Jornada II

Partido complicado. Para empezar el Barça venía de una derrota inicial contra un recién ascendido, a continuación resulta que era un partido bocadillo de tortilla pues estaba entre dos jornadas de competición por selecciones (que se habían llevado a nuestros mejores jugadores) y el inicio de la primera fase de la Champions.

Como consecuencia Guardiola tenía la duda de si echar toda la carne en el asador para borrar la mala impresión de la primera jornada o reservar a jugadores para el martes. Eligió lo segundo y sacó un equipo muy cambiado con respecto al que sacó en Soria, con Iniesta y Messi en el banquillo y Etoo como única punta clara con Pedro y Hleb por las bandas y en el centro de campo Xavi auxiliado por Keita y Busquets (todavía me cuesta trabajo creer que aquel Busquets al que vi jugar con el Barça tengo un hijo en edad de hacer lo propio).

Podría pensarse que era una alineación algo débil en el ataque pero el juego dio la razón al Mister cuando se reveló que el Racing venía a empatar de cualquier manera (entradas criminales incluidas) y que el Barça tendría toda la pelota que quisiera. De tal modo que Alves casi libre de tareas defensivas se convirtió en un extremo (aunque no tuvo mucha fortuna durante todo el partido) y los tres centrocampistas actuaban prácticamente como medios centros con Xavi jugando a un gran nivel (que se mantuvo todo el partido) y distribuyendo juego hacia Hleb y Pedro que se movieron con mucha rapidez por las bandas. En cambio no estaba siendo, ni llego a ser nunca aunque tuvo también su ocasión, el partido de Etoo demasiado incrustado entre la muralla defensiva racinguista.

El equipo no estaba jugando mal y parecía que el gol era cuestión de tiempo. La lesión de Hleb (una entrada merecedora de roja aunque entiendo que el arbitro no se atreviera a sacarla, lo que ya no entiendo tanto es que no pitara el claro penalti a Iniesta y sospecho que pito el otro penalti porque se lo indicó el juez de línea, me voy a quedar con la cara del tipo este) provocó la entrada de Iniesta con lo que la cosa sólo podía ir a mejor.

Llegó el descanso y empezó la segunda parte que el Barça inició con más brío buscando la puerta contraria con determinación y con un juego excelente con Iniesta desatado y contando además con la incorporación de Messi. La verdad es que no puedo contar cuantas diagonales a la banda seguidas de pases al punto de penalti se vieron pero lo cierto es que el Barça estaba superando el cerrojazo racinguista y si no marcó fue por pura mala suerte y porque el portero Toño se hizo un partidazo.

El gol de Messi de penalti le hizo justicia al juego blaugrana. Pero claro, ¿Qué sabe el fútbol de justicia?. En el único acercamiento de los cantabros a la portería de Valdés se produce una falta que termina con el balón en el fondo de las mallas tras un motón de rebotes. Una desgracia.

A partir de ahí el Barça se vino abajo y sólo fue capaz de colgar balones al área sin nadie que los rematara.

Final del partido y un solo punto en dos encuentros. De todos modos no estoy muy disgustado, por momentos se ha visto al Barça de hace tres temporadas, aquel que todos queremos que vuelva. No vi el partido de hace dos semanas pero he visto este y el juego de este equipo me vale. Quizás con un delantero centro con más garra (ese que no pudimos fichar a cambio de un Etoo que no pudimos vender) el equipo estaría al completo.

Como nos hartamos de decir la temporada pasada lo más difícil es evitar la histeria fácil al que el culé (incluido yo mismo como también me harté de repetir el año pasado) es tan propenso. Estoy convencido de que las crónicas que se están escribiendo ahora mismo harán referencia únicamente a los pobres resultados conseguidos en estos dos encuentros y no hablaran de la mejoría en el juego. Y será algo tan injusto como el empate de hoy. Y yo deseo más que nunca que Guardiola triunfe. Primero porque eso significará el triunfo del Barça, segundo porque es un jugador que en lo profesional –la posición de medio centro del cual él es el jugador emblemático siempre ha sido mi preferida- y en lo personal siempre me ha caído bien (sobre todo cuando en su época de jugador se le tildaba de intelectual por mas en el fútbol español basta con escribir bien tu propio nombre para recibir ese calificativo) y porque representa un estilo de jugar que en los años del Dream Team sacó al fútbol español de la cazalla y el palillo en la boca para convertirlo en el fenómeno de masas que es hoy..