miércoles, 29 de abril de 2015

Jornada del 28 y 29 de abril

Un YouTube vale más que mil palabras







https://www.youtube.com/watch?v=NQrbzxxuxUk

lunes, 27 de abril de 2015

JORNADA PASADA

Disculpas por la tardanza, es todo muy rápido. Ganamos nosotros y ganaron "ellos" y una jornada menos, se había hablado mucho de la aprensión que provoca en la parroquia culé las ganas del espanyolismo de jodernos siempre la pavana pero afortunadamente el equipo está compuesto de jugadores inmunes a dicha aprensión bien por que la desconecen o simplemente porque les importa una higa.

Ya sólo pienso en Baviera

miércoles, 22 de abril de 2015

Yeux sans visage


El Barça dio ayer una lección de cómo afrontar un partido de vuelta en casa tras lograr ventaja en el partido de ida (aprende Mourinho) y sin dejar espacio a cualquier tipo de especulación solventó la eliminatoria con dos goles de Neymar (uno tras una jugada magistral de Iniesta y otro tras un el mejor pase que ha dado Alves en lo que llevamos de década). A continuación el equipo se dedicó a dosificar fuerzas y a recrearse un poco ante un equipo francés decepcionante cuya mayor contribución a esta edición de la Champions ha sido quitar de en medio al antipático Chelsea. A la misma hora Guardiola se reivindicaba con una goleada de escándalo, también me alegro, por más que el Bayern sea un rival temible en los próximos cruces.

 

En el día de hoy se han conocido los otros dos semifinalistas, uno es la vieja Juventus que a día de hoy aparece como el rival más asequible, el otro se ha dirimido en el enésimo derby madroño, un encuentro disputado al estilo de los años 70 (en España) dónde se ha llevado el gato al agua el que más ganas le puso.

 

A esperar al Viernes.  

sábado, 18 de abril de 2015

Jornada del 18 de abril de 2015


No vi la mayor parte de los primeros 45 minutos que además coincidieron con, por lo que cuentan, con el momento más delicado del encuentro, no sólo por los accidentados comienzos (el tempranero gol de Suárez tras una magistral jugada de ataque propiciada por Busquets y Messi y el penalty parado por Bravo) sino porque por lo visto el Valencia dominó ampliamente y fue un auténtico milagro que al menos no equilibrara el encuentro.

 

Luis Enrique sorprendió una vez más con una alineación que incluía un doble pivote (Mascherano y Busquets) junto con Xavi en el mediocampo, una novedad que quizás influyó en la total pérdida del control del partido, repito que no puedo corroborarlo con mis propios ojos pero todos coinciden en que fue eso lo que sucedió. No debió gustarle tampoco nada lo que estaba sucediendo al Mister porque nada más reanudarse el encuentro movió banquillo intercambiando a Adriano por Rakitic (haciendo que Mathieu ocupara la demarcación de lateral izquierdo y que Mascherano se retrasara hasta la posición de central),  a partir de ahí mejoró la situación quien sabe si por estos cambios o por que el Valencia acusó el esfuerzo de la primera parte y cedió en su presión ofensiva. Tampoco se puede decir no obstante que el Barça gobernara por completo el juego aunque al menos sí evito que lo hiciera el equipo visitante, aún así las ocasiones locales se limitaron a un tiro al palo de Messi de falta. Al final el propio Messi aprovechó un balón largo para abatir a Diego Alves en solitario.

 

Nuevo escollo superado, una jornada menos para el final aunque la diferencia sigue siendo tan ajustada que está claro que un nuevo pinchazo puede hacer que todo se venga abajo. Hoy también pudo haber pasado.     

jueves, 16 de abril de 2015

Paris vaut bien quelques dents



Lo mejor, el resultado, un 1-3 que puede decirse que garantiza (salvo catástrofe bíblica) el pase a semifinales por séptima vez en las últimas ocho ediciones.

El equipo saltó al campo con varias novedades, empezando por la ya habitual en Champions de Ter Stegen (en su mejor partido como titular lo que incluyó una parada casi inhumana), en defensa se echó mano de la dupla Piqué-Mascherano que se mostró solvente y sin apenas fallos, por la banda sorprendió la alineación de Montoya por el sancionado Alves, en el mediocampo Iniesta, Busquets y Rakitic cumplieron con sus obligaciones, especialmente Busquets, pero fue en ataque donde el equipo brilló especialmente con Messi dirigiendo las operaciones y Neymar y Luis Suárez actuando como los jugadores desequilibrantes que se les exige ser.

El Barça jugó muy cómodo ante un conjunto que no le presionó tanto como suelen hacerlo lo equipos en la Liga Española y que a medida que aumentaba la cuenta goleadora fue viniéndose abajo y cediendo aún más espacios hasta el punto de que se rozó la goleada de escándalo. Al final no ocurrió tal y en cambio en una desafortunada jugada Mathieu metió un gol en su propia portería que convertía la eliminatoria superada en un 100%  a superada en un 90%.

