compases del partido la velocidad que imprimió Thiago en el juego de ataque hizo que el Barça dominara claramente los primeros 45 minutos en los, que las penetraciones continuas de Tello y las ocasionales de Iniesta, trajeron mucho peligro por la banda izquierda, en esta fase del encuentro la única disonancia fue la preocupante mala suerte de Alexis de cara al gol, lo peor de todo no fueron las clarísimas ocasiones falladas sino que por primera vez he notado que ese hecho afectó al chileno psicológicamente porque llegó un momento no acertaba ni a devolver el pase más sencillo.

Para colmo el Málaga se encontró con un regalo producto de una indecisión de Pinto y un despiste sorprendente de Thiago que además a partir de ese incidente quedó desactivado del partido. Por fortuna a los pocos minutos Messi se inventó un gol de la nada y casi enseguida Pujol consiguió sacarse de los rizos un bonito (pero afortunado) remate de cabeza. La pequeña crisis había quedado solventada y daba la sensación de que el Barça remataría la faena en la reanudación.

Pero lo que ocurrió es que una vez pasado el frenesí de los primeros minutos y justo cuando las fuerzas empiezan a dosificarse, se notó la falta de Xavi y Busquets, precisamente dos jugadores expertos en el control del juego, quizás salir al campo sin ambos jugadores simultáneamente haya sido darle demasiada ventaja a un Málaga que aprovechó la pájara culé para adelantar líneas y buscar las cosquillas a los locales gozando en el camino de una gran oportunidad que desbarató Pinto. Estaba claro que las cosas no estaban funcionando bien y ahí se cometió en mi opinión el segundo error, el Barça suele tardar bastante en hacer los cambios pero eso no supone un problema cuando las cosas van bien, en cambio cuando no van tan bien hacer un triple cambio en el minuto 25 con un marcador buenomalo en una eliminatoria de copa me pareció incomprensible. Las incorporaciones de Pedro, Cesc y Xavi no contribuyeron a mejorar el juego del Barça si exceptuamos ese pasé en profundidad de Cesc que Pedro aprovechó para provocar la expulsión del defensa malaguista. Pero ni siquiera se pudo aprovechar esa ventaja numérica y, como en los peores tiempos, cuando el partido ya estaba a punto de finalizar, un balón por alto, defendido tan mal como de costumbre, condujo al empate definitivo.

Así pues se pasó del resultado buenomalo a una situación en la que el Málaga saltará al campo en el partido de vuelta clasificado a priori. No tengo dudas de que el equipo conseguirá la victoria en la Rosaleda, de hecho incluso aunque no fuera así tampoco me parecería un percance demasiado doloroso, sólo espero que el cuerpo técnico haya tomado nota de lo que ha pasado hoy para cuando empiecen las eliminatorias que de verdad interesan.