El Barça se sintió fuerte y seguro aunque un equipo contrario que prácticamente le dejó hacer lo que quiso, lastima que no todos los rivales sean así.

La vuelta en una semana, será un partido tranquilo ¿no?

domingo, 12 de abril de 2015

JORNADA DEL 11 DE ABRIL


Yo daba por seguro que en algún momento íbamos a dejarnos algún punto, incluso daba por hecho que sería contra los tres pesos pesados que teníamos en frente, pero ¿hacerlo así? Estoy más cabreado que cuando perdimos aquellos dos partidos absurdos en casa.

 

Con la recuperación de Jordi Alba se completaba el equipo de gala, o mejor dicho el equipo de gala que se ha ideado para suplir la ausencia presente o futura de Xavi. El partido se puso muy bien de entrada, por unos excelentes 35 minutos parecía que todo el mundo estaba haciendo lo que tenía que hacer, la defensa cortaba los escasos intentos de avance del Sevilla (Alves incluso, y contra lo que suele ser norma, apenas perdió balones), en el centro de campo Busquets y Rakitic ocupaban todo el espacio con autoridad con Iniesta distribuyendo el juego (con el apoyo puntual de Messi) y con el trío atacante testando la zaga local (y con Neymar jugando bastante bien). El equipo controlaba el partido, el Sevilla estaba desactivado y en esas circunstancias era cuestión de tiempo que llegara el primer gol. 

 

Y llegó una vez más de una jugada personal e intransferible de Messi con una de sus transiciones matadoras, el Sevilla no reaccionó y cuando Neymar marcó el segundo (gran gol también) parecía que la cosa estaba encarrilada, el equipo del Nervión se vio obligado a adelantar líneas y parecía el momento justo para que el Barça dejara el partido-control y pasara a modo contraataque mata-partidos, no pudo ser porque porque desgracia a estas alturas del campeonato ninguno de los jugadores de arriba parece en condiciones de jugar con la rapidez necesaria para ello. Aún así dudo mucho de que con el marcador como estaba en ese momento al final se nos hubiera escapado el partido. Y ahí llegó la jugada clave del encuentro.

 

Se está haciendo mucho hincapié en la cantada de Bravo pero a mí lo que realmente me trastorna es el hecho de que Banega pudiera controlar en la frontal del área, acomodarse la pierna y disparar sin que nadie le inquietara lo más mínimo. Es una jugada que dudo mucho que pudiera verse con la defensa de cualquier otro equipo en España, puede que incluso del mundo, es un mal propio sólo del universo blau grana, nos gustan los zagueros que se anticipan en el mediocampo y que incluso saben sacar el balón jugado, pero siempre hemos carecido de esa clase de defensa férrea y expeditiva que sale a partirse la madre con tal de no dejar tirar al delantero enemigo. En fin, como quiera que sea se pasó de un partido ganado a uno lleno de incertidumbres.

 

El peor efecto del gol sevillista es que los locales se creyeron que podían ir a por el encuentro, y a por el encuentro fueron. Por nuestra parte se perdió completamente el control, volvieron a aparecer los pelotazos y los despejes sin mirar a quién, Iniesta y Messi desaparecieron del campo volviendo a dejar despoblada la zona ancha y descabezado al equipo y para colmo Luis Suárez eligió el momento más inoportuno para fallar de forma estrepitosa en al menos dos ocasiones en las que encaró claramente la portería local. El partido estaba muy confuso, era la hora del mister y aquí también se falló.

 

La figura del entrenador no lo tiene nada fácil en el fútbol, casi nunca recibe los parabienes cuando se gana y es el blanco de todas las críticas cuando se pierde, y ser entrenador de un equipo como el Barça es menos fácil aún cuando sientes que tienes encima las miradas escrutadoras de cientos de profesionales dispuestos a cuantificar hasta el número de veces que te metes el dedo en la nariz durante un partido. Luis Enrique se  decidió por la tradicional variante de incluir a Xavi en un match que necesitaba a gritos un poco de control, pero en lugar de hacerlo a cambio de un mediocampista (posiblemente Iniesta que ya no estaba aportando nada) lo hizo a cambio de un delantero, Neymar, que por añadidura estaba cuajando una buena actuación (el cabreo del brasileño aunque poco profesional en esta ocasión estaba justificado) . La sustitución sonó a canguelo y además salió mal porque no se ganó el control esperado y porque se perdió profundidad en el ataque haciendo que el Sevilla pudiera sumar más efectivos para tratar de equilibrar el partido. A renglón seguido un incomprensible fallo de Piqué (que entregó la pelota a un contrario sin que hubiera la más mínima presión por en medio) propició un contragolpe sevillista que terminó en el a la postre definitivo empate a 2.

 

Extraño partido en el que lo más grave no fue que reaparecieran los fallos en defensa (una faceta en la que por fin parecía que habíamos mejorado) sino que el equipo fue incapaz de reaccionar y perdió los nervios. Era previsible repito que se dejaran puntos en el arduo camino hasta el final de liga, incluso era previsible que fuera en un partido como el de ayer, pero no de esta manera, el empate suena a grave tropiezo que deja al equipo ya sin margen de error ante un Real Madrid dispuesto a aprovechar este pinchazo.

 

Seguimos dependiendo de nosotros mismos pero está claro que el fantasma del derrotismo culé ha vuelto para quedarse.               

miércoles, 8 de abril de 2015

JORNADA DEL 08 DE ABRIL DE 2015



Si el entrenador no puede hacer rotaciones contra un semi colista teniendo en cuenta lo que se nos viene encima en las próximas semanas es que no merecemos ganar ni el Ramón de Carranza.

Aún así Lucho decidió mantener al talismán Messi y realizó una serie de innovaciones en el equipo, la más llamativa de las cuales fue la inclusión de Xavi que por añadidura jugó todo el partido lo que posiblemente signifique que no va a hacerlo el fin de semana.

El equipo estuvo bien los primeros minutos, robando casi todos los balones que el Almería trataba de sacar (buena labor de Rakitic y Sergi Roberto) y jugando con peligro (buen partido de Pedro aunque acusó la falta de continuidad). Poco a poco el ritmo fue decayendo más por apatía que por méritos del visitante, aún así no parecía que hubiera demasiado de lo que preocuparse, y menos aún cuando Messi abrió la lata al filo del descanso.

El resto del partido fue un rondo interrumpido de vez en cuando por un gol local, Luis Suárez marcó dos y Bartra (que aparte de esto estuvo más flojo que el tabaco holandés). Final del partido, tres puntos más y un partido menos y los ánimos por las nubes ante el vertiginoso Sevilla-PSG-Valencia-PSG que nos espera.

¿El juego? Mediocre pero ¿qué importa eso ahora).

domingo, 5 de abril de 2015

Jornada del 5 de abril de 2015


Tras el odioso paréntesis transnacional volvemos a lo que interesa.

 

Todos los que daban la liga por ganada tras la victoria en el clásico (en el fondo muy pocos y estoy convencido de que ninguno de esos pocos es culé) han comprobado hoy que todavía queda mucho para eso.

 

El equipo saltó a Balaidos con la única novedad clara de Adriano forzada por la lesión de Alba, enfrente se encontró desde el principio con un Celta con nada que perder (y quién sabe si algún fajo de billetes por ganar) y que sin ningún complejo ni respeto salió a robarle la pelota al Barça en cualquier demarcación del campo que hiciese falta. En los tiempos gloriosos el equipo solía sacudirse esa presión usando el control y el manejo de la pelota pero hoy (al igual que durante buena parte del citado clásico) el centro de campo volvió a mostrarse preocupantemente superado, Rafinha naufragó claramente, Iniesta sigue demostrando que es un secundario de lujo pero incapaz de tomar la batuta del equipo y la buena labor hoy de Busquets no pudo compensar estos defectos. El resultado es que el Barça tuvo que vivir durante los primeros 45 minutos de un doloroso juego de pelotazos para sacudirse la venenosa presión celeste, los balones no llegaban al trío atacante y Messi tuvo que, una vez más, bajar al centro de campo para tratar de armar al equipo, sus compañeros en la ofensiva se encontraban totalmente inoperantes, sobre todo un Neymar que no dejó de meter la pata lo que incluyó un nuevo fallo clamoroso ante la portería local.

 

El juego era inconexo y apresurado, romo en ataque y al límite del desastre en defensa y estaba claro que de seguir por ese camino no habría manera de sacar el partido adelante. Tras el descanso las cosas mejoraron un poco, el Celta inevitablemente aflojó la presión y el equipo por fin empezó a crear peligro, sobre todo por la banda de Neymar, la salida de Xavi (por Rafinha) terminó de cimentar el juego, una buena noticia pero con el tenebroso reverso de que quizás estamos ante los últimos partidos del egarense (¿qué sucederá entonces?) en el equipo blau grana. Aún así el gol no llegaba pese a que se multiplicaban –ahora sí- las ocasiones. Por fin se consiguió gracias a un nuevo remate salvador de Mathieu. Tras eso el mister sacó al campo a Pedro por Iniesta (incomprensible cambio que sólo tiene como posible explicación que Lucho no quería incomodar más a Neymar) y aunque se pudo aumentar la ventaja se terminó pidiendo la hora.

 

El Barça ha estado a punto de gastar parte de su valiosa ventaja ante un rival al que a priori se supone mucho menos peligroso que los que esperan en el horizonte (Sevilla, Valencia y Atlético de Madrid, ahí es nada) pero lo peor es la sensación de que no existe hoy por hoy nadie (salvo Messi y el cada vez más lejano Xavi) capaz de dirigir en el campo a este equipo. Pero bueno, ya sólo quedan nueve partidos. ¡Pero qué largo se nos va a hacer